sábado, septiembre 7, 2024

Tráfico de órganos, la otra tragedia haitiana de la que no se habla

Por Omar Santana

En Haití, el tráfico de órganos ha emergido como una de las formas más siniestras y ocultas de explotación humana, revelado recientemente por Djovany Michel, periodista haitiano y secretario general de la Red Haitiana de Periodistas Anticorrupción (RHAJAC).

A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter) el pasado 23 de junio, Michel lanzó una grave advertencia sobre cómo detrás del comercio aparentemente inofensivo de anguilas, se oculta una supuesta red criminal conocida como "5 Segond", implicada en el tráfico de órganos humanos. Esta red no solo cuenta con la complicidad de médicos que extraen los órganos de las víctimas, sino que también utiliza las exportaciones de anguilas hacia China para camuflar y transportar estos órganos.

La corrupción y la negligencia del gobierno haitiano han permitido que el mercado de exportación de anguilas, regulado por una licencia cuyo costo debería ser de 50,000 gourdes, sea explotado por esta red criminal. 

De acuerdo con el periodista, en la práctica, estas licencias se venden hasta por 100,000 dólares estadounidenses a un grupo selecto de empresarios, entre los que se encuentran nombres conocidos en el ámbito comercial haitiano. Este contexto facilita que el tráfico de órganos se mantenga en la sombra, sin una intervención efectiva por parte de las autoridades.

Problema mundial

El tráfico de órganos no es exclusivo de Haití; es una práctica global que prospera en la sombra. Se estima que el 10% de todos los trasplantes de órganos, incluidos pulmones, corazones e hígados, se realizan con órganos traficados. 

Los riñones son especialmente codiciados. Según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 10,000 riñones se comercian anualmente en el mercado negro, más de uno cada hora.

De acuerdo con la publicación sin fines de lucro ACAMS, la desesperación de pacientes en países desarrollados, donde los tiempos de espera para un riñón pueden ser de varios años, alimenta esta demanda ilegal.

La naturaleza clandestina de este comercio implica que los órganos traficados pueden terminar siendo trasplantados en hospitales de renombre en grandes ciudades o en improvisadas salas de operaciones en viviendas particulares. 

Los traficantes aprovechan la vulnerabilidad de los donantes, quienes a menudo son engañados o coaccionados, y no se les somete a los exámenes médicos necesarios para asegurar su idoneidad como donantes. 

Los pacientes, desesperados por un trasplante, caen en las redes de traficantes que se presentan como representantes de organizaciones altruistas, explotando financieramente a ambos lados del espectro: a los donantes y a los receptores.

Un problema perenne

El 28 de junio de 2023, William O’Neill, experto independiente sobre la situación de los derechos humanos en Haití, presentó un informe ante las Naciones Unidas, detallando la dramática situación de derechos humanos en el país. 

O’Neill destacó que la violencia y la inseguridad crónicas han creado un entorno propicio para todo tipo de abusos, incluido el tráfico de órganos. Las bandas criminales, que aterrorizan a más de la mitad de la capital Puerto Príncipe, son responsables de violaciones masivas y otros actos de brutalidad, desplazando a decenas de miles de personas y exacerbando la miseria y el sufrimiento.

En su informe, O’Neill subrayó la necesidad urgente de reforzar las instituciones públicas y restaurar la confianza en el sistema judicial y policial. En este contexto de caos y desintegración social, las autoridades haitianas enfrentan enormes desafíos.

O’Neill expresó su esperanza en que, con el apoyo adecuado de la comunidad internacional y un compromiso renovado de las autoridades haitianas, se pueda revertir la actual. 

Desde el terremoto de 2010, Haití se ha convertido en un país verdaderamente susceptible para el tráfico de órganos. De acuerdo con el exprimer ministro, Jean-Max Bellerive, el tráfico infantil era “uno de los mayores problemas” y reconoció la existencia de “tráfico de órganos para niños”, de acuerdo con el periódico español El País del 2 de marzo de 2021.

La violencia de las bandas, que prolifera en la capital y otras áreas del territorio debe ser abordada de manera decisiva para permitir un entorno más seguro y propicio para el respeto de los derechos humanos.

El tráfico de órganos en Haití, impulsado por la desesperación económica y la falta de gobernanza, es un reflejo de una problemática global que afecta a las poblaciones más vulnerables. 

Abordar este delito requiere una acción coordinada que involucre tanto a actores nacionales como internacionales, mejorando los sistemas de donación de órganos legales, aumentando la conciencia sobre los riesgos del tráfico de órganos y fortaleciendo la aplicación de la ley para desmantelar las redes criminales involucradas.

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