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lunes, junio 30, 2025
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El CDP bajo el peso del abandono y al borde del colapso

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Por Julio Disla 

“Una azotea agrietada puede ser solo el síntoma visible de una institución que, como su edificio, amenaza con derrumbarse desde sus cimientos.”

Un techo al borde del colapso

El edificio del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), enclavado frente al mar Caribe, luce cada vez más como un monumento al abandono. Filtraciones persistentes, grietas en expansión, pozo de aguas negras en su alrededor, acumulación de materiales sobre la azotea y años de indiferencia técnica han puesto en riesgo su estructura.

Técnicos consultados han advertido de manera tajante: el techo del CDP podría colapsar por sobrecarga, especialmente durante la temporada ciclónica. Pero esta alerta ha sido ignorada por quienes encabezan el gremio.

“El techo ya no aguanta más peso ni más indiferencia”, ha dicho un ingeniero consultado.

Antenas sobre escombros

La falta de una visión gremial eficiente y estratégica ha llevado a la actual directiva del CDP a tomar decisiones desesperadas e irresponsables, como alquilar la azotea del edificio para la instalación de antenas de telecomunicaciones, con el pretexto de cubrir los gastos operativos del colegio. Esta medida, tomada sin un estudio técnico serio y sin consultar a la comunidad periodística, agrava el riesgo estructural de la edificación, ya comprometida por años de deterioro y sobrepeso acumulado. 

En vez de gestionar recursos de manera transparente o promover un plan de rescate institucional, se apuesta por parches peligrosos que podrían terminar provocando el desplome físico de lo que ya se tambalea moral y políticamente.

Planes oscuros: ¿vender sin consultar?

Mientras la amenaza física crece, la amenaza moral y política se consuma en silencio. La actual directiva del CDP planea vender el edificio sin consultar a sus verdaderos dueños: los periodistas.

No hay convocatorias. No hay informes. No hay votos. Solo rumores confirmados por fuentes internas que apuntan a una decisión tomada entre pocos y por motivos aún menos claros.

Se trama en las sombras la venta del inmueble. La directiva no rinde cuentas ni convoca a su gente. Actúan como dueños de lo que es colectivo.

La casa del periodista no se vende

El edificio no es solo concreto. Es símbolo de lucha, memoria colectiva y dignidad profesional. Aquí se han forjado batallas por la libertad de expresión, la democracia y la justicia social.

Venderlo sin consultar es tanto como demoler la historia gremial que allí habita.

Permitir la venta sin el aval de una consulta democrática es tan criminal como permitir su derrumbe por negligencia.

Llamado al combate gremial

Frente al abandono físico y la traición ética, es hora de alzar la voz.

Llamamos a todos los periodistas honestos, a los gremialistas con memoria, a la juventud que aún cree en el oficio como vocación de servicio público:

¡No permitamos el derrumbe ni la venta de nuestro colegio!

¡Exijamos auditoría técnica y transparencia inmediata!

¡Organicemos una gran asamblea nacional para rescatar el CDP! 

“La casa del periodista no se vende. Se repara, se defiende y se recupera colectivamente.”

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