lunes, abril 29, 2024

Atención temprana al dengue será clave en un año potencialmente  peligroso

Por Omar Santana

El dengue es una enfermedad transmitida a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti. Causa síntomas como fiebre leve a muy alta, acompañado de intensos dolores de cabeza, detrás de los ojos, en músculos y articulaciones. 

En casos graves, puede dañar órganos, generar dificultad respiratoria y finalmente la muerte. 

En los últimos años, el tratamiento y diagnóstico temprano de la enfermedad ha mejorado, reduciendo su mortalidad a un 0.17%, aproximadamente, dos por cada mil infectados a nivel mundial. 

Las altas temperaturas y las temporadas lluviosas incentivan la propagación de los mosquitos que transmiten la enfermedad.

En 2023, la República Dominicana sufrió los embates del Aedes aegypti. A pesar de todos los avisos internacionales y advertencias locales, el Ministerio de Salud Pública llegó a los meses claves de agosto y septiembre, desarmado.

Oídos sordos

Para 2024, los científicos del clima a nivel global han advertido que el mundo estará bajo los efectos del fenómeno de La Niña, un fenómeno que favorece temporadas ciclónicas más activas en la cuenca del Atlántico y el mar Caribe. A esto, se suma la continuidad del aumento de los casos de dengue en las naciones al sur del Ecuador, desde que inicia el año.

Para muestra, basta con observar lo ocurrido en 2023. En febrero del año pasado Brasil informó a la Organización Panamericana de Salud el resurgimiento de casos de dengue. Ubicado en el hemisferio Sur, el anuncio brasileño debió servir de advertencia para la República Dominicana y el resto de los países latinoamericanos sobre lo que podía ser el año pasado en materia de dengue.

Cinco meses después, el 27 de julio de 2023, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó más de tres millones de casos confirmados de dengue, lo que a mitad de año ya suponía la segunda mayor cantidad de casos de la enfermedad desde el año 1980, de acuerdo con la revista Nature.

Advertencia para Europa

El 21 de julio de ese mismo año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a los países europeos, donde el dengue no es endémico, “que se preparen para posibles brotes de dengue una vez que pasen los episodios de olas de calor que se están viviendo en distintas partes del continente, pues en ese momento pueden surgir las condiciones ideales para la propagación del mosquito vector de esta enfermedad”.

Pero en República Dominicana el discurso era otro, el 13 de julio de 2023, el coordinador de las Direcciones Provinciales, Luis Rosario, destacaba que para la fecha “se habían reportado 2,697, a diferencia del 2022, cuando hubo 3,253”. 

El golpe

Apenas entró septiembre, ya los centros médicos acusaban falta de camas para recibir pacientes con síntomas de dengue. 

El Ministerio de Salud Pública no contó con un plan de prevención contra la enfermedad: cero programa de fumigación, ninguna estrategia de comunicación de prevención o de orientación sobre cómo actuar ante un posible caso de dengue, baja habilitación de camas. Y como si todo esto fuera poco, acusó al sector privado de no querer recibir pacientes con dengue.

Al terminar el 2023, las cifras oficiales de dengue fueron 24,735 casos de dengue y 23 fallecimientos a causa de la enfermedad.

La advertencia al iniciar el año

Todo esto viene a colación porque al igual que en 2023, Brasil ya está en alerta por el dengue. En las primeras cinco semanas de lo que va de 2024 364,855 casos de infección, cuatro veces más que los casos de dengue en el mismo período de 2023.

La rápida propagación del dengue ha causado 40 muertes confirmadas, dijo el ministerio, y otras 265 son investigadas.

Estas cifras de infección se parecen mucho a las estadísticas dominicanas, en materia porcentual. El Ministerio de Salud Pública reportó en las primeras cuatro semanas de 2023 un total de 665 casos. 

En 2024 en República Dominicana van 3,388 casos de dengue notificados en las primeras cinco semanas. Esto es cinco veces más que el año pasado.

Sin embargo, las autoridades dominicanas sostienen que “la incidencia de la enfermedad mantiene una tendencia a la baja en las últimas semanas”.

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