POR SANTO SALVADOR CUEVAS
Durante años el proceso migratorio de dominicanos que salían del país en busca de mejor suerte, usando la vía Miches-Mayagüez, no solo fue de impacto y de interés nacional, sino también que esta migración, constante y en cadena, generó mucho dolor y tristeza en la familia dominicana.
Por millares se contaron los desafortunados arrastrados por las aguas de un mar "embravecido" o que al zozobrar las frágiles embarcaciones fueron devorados por los tiburones.
De Miches a Mayagüez fueron muchos los jóvenes de ambos sexos que perecieron en el intento, y muchos los que lograr llegar a Puerto Rico, siendo deportados unos, y otros aún residen en "la Isla del encanto".
De repente, ese tráfico por la ruta de Miches a Mayagüez disminuyó de manera muy notable y de repente ya no es tan acariciada como ocurría en las décadas de los 80 y 90.
Pero ahora, un nuevo fenómeno migratorio impacta a los principales países del continente, sobre todo desde el Sur y el Centro de América, y que influye en la República Dominicana.
En la actualidad, lo que antes fue Miches-Mayagüez, ha devenido en "la vuelta por México", con su carga de peligro y una avertura poco triunfante.
Cruzar el Tapón del Darién, que se ubica en un territorio selvático de Colombia y Panamá, es peligro que ya ha arrancado la vida a decenas de migrantes que en la mayoría de los casos no llegan alcanzar el sueño o "la tierra prometida".
La ruta por México es mucho más peligrosa que la llamada vía de Miches a Mayagüez, pues en torno a esa selva del Darién y la frontera de Mexico-Estados Unidos, además de animales salvajes, se crean equipos armados que secuestran a inmigrantes y chantajean perdiendo rescates millonarios, terminando muchos casos en tragedia fatal.
Asimismo, en el Tapón de Darién, se han encontrado fosas de inmigrantes asesinados.
El mundo fue testigo de la represión implacable e inhumana que emplearon las autoridades migratorias de los EE.UU, en años muy recientes.
Se calcula que en 2023, cruzaron por el Darién hacia los Estados Unidos más de 420 mil inmigrantes, y hay cifras que establecen en más de 16,000 los inmigrantes que de manera desafiante tratan de alcanzar la meta.
De alta preocupación resulta este fenómeno migratorio por México, que provocó que más de 10 mandatarios de la región se dieran cita en ese país en octubre pasado para encontrar vías posibles para mitigar las causas que generan el flujo migratorio.
Abordo el tema solo para advertir a nuestra juventud del peligro que encara la ruta de México. No vale la pena arriesgar su vida por tan poca cosa.
Dadas las implicaciones y el riesgo de la ruta de México, es motivo suficiente para que nuestros políticos, a propósito de que estamos en campaña electoral, procedan a colocar en su agenda las políticas a desarrollar para contrarrestar el peligro de abandonar lo suyo a cambio de una vida incierta y peligrosa.
