NUEVA YORK, Estados Unidos. – Los días corren y a pesar de que faltan poco menos de nueve meses para las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, desde ya se ve claro que el tema migratorio será el eje central del debate entre el demócrata y el republicano que finalmente encabecen la boleta de esas organizaciones políticas.
Tema dominante
El de la inmigración ilegal es el tema fuerte a la hora debatir, aún en elecciones locales, como las recién celebradas elecciones extraordinarias para llenar la vacante dejada por el republicano George Santos en Long Islan, donde a pesar de la crisis migratoria, el demócrata recobró para su partido el escaño que habían perdido en 2022.
Aunque la mayor responsabilidad se le atribuye a lo que los republicanos llaman "política de fronteras abiertas", que le atribuyen a la administración Biden, los demócratas se defienden alegando que, en su momento, los republicanos no hicieron lo correcto en materia de inmigración.
El caso Mayorkas
Un indicador de esta situación y un avance de lo que se avecina en materia electoral, lo representa la solicitud de impeachment en contra del secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, que se convierte en el segundo funcionario en 150 años, contra quien se solicita un juicio político con la posible sanción de ser removido de su cargo, de resultar responsable de las acusaciones que se le imputan.
Los cargos a Mayorkas
Esta semana la Cámara de Representantes, organismo controlado por los republicanos, acusó al funcionario encargado de los asuntos migratorios del Gobierno de Joe Biden, de no aplicar correctamente las leyes federales en relación con el control migratorio. Además, los congresistas acusan a Mayorkas de mentirle al Congreso estadounidense.
Mayorkas ha sido señalado por los más radicales de la Cámara como el responsable del incremento de cruces migratorios en la frontera sur de Estados Unidos. Esto demuestra lo decidido que está el partido opositor en cuanto a adoptar el tema de la crisis migratoria como bandera de campaña y utilizarlo como talón de Aquiles contra al aspirante demócrata, que hasta el momento se presume será el presidente Biden, a quien los republicanos no dudan en apuntar con el dedo, cuando de establecer responsabilidades por la crisis en la frontera se trata.
Texas
Aunque en otros puntos de la geografía nacional se buscan medidas para contrarrestar la ola de inmigrantes que a diario atraviesa la frontera, es el llamado Estado de la estrella solitaria, gobernado por el radical republicano Gregg Abbott, quien más se destaca por una lucha tenaz que lo mantiene enfrentado al gobierno federal de manera constante.
Abbott pone todo su empeño en bloquear, blindar y asegurar la frontera a toda costa, aunque sus métodos han tenido que ser recurridos ante la Corte Suprema, ha continuado implementando sus medidas contra viento y marea.
No hay que olvidar que fue Gregg Abbott quien inició la práctica de enviar autobuses llenos de inmigrantes a las llamadas ciudades santuario, sin olvidar a Washington, incluso, la casa de la vicepresidenta y por supuesto, Nueva York.
California
De su lado, el demócrata Gavin Newsom, al frente del "estado santuario" de California, ofrece otra cara a la inmigración, aunque reconoce la delicada situación y las complicaciones que supone a esa y cualquier ciudad un flujo desbordado de personas a las que hay que proveer de comida, escuela para los menores, un techo y atención médica, entre otras facilidades.
Nueva York
Aunque al principio, el alcalde de la ciudad de Nueva York, el demócrata Erik Adams abrió las puertas de la ciudad, junto a la gobernadora Kathy Hochul, a aquellas personas que venían en busca de asilo, estableciendo programas de apoyo y ayuda, ubicándolos en los albergues, instalando a los niños en las escuelas, asignándoles cupones de alimentos, pasando por la ubicación en hoteles, cuando ya los albergues habían colapsado, no ha dudado en asegurar que la ciudad vive una crisis. Sus quejas, según el mismo Adams, han encontrado oídos sordos en el gobierno federal, a quien él acusa de ser indiferente a lo que califica como "la destrucción de Nueva York", por falta de los recursos necesarios para encarar esta crisis.
Una nueva cara
La llegada masiva de inmigrantes indocumentados ha cambiado el rostro de la ciudad que nunca duerme. Ahora no es raro encontrar a personas mendigando y aún peor, los robos y asaltos cada vez son más frecuentes.
Algo que ha empeorado las cosas es la medida de las autoridades de limitar el tiempo en los albergues, lo que obliga a los ocupantes a salir en busca de otro lugar donde vivir, pero sin haber encontrado trabajo, es muy difícil que lo hagan. Mientras tanto, los autobuses de Abbott y DeSantis no paran de llegar. Es más, ya se han vuelto algo común.
Noviembre
Mientras noviembre se aproxima, los dolores de cabeza que la inmigración ilegal representa para la Casa Blanca se irán intensificando, sobre todo, con el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas sentado en el banquillo de los acusados, ante la mirada acusadora de una audiencia que se siente preocupada por los efectos negativos de la ola de inmigrantes, con quienes tienen que compartir los recursos cada vez más limitados de una economía sacudida por los interminables efectos de una pandemia y dos guerras que ha asumido sin escuchar razones para no hacerlo.
Además, de todo lo anterior, el funcionario más importante en asuntos migratorios lleva las de perder frente a un juez severo, prejuiciado y con deseos de dejar claro que los demócratas y solo los demócratas son los únicos responsables de la crisis migratoria, cuyos efectos se extienden a toda la nación.
