lunes, noviembre 4, 2024

Las Águilas Cibaeñas no han aprendido la lección

Por Yancen Pujols

Las grandes organizaciones evitan generar el drama, una condición que de por sí les persigue por el nivel que han alcanzado.
Suele pasar que con esos equipos todo se magnifica.
Parece que las Águilas Cibaeñas no han aprendido la lección en los últimos años.

Por segunda contienda seguida son protagonistas de una novela que solo les perjudica, enviando a lo externo el mensaje de que sus grupos de poder no se entienden y esa inestabilidad desciende a velocidad récord a los demás espacios, incluido, penosamente, el de los actores en el terreno.
Uno pensó que con lo vivido en la pasada contienda con el cambio de Tony Peña por José Leger como dirigente, el alto mando amarillo captó varios mensajes tras quedarse fuera de la clasificación.

Las improvisaciones se pagan caro y la pelota de hoy día es muy distinta a la de otras épocas sin dejar de mencionar que hay que tener el personal para competir. En el béisbol, de todos los deportes, el famoso “cuco” no existe.
Para este campeonato, todo pintaba mejor y se dejó “trabajar” al gerente Ángel Ovalles, quien hizo una limpieza en el camerino y designó a Manny García como su capataz.

Las Águilas comenzaron con una anemia ofensiva de niveles insospechados, lo cual no es culpa del mánager ni mucho menos, y el pasado fin semana, con el equipo con foja de 2-5, varios reportes indican que directivos estaban decididos a botar a García y de hecho se hicieron varias llamadas.

Pasarle por encima o querer imponerle mandatos al gerente Ovalles se ha vuelto norma en el conjunto con la segunda mayor cantidad de coronas (22) en nuestra pelota otoño-invernal.

¿Es justo evaluar un timonel por los primeros nueve partidos? ¿Qué tanto tiempo hubo entre el pasado torneo y el inicio de éste para contratar al ideal y no adoptar esa medida de completo desespero sin que pase el primer mes de acción?

García fue despedido el domingo en la noche tras la segunda derrota, por la vía de la blanqueada, ante los Tigres del Licey, los rivales de los mameyes, y cada partido que se pierde contra los azules sabe peor que la retama.

Pero por igual, hasta el lunes en la mañana había dudas sobre la permanencia de Ovalles en su cargo. Luego se aclaró el panorama y se le vio dándole la bienvenida a Yadier Molina, el nuevo mandamás de los sotaneros.

 Molina tiene nuevos asistentes, entre ellos Carlos Gómez y Rafael Furcal. ¿No fue posible esto antes de iniciar la faena? ¿Era tan complicado y había que esperar un 2-7?

El boricua ganó en su primer encuentro como dirigente, venciendo 6-4 a las Estrellas Orientales en Santiago.

Las Águilas pasaron de dos partidos sin anotar a hacer seis carreras el lunes. Esa es la pelota, pero la fiebre no está en la sábana.

Los sectores de poder deben entenderse primero y comprender que deben dejar que quienes saben de béisbol ejecuten en el terreno.

Una cosa es tener dinero y otra es saber de pelota. En Grandes Ligas, los dueños están en sus oficinas y los gerentes en sus palcos. 

En nuestro país, los socios están en las gradas y ahí reciben aplausos y por igual la famosa “cuerda” implacable de fanáticos que solo les importa ganar. 

Después de una tanda de parroquianos inconformes, cualquiera quisiera llevarse medio mundo por delante.

Eviten el drama, con eso no se gana. El nombre de Águilas Cibaeñas pesa y merece otro manejo a menos que quieran, como el mal estudiante, repetir el curso por pobres calificaciones.

Yancen Pujols
Yancen Pujols
Periodista

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