lunes, abril 29, 2024

Las relaciones públicas en la LMD

Por Melton Pineda Féliz

A raíz de laborar en el periódico El Sol, donde además de fotógrafo, redactábamos las informaciones que recibía, manejaba el vehículo que me asignaban, o sea, la labor de tres empleados la hacía uno.

Esto me granjeó muy buenas relaciones en la primera etapa de dos que laboré en El Sol, ubicado en la carretera Sánchez, kilómetro 7 y medio, muy cerca de la Cervecería Nacional Dominicana, frente a César Iglesias.

En esa ocasión, cubríamos varias fuentes gubernamentales en el Centro de los Héroes (La Feria), llámese la Lotería Nacional, Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), el Congreso, Cámara de Diputados y la Liga Municipal Dominicana (LMD).

Al llegar al poder el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), desarrollé muy buenas relaciones con el titular de la LMD, doctor Juan López Ramírez, persona de que la que no me arrepiento de haber laborado junto a él.

Tanto estrechamos la amistad, con el doctor Juan López, que en una ocasión nos invitó a su despacho y me propuso laborar en esa institución. Ya él conocía la labor que había realizado en la campaña presidencial de Antonio Guzmán.

En atención a la amistad con el secretario de Interior y Policía, el licenciado Vicente Sánchez Baret, le informé sobre la conversación con el Dr. López en la LMD, y le ponderé lo decente que era.

Nos dijo da lo por un hecho, ve mañana donde él que yo lo llamo hoy mismo.

Al otro día, fui al organismo rector de los Ayuntamientos y de inmediato, su titular nos dijo: me llamó Vicente ayer. Le hablé de las buenas relaciones que tenía con los Sánchez Baret, Lorenzo, Sofía Leonor.

Al día siguiente, me propuso que laborara como asistente del director de Relaciones Públicas, el periodista Rafael Pérez y Pérez.

Investigué sobre Pérez y Pérez, nos dijeron que era un reformista, pasivo, que no le hacía una maldad a nadie, según el periodista Desiderio Rivas, que era el sub-subdirector.

Me integré a la labor asignada, y elaboré propuesta para mejorar los tradicionales métodos comunicación, estáticos desde hacía más de 25 años, y a los tres meses el titular de la LMD, me llamó. Yo no imaginaba que que el Dr. Juan López quería salir del titular de esa dirección y estaba probándome.

En uno de esos viajes a San Juan de la Maguana, de donde este era oriundo, me preguntó sobre sobre las ideas de renovación de la dirección de Relaciones Públicas. Le prometí responderle por escrito.

Elaboré un PLAN de RELACIONES PUBLICAS Y DESARROLLO DE LIDERAZGO de 24 puntos, y lo que entendía que no se estaba aplicando en esa unidad rectora de los ayuntamientos.

En una ocasión, Juan López me sorprendió, diciéndome: voy a quitar a Perecito, ese reformista. Le pregunté que quién era Perecito. Me dijo: oh, tu jefe, y te voy a poner a ti.

Le dije que me llevaba muy bien con él, que era un hombre capaz y que no se vería bien, que a tan poco tiempo de yo llegar a ese departamento lo sustituyera y me acusarían de serrucharle el palo y que además yo laboraba en un periódico que me ocupaba mucho el tiempo.

Todo quedó ahí, no le gustó mucho esa actitud mía, hasta que un mal día de esos que se le meten a algunos jefes, fue él mismo al Departamento, y en la puerta sin entrar, me dijo: Melton, ven acá, no, no, no. espérame aquí, déjame llegar donde Madrigal. Madrigal, era el Auditor General, de la LMD, cuya oficina quedaba justo al lado de Relaciones Públicas.

Ya en la LMD se daba por un hecho, que habían llegado las últimas de Perecito.

Al pasar de nuevo, López me dijo: Melton, ven a mi despacho.

Entré, se estaba tomando un coñac, un Carlos Primero. Antes de sentarse en un sillón a cuadros que tenía, me dijo: mira Melton, creo que las cosas han cambiado en unos meses que tú estás aquí, todos los compañeros me lo dicen cuando me ven, que ahora salgo mucho en los periódicos. Así que te jodiste, tienes que aceptarme la dirección de Relaciones Públicas. Ya yo hable con Vicente, o si no, voy a buscar a otro, y no se ve bien que tú estando ahí, eso no es higiénico, yo nombrar otra gente. Mira a ver porque tú dices que tiene muchas responsabilidades en El Sol, renuncia y ven para acá.

Le dije, bueno Juan, excúseme, yo acepto el cargo, pero si usted no cancela a Perecito, porque además es un hombre sin malicia, y va a pasar hambre.

Dijo: -Bueno, ¿y donde lo voy a nombrarlo? Le informé que yo había hablado con el secretario general de la LMD, el Dr. Teófilo Severino y me sugirió que lo trasladáramos como Asesor del Comité Ejecutivo, López reaccionó positivamente, diciendo: aaaaahhhh, sí, él cabe bien ahí, porque tiene mucha experiencia.

Seguimos degustando el coñac Carlos Primero y entre una corta y una larga, llamó a la secretaria Doña Mariana y le ordenó que generara dos nuevas designaciones, una nombrándome con director general de Relaciones Públicas y a Perecito como asesor del Comité Ejecutivo de la LMD, que lo tramitara a Nelson García, jefe de personal.

Le pedí que cuando fuera a asumir el nuevo cargo, que nos acompañara y que le hiciera el anuncio él a Perecito.

 Justamente llegó a la institución y sin pasar por su despacho me sorprendió, llamó al jefe de personal, Nelson García que subiera con los nombramientos y nos posesionó en los nuevos cargos. 

Renuncié del periódico El Sol y me dediqué en cuerpo entero a la nueva función.

No dejo de recordar el equipo que me acompañó en esta labor de Relaciones Públicas: Doña Ana Peña, que encontramos allí con más de 25 años, periodista Desiderio Rivas, quien luego renunció, Loyda Peña, Justo el Mensajero, Javier de la Paz, primo hermano nuestro y a quien rescatamos del departamento de Transportación, y la señorita Luisa Dicló.

Con la ayuda de este equipo, colocamos a la LMD como el centro de atención de los periodistas que cubrían las fuentes de La Feria.

Muchos periodistas, camarógrafos, camarógrafos ayudantes y choferes están vivos y pueden testimoniar.

Cuando se iba hacer una rueda de prensa en La Feria, llamaban a nuestra oficina, que regularmente, estaba llena de periodistas, camarógrafos y fotógrafos.

En cada viaje que hacíamos al interior con el titular de la LMD, los periodistas, camarógrafos y fotógrafos se peleaban porque les asignaran el viaje.

Con el desarrollo del plan de trabajo, que tenía 24 líneas de acción, cuando íbamos por el punto 10, el Dr. Juan López, por su presencia en los medios de comunicación, se convirtió en el Vocero de la Tendencia del presidente Antonio Guzmán Fernández.

Una tarde, el Dr. López, muy contento, llegó de las oficinas de Secundino Gil Morales, director del Consejo Estatal del Azúcar, (CEA), donde se reunían los seguidores del presidente Guzmán, y me felicitó, diciéndome que el plenario de la Tendencia de Antonio guzmán, lo había seleccionado como Vocero del grupo.

Me luce que esa escogencia no fue del agrado de nuestro amigo Sánchez Baret, porque me llamó a su despacho y me dijo: caramba Melton, pero yo no te recomendé para que crearas un monstruo y no dio más detalles, pro entendí el mensaje.

Luego, estos dos grandes amigos se pelearon y las cosas no siguieron del todo bien.

En medio de esta gestión en Relaciones Publicas de la LMD, el Dr. Juan López fue internado y operado de hemorroides. Esto ocasionó que tuviera que tomar una licencia por tres meses y ausentarse del cargo. El Comité Ejecutivo conoció la licencia y fue aprobada. 

Las cosas discurrían tranquilas, el doctor López tuvo una recaída tras la operación, debido a que fue a un descanso en una finca, en las montañas de San Cristóbal, propiedad de su esposa, Lucy Martínez Fernández, hija del exgeneral, Rolando Martínez Fernández, quien desempeñó los cargos de jefe del Servicio Secreto de la Policía Nacional, y Subjefe de esa institución, en tiempo de los 12 años de Joaquín Balaguer

A los dos meses de licencia, se convocó una reunión del Comité Ejecutivo de la LMD, pero no en la sede central, sino en el ayuntamiento de Bani. Esto puso en alerta a los amigos del Dr. Juan López, en licencia.

Indagando, el Dr. Severino nos informó que esa decisión de realizar esa reunión del Comité Ejecutivo en el ayuntamiento de Bani era del señor Ares Maldonado (El Pollo Amarillo). 

Esto nos puso más en alerta y se lo comenté a Nelson García, jefe de Personal y al doctor Severino, asistente del titular.

El Dr. Severino, hombre bueno y sin malicias, me dijo: pero eso no significa nada. Le hablé de las apetencias del Pollo Amarillo por ser secretorio general de la LMD…

Llegó el día de la reunión del Comité Ejecutivo de la LMD en el Ayuntamiento de Bani, y ciertamente, se develó la conspiración.

Dentro de los punto de agenda el número UNO era que ese organismo conociera la sustitución del cargo del Dr. Juan López, debido a su enfermedad y que se colocara en el cargo, al señor Ares Maldonado. 

El síndico del Ayuntamiento de Bani, era el ingeniero Vicente Castillo, quien, al darse cuenta de la conspiración, me llamó a la LMD. El DR. Severino, logró detener la sesión HASTA CONOCER DE LA OPINION DEL DR. JUAN LOPEZ. ESTABLECIMOS CONTACTO CON EL DOCTOR LOPEZ, Y DE INMEDIATO ACCIONAMOS. SE REDACTÓ UN comunicado EN DONDE EL DR. LOPEZ, ANUNCIABA SU REINTEGRACION inmediata AL CARGO.

El jefe de Personal de la LMD, Nelson García, fue comisionado a que inmediatamente fuera al ayuntamiento de Bani y entregara la comunicación de marras y se le dio lectura en el Comité Ejecutivo de la LMD, que sancionó como positivo el reintegro de su titular al cargo.

Mientras el departamento de Relaciones Públicas que encabezábamos despachaba una nota y un espacio pagado, anunciando el reintegro del DR. Juan López a su cargo como secretario general de la LMD.

Así quedó desactivada la conspiración y el Dr. López, convaleciente, llegó al otro día al edificio de la LMD a ocupar su cargo. 

Cada mes revisamos el Plan presentado, los errores cometidos, los avances y qué no se había cumplido en ese tiempo.

Cuando estábamos por el punto 20 de cumplimiento de nuestros objetivos, llegaron las elecciones de l982, y el titular de la LMD fue escogido como candidato a Diputado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por el Distrito Nacional.

Al ser escogido como candidato a diputado, el doctor Juan López tuvo que tomar una licencia al cargo en la LMD.

En uno de esos días, se reuniría el Comité Ejecutivo de la LMD y se trataría el tema de la sustitución interina del Dr. López y que sería reemplazado por un miembro del Comité Ejecutivo de la LMD.

Se convocó una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo de la LMD, cuyo tema era el conocimiento de la licencia de su titular para integrarse a la campaña de su candidatura a diputado por el Distrito Nacional.

Al inicio de esa reunión, el DR. López fue llamado de Palacio por el por el presidente Antonio Guzmán y tuvo que abandonar la sesión.

El Dr. López, equivocado políticamente, creía que su sustituto sería el doctor José Manuel Cocco Abre, miembro del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y representante en el comité ejecutivo del ayuntamiento de Pedernales del cual era presidente.

Le razoné al doctor López por qué no podíamos poner en manos de los reformistas ese organismo, cuando estaba por el medio Javier Peña, miembro del PRD y representaba el ayuntamiento de Santiago de los Caballeros y que, en última instancia, por favor, se decida por el Dr. Carlos Carmona Mateo, miembros de ese organismo en representación del Ayuntamiento de Bani, también perredeísta.

 

Cuando le presenté la alternativa del Dr. Carmona Mateo nos dijo textualmente, “ese hombre no tiene personalidad, tú no ves que viene a las sesiones con dos saquitos, estrujados, no, no, no”.

Le alegué, pero es perredeísta, bueno, vamos a ver, no me rechazó del todo mi candidato.

Cocco era del PRSC, y el licenciado Javier Peña, presidente del Ayuntamiento de Santiago, le interesaba el cargo y además que era de la tendencia del doctor Salvador Jorge Blanco, quien ya era candidato presidencial del PRD.

El señor Ares Maldonado, también le interesaba el interinato en el cargo y ya había provocado un conato en el Comité Ejecutivo.

Tamaño dilema

El doctor Juan López dispuso desde el Palacio Nacional que continuaran con los puntos de la agenda, menos la designación del sustituto interino en la LMD hasta que él terminara la reunión con el mandatario en el Palacio Nacional.

A poco rato, nos llamó el Dr. Severino, que fuese urgente al teléfono, no nos dijo quién nos llamaba, era el doctor Juan López, con un mensaje del presidente Antonio Guzmán.

Le dije que la sesión del Comité de la LMD, encabezada por el subsecretario de Interior, y Policía, Ares Maldonado, (El Pollo Amarillo) quien asistía como presidente ex-oficio, estaba en desarrollo y me ordenó: ve y párala y diles a los miembros del comité ejecutivo que el Dr. López te llamó, que el presidente Guzmán quiere un hombre suyo en ese cargo, que puede ser el Dr. Carlos Carmona Mateo.

Inmediatamente se retomó la sesión y se propuso al Dr. Carmona Mateo como secretario general Interino de la LMD, en sustitución del Dr. Juan López debido a que este entraba en licencia como candidato a diputado por el PRD.

Al someter la moción de que el Dr. Carmona Mateo fuera el candidato para ocupar ese cargo, hasta el Dr. Cocco declinó sus aspiraciones y solo el licenciado Javier Peña, tuvo la valentía de pararse y decir, PERO ESTO ES UNA DICTADURA, y se marchó de la sesión. 

Carmona Mateo, fue aprobado como secretario general Interino de la LMD en sustitución del Dr. López.

Carmona Mateo se paró de su asiento y me dio un abrazo que por poco me rompe dos costillas, brincándome y felicitándome.

Juan López se despidió al otro día del personal de la LMD, aduciendo que si perdía volvería al cargo, para que su nuevo titular no se entusiasmara.

Con el Dr. Juan López, anduvimos varios puntos de la capital en campaña política, le recomendamos la confección de un afiche donde el hijo de Susana Morillo, uno de los mejores fotógrafos artísticos, que pegó muchísimo. En fin, ganó la candidatura.

 

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