Los principales candidatos presidenciales de la República Dominicana se alinean en la carrera de proclamaciones.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) oficializó a Abel Martínez como su candidato presidencial de cara a las elecciones del 19 de mayo próximo.
Abel Martínez proclamó un discurso de campaña, que en épocas en el que se describió como ser humano y político y planteó los ejes centrales de un gobierno suyo.
En tanto que Luis Abinader fue proclamado por cuatro partidos políticos y ya va por siete. De los partidos políticos que van alianzas con el presidente Luis Abinader se sumaron el fin de semana Unión Demócrata Cristiana (UDC), Cívico Renovador (PCR), Nacional Voluntad Ciudadana (PNVC) y Demócrata Popular (PDP) tras ser proclamado como candidato por esos partidos en eventos separados celebrados ayer.
Entre ellos el UDC, el PDP y el PCR habían hecho acuerdos en el pasado con el PLD, pero ahora su sed de estar en el tren gubernamental los acercó a Luis Abinader, si no pregúntele a Radhamés Zorrilla Ozuna que puso a jurar al presidente de esta manera:
"Levantando su mano derecha. Jura usted por Dios, por la Patria, por su honor ser el candidato del Partido Cívico Renovador, organización política patriótica, duartiana, luperioniana, peñagomista. ¿Jura usted darnos la oportunidad de nosotros ser parte del tren gubernamental desde ahora y también para después?"
Y el presidente respondió: “Lo juro”.
Leonel Fernández fue proclamado por el BIS, partido fundado por José Francisco Peña Gómez. Ahora Fernández suma como aliados a los Partidos Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), el Partido Demócrata Institucional (PDI), el Movimiento Rebelde, y el Movimiento V República.
Al asumir la candidatura del BIS, Leonel Fernández declaró: "Uno consideraría que, estando la corriente del PRD, hoy PRM, en el poder, habría hecho un mayor reconocimiento de la estatura histórica de José Francisco Peña Gómez, pero en este gobierno del PRM se han olvidado de la figura de José Francisco Peña Gómez".
Massa sorprendió a Milei
El candidato oficialista a la Presidencia de Argentina, Sergio Massa, dio el domingo la sorpresa al revertir los sondeos, ganar holgadamente la primera vuelta de los comicios presidenciales y convertirse en el virtual líder del peronismo, desbancando de este puesto a Cristina Fernández de Kirchner.
Massa obtuvo el primer lugar en las votaciones con el 36.33 % de los votos, y competirá con el economista y líder de la formación de ultraderecha La Libertad Avanza, Javier Milei, quien sumó el 30.18 %, a pesar de los sondeos pronosticaban su triunfo.
En el camino se quedaron Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, la gran perdedora de la jornada electoral, que apenas alcanzó el 23.82 % de apoyo; al peronista disidente Juan Schiaretti, que obtuvo un 6.98 %; y a la líder del Frente de Izquierdas y los Trabajadores, Myriam Bregman, con un 2.66 %.
La situación venezolana
La exdiputada María Corina Machado fue elegida con más de 500,000 votos, como la nueva líder de la oposición de Venezuela, un podio que estrena con una inhabilitación administrativa hasta el 2030.
La inhabilitación técnica dictada por la Contraloría no le impide competir en las elecciones, pero es la puerta para que el chavismo, que necesita una decisión del poder judicial para desacreditarla como candidata, lo consiga.
La cuestión haitiana
Mientras el Gobierno dominicano solicita ante las Naciones Unidas que se ponga en práctica a nivel mundial las resoluciones aprobadas que buscan desarticular los tentáculos financieros de las bandas en Haití y acelerar el envío de tropas policiales lideradas por Kenia al vecino país, la situación se complica.
Una corte de Kenia extendió la orden que impide al gobierno enviar a cientos de policías a Haití para encabezar una misión con apoyo de la ONU para pacificar el conflictivo país caribeño.
Esto a pesar de que las Naciones Unidas advirtieron de que la seguridad en Haití, donde pandillas violentas controlan gran parte del país, se deterioró aún más alcanzando niveles récord de criminalidad.
Cada vez es más difícil pensar en la posibilidad cercana del envío de ayuda policial o militar extranjera al vecino país.
