domingo, mayo 5, 2024

Siempre Abril, patriótico y revolucionario

POR SANTO SALVADOR CUEVAS

La Guerra de Abril de 1965 no sólo fue un alzamiento armado, sino la culminación de la planificación y conspiraciones en los cuarteles y sectores, de la juventud revolucionaria opuesta al golpe de estado contra el primer gobierno democrático, surgido después de la decapitación de la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Cerrada las posibilidades de retorno a la Constitución del 1963, y la reposición del gobierno derrocado, encabezado por el profesor Juan Bosch, a los jóvenes conspiradores, encabezados en su fase inicial por el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, no les quedó más alternativa que el inicio de la Guerra de Abril, el 24 de abril de 1965, con la tomas de cuarteles y que fuera expandida por la voz radical del doctor José Francisco Peña Gómez.

En tan solo dos días de lucha armada, caracterizada por una alianza en el campo de batalla entre militares, policías y militantes civiles agrupados en el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, el Movimiento Popular Dominicano, el Partido Socialista Popular, etc. y una juventud independiente que venía de los barrios de la capital y del interior del país, se fueron definiendo las batallas.

En 48 horas después del alzamiento, los revolucionarios liderados por Francisco Alberto Caamaño, ya tenían dominio de la situación general, lo que result´lo inaceptable para el gobierno de los Estados Unidos de América, que autorizó el desembarco de 42 mil marines en Santo Domingo y así impedir que se instaurara un gobierno de corte popular y democrático, situación que se inicia el 28 de abril de 1965, transformándose la guerra civil en guerra patria de la resistencia dominicana, contra la presencia del yanki invasor.

Durante 5 meses los dominicanos, dirigidos por Francis Caamaño, resistieron al ejército más poderoso de la tierra, jóvenes murieron, unos en campo de batalla y otros fruto de los bombardeos y la "operación limpieza" desarrollada contra los revolucionarios.

Herencia de Abril 65

Las conquistas en la Guerra de Abril van más allá de lograr la celebración de elecciones generales, impidiendo así la reinstauración de la dictadura sin Trujillo. 

Los éxitos de la Guerra de Abril del 65 superan el hecho en sí de establecer el patriotismo y la determinación de un pueblo a defender la patria y su soberanía.

Resultado, con la marca eterna e imperecedera de la Guerra de Abril  es el nacimiento, al fragor de la guerra, de un movimiento renovador en el seno de la Universidad de Santo Domingo, pues con este acontecimiento fue derrotada la vida elitista dentro de la academia, logrando así el nacimiento del fuero universitario, la democratización de la Universidad, la autonomía y el nacimiento de un faro de luz, al servicio de la sociedad.

La Universidad vino a ser desde entonces una trinchera al servicio de la cultura, del saber, de la lucha y la resistencia democrática.

Aquel movimiento renovador y transformador que impactó a la sociedad argentina, precisamente en Córdoba durante 1918, vino a ser un canal ideológico que inspiró a los estudiantes e intelectuales dominicanos, al calor de la Guerra de Abril, para dar al país una educación superior democrática y patriótica.

Que vivan por siempre los hombres y mujeres, que, junto a Francisco Alberto Caamaño, se la jugaron por el país en la Guerra de Abril de 1965.

 

Santo Salvador Cuevas
Santo Salvador Cuevas
Quien escribe es militante social de larga data, egresado con honores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) licenciado en Filosofía y Letras, con residencia en el municipio de Tamayo, al Sur del país.

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