Lito Santana
Mucha gente cuando organiza sus giras hacia la zona de Samaná, siempre se enfoca en todo ese litoral bañado por las aguas del Océano Atlántico, y en busca de esas aguas saladas se extiende hasta la galera, una playa famosísima por la tranquilidad de sus aguas y su poca profundidad que te permite caminar cientos de metro hacia el océano, sin que las olas pasen de tu cintura.
Algunos no se dan cuenta que ahí en Las Galeras, justo en la Playa Rincón, desemboca el Río Caño Frío, cuyas aguas son de color verde esmeralda, pero buscando a sus orígenes en las montañas se convierten en un azul turquesa impresionante.
A conocer este río, uno de los más bellos del país, es que te estoy invitando.
Como su nombre lo indica, el río Caño Frío, se caracteriza por la frescura de sus aguas, que poco antes de desembocar en el mar, se convierte en una tranquila piscina natural de agua totalmente dulce.
El lugar puede ser aprovechado por toda la familia, incluso, los más chicos, que siempre deben estar vigilados.
Es tan impresionante la belleza de esta confluencia que los expertos de la UNESCO, equipo especializado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo han catalogado como de los más hermosos del mundo.
Disponer de un día para este goce te llevará a registrar uno de tus momentos inolvidables, que te gustará repetir.
En los alrededores de este balneario se han colocado lugares de venta de comidas con productos de la zona, como pescados, langostas y camarones, cocinados totalmente a la criolla con precios accesibles.
Si estás en la ciudad Capital debes prepararte para un viaje largo, de aproximadamente cinco horas, pues luego de llegar a Samaná, tienes que hacer ruta hacia Las Galeras y llegar hasta la Playa Rincón.
No importa la distancia, lo que te espera en el Río Caño Frío, es una oferta que debes aprovechar.
