Vacunas a recién nacidos, un drama difícil en zona de Santo Domingo Oeste

SANTO DOMINGO OESTE. La emoción y alegría que vive una joven que acaba de dar a luz al tener en sus brazos a su primogénito, comienza a desdoblarse cuando se le informa que debe vacunar de inmediato a su dulce criatura.
Residiendo en el municipio Santo Domingo Oeste y más cercano en Bayona, donde funcionan tres centros hospitalarios, uno en Engombe, otro en Las Caobas y un dispensario exclusivo para vacunación, “al que no sabe pescar, se le vuelve el peje espina”.
Conseguir en esos lugares públicos esa primera dosis, puede ser un tormento.

La odisea de Bethania García
Según explica la joven madre Bethania García, su primer descenso fue al centro de vacunación en Bayona. La política de allí establece que “sólo se vacunarán los jueves los bebes recién nacidos, siempre y cuando se presenten al centro médico más de cinco niños o niñas”.
A seguidas la enfermera le justifica esta decisión, “porque los frascos de esa vacuna vienen con cinco dosis y si no hay bebés suficientes ese día para vaciar el potecito, las que quedan se pueden dañar”.
Como Bethania dio a luz el domingo se estremeció.
Lo primero que le advirtió el pediatra que le recibió a su hijo, fue que debía vacunarlo en las primeras 12 a 24 horas de nacido.
Ella fue a vacunarlo el martes, ya que había sido intervenida con una cesárea el domingo y fue dada de alta el lunes después del mediodía.
Su tristeza es comprensible, no solo por la exhortación del personal médico que la asistió, sino por lo que establecen los organismos nacionales e internacionales que manejan los planes de vacunación.
“La primera vacuna del bebé es contra la hepatitis B. Se aplica dentro de un plazo de 12 a 24 horas desde el nacimiento. Su bebé recibirá la segunda dosis de la vacuna contra la hepatitis B cuando tenga 1 o 2 meses y la tercera dosis cuando tenga entre 6 y 18 meses. Esta vacuna actúa como una red de seguridad al reducir el riesgo de que contraiga la enfermedad de usted o de otros familiares que podrían ignorar que están infectados”, establecen las normas mundiales para enfrentar esta terrible enfermedad.
Sabiendo a lo que se exponía su recién nacido, Bethania se dirigió, ya con los ojos húmedos, hacia el Centro Médico Engombe y ella cuenta que ese lugar era como un mercado. Los pasillos del hospital estaban repletos y cuando llegó a la ventanilla destinada para las vacunas, la asistente le informó que se habían acabado los tickets para esa mañana y que debía volver luego.
Lo primero que calculó fue las horas transcurridas desde su parto hasta ese momento, que debían ser las 10 de la mañana.
Entre el tumulto le preguntó a una enfermera que a cuál otro lugar podía ir a vacunar a su niño con la primera dosis.
“Ve al hospital de Las Caobas a ver qué te dicen”, fue la respuesta.
El hecho es que cuando esta joven llega con su niño a Las Caobas, transportándose en un motoconcho, exponiéndolo, por su delicadeza y fragilidad de recién nacido a todo tipo de contaminación, apretujamiento y sudoración, le informan que en ese lugar “solo se aplica la primera dosis de vacuna los viernes”.
Era para desmayarse, pues en cualquiera de esos escenarios que le brinda el sistema de Salud del Estado, ya aquellas 12 o 24 horas estaban descartadas y su niño quedaba desprotegido por completo.
Advertencia de los organismos internacionales de salud
Los mismos organismos internacionales alertan a la población, y en especial a las madres recién paridas, que “desde el nacimiento hasta los 6 años, los bebés reciben vacunas para protegerlos contra la hepatitis A y la hepatitis B, el rotavirus, la difteria, el tétanos, la tosferina, el haemophilus influenza, la polio, la enfermedad neumocócica, el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela. Sin las vacunas, su hijo queda expuesto al riesgo de enfermarse gravemente y sufrir dolor, discapacidad e incluso la muerte por enfermedades como el sarampión y la tosferina”.
Instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Panamericana de la Salud (OPS) especializan fondos con millones de dólares para estos programas y son asesores directos del Gobierno dominicano.
Según explican algunos galenos, estas situaciones están resueltas en el país, pero en los papeles. Los presupuestos de cada año en Salud Pública están repletos de fondos para la primera dosis en recién nacidos.
Pero la realidad de estas cosas la acaba de vivir Bethania García con su niño recién nacido en sus brazos.
Cualquier madre con una experiencia como la de Bethania, si proyecta lo que le viene al momento de proteger la salud de su recién nacido, difícilmente vuelva a parir jamás.

Habla UNICEF
“La metodología de mejora de la calidad y humanización de los servicios de atención a las madres y recién nacidos, ha sido evaluada y existen las evidencias de que, si se implementa como fue concebida, se pueden salvar vidas de madres y recién nacidos. Salgamos de aquí todos y todas a superar el 20% de reducción de la mortalidad materna y mortalidad neonatal, que el Servicio Nacional de Salud estableció en el Plan de Tolerancia Cero”
Rosa Elcarte, representante UNICEF República Dominicana, 04 de abril del 2022 en un acto en San Pedro de Macorís.

Meta de Dosis y Población 2018-2021 del Plan Regular