viernes, abril 26, 2024

Iván Rodríguez: “Estoy seguro que vendrá el momento oportuno para que la izquierda llegue al poder”

A propósito del fallecimiento del revolucionario Iván Rodríguez, Pronosticamedia, rememora su última entrevista realizada por Lito Santana y publicada el 28 de junio de 2022.

El dirigente revolucionario Iván Rodríguez definió al dominicano como un pueblo luchador que no se cansará en su esfuerzo por conseguir un gobierno plenamente democrático, que resuelva las necesidades de los pobres.

Al ser entrevistado por Pronosticamedia.com, Rodríguez rememoró la lucha político-militar junto a Manolo Tavárez Justo y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, del que formó parte y se levantó junto con Manolo en la guerrilla contra el golpe de Estado de 1963.

A continuación, la entrevista completa:

Don Iván Rodríguez, dirigente revolucionario.Con sólo mencionar este nombre se piensa en la izquierda. ¿Dónde naciste Iván?

Yo soy un hombre nacional. Nací en Higüey, pero crecí en La Romana. Tuve que retornar a los campos en el 1967 fruto de la situación política de ese tiempo.

Y he vivido en muchos pueblos y campos del Este, del Norte, en el Nordeste y en el Distrito Nacional.

Esos cambios se debían a la persecución y al trabajo político en el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, cuando íbamos a las comunidades tratando de educar a la gente para alcanzar el poder político.

¿Cómo fueron tus primeros años, la infancia y demás?

Mi Papá era puertorriqueño. Nosotros nacimos en

un campo de Higüey que se llama Matachalupe.

Entonces, él, que había derivado de comerciante a agricultor, decidió mandar a sus hijos a La Romana donde una tía. Eso fue en 1946. Yo tenía casi ocho años. Y ahí comencé a ir a la escuela.

En ese tiempo comenzamos a conocer la ciudad de La Romana, que era una propiedad absoluta del Central Romana. 

La fuerza de trabajo de ese lugar dependía del Central Romana y cuando crecí también fui su empleado.

¿Cómo era aquello en ese tiempo?

Así como se desarrolló el movimiento industrial, también se desarrolló la lucha de clase en esa zona. 

Con esta lucha vino la persecución contra aquellos que no admitían esa forma de explotación. Como era un enclave obrero, no se comulgaba con las leyes del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina. 

Recuerdo que siendo un muchachito se dio ahí el 7 de enero de 1946, una huelga que se convirtió en un detonante para la clase obrera. Ese movimiento abarcó también a San Pedro de Macorís y fue clave la participación de Mauricio Báez.

Yo fui creciendo con eso en mi mente y recuerdo a un dirigente sindical que le decían Negrito y a otro que le apodaban Blanquito. Había uno que le llamaban Nando. Eran obreros que se convirtieron en un faro de luz para el movimiento sindical. Yo crecí con eso.

¿Cuándo comenzaste la política?

Pasaron los años y yo estuve estudiando, y en el 1959 ya había cierta militancia, pero no era una cuestión orgánica. 

Lo cierto, es que el 1959, ya me había casado, me casé muy temprano y en la Oficina donde trabajaba en el Central Romana, me cancelaron. Parce que alguien le comentó a los jefes mis inquietudes políticas y me despidieron.

Después de eso me fui para un campo de Higüey.

Estando ahí, una noche sentimos un enorme tropel de caballos con jinetes del Ejército Nacional y uno le dijo a mi Padre: “vamos a matar a los barbudos”, refiriéndose a la expedición del 14 de Junio.

Ese movimiento del 1959 estremeció la conciencia nacional. Eso creó una actitud diferente en el seno de la población.

Fuimos encontrando a todo aquel que estaba deseoso de salir al descubierto. A partir de ahí comenzamos a nuclearnos y cuando matan a Trujillo, ya estábamos militando en el 14 de Junio, con el liderazgo de Manuel Aurelio Távarez Justo (Manolo)

¿Conociste a Manolo?

Tuve el honor de conocerlo: No solamente conocerlo. Nosotros tuvimos un recorrido con Manolo en la región Este del País. 

El fue a La Romana. Era un líder muy popular. Cuando llegó le prepararon un reconocimiento en una zona de la playa, un salón que le llamaban Caletón. 

Los dueños del Central Romana se desbordaron en apoyo. Las muchachas de la época, todas querían conocerlo. El salón estaba lleno. Pero, tras meditar y ver el tipo de público, Manolo nos dijo: “Vámonos de aquí, que este lugar no es para nosotros”. Y nos fuimos. 

La gente nunca supo por qué nos marchamos del lugar. 

Él nos dijo más adelante: “yo quiero reunirme con la juventud”. 

Y salimos para la casa de Radhamés Gómez, que era uno de los presos torturados que estuvo en la cárcel  La 40. Eso fue en el año 1962.

¿Usted estaba ahí, de cerca con Manolo?

Claro que sí. Yo era el presidente de la Juventud del Movimiento Revolucionario 14 de junio en La Romana.

Nos fuimos con él a la casa de Radhámes, que era el presidente del 14 de Junio en la provincia en ese momento.

Entonces, Manolo nos explicó la necesidad de la organización y la importancia que tenía la juventud. Nos dijo que la lucha que nosotros estábamos librando ahora y la que íbamos a librar tenía como objetivo garantizar las transformaciones de nuestro país, que iba en beneficio de todo el pueblo dominicano.

Dio muchas informaciones y después de eso nos fuimos con él a un recorrido por El Seibo, Hato Mayor y Sabana de la Mar. Recuerdo perfectamente ese recorrido.

En el Este, el 14 de Junio tenía muy buena estructura en todas las localidades.

Cuando Manolo tomó las armas y se fue a la guerrilla ¿qué Usted hizo?

Se seleccionaron estructuras del 14 de Junio en cada región. En el Este había un frente guerrillero. Venía mucha gente de San Pedro que exigía ser parte de esa guerrilla. Algunos hasta decían que si lo dejaban se quitaban la vida.

Había potenciales guerrilleros de La Romana, Higüey, El Seibo y Hato Mayor. Escogieron tres o cuatro combatientes de cada uno de las ciudades, porque se suponía que la mayoría de los participantes estaban en el campo. Las bases eran los campesinos. Era noviembre del 1963 y la dirección del partido decidió tomar las armas para que el país retomara el rumbo de la democracia y la Constitución del 1963, perdida por el golpe de Estado al profesor Juan Bosch.

¿Por qué lo seleccionaron a Usted?

Yo era el primero, porque desde que me integré al 14 de Junio era muy inquieto, activo y cumplidor con mis tareas revolucionarias. Además, era el presidente de la Juventud Catorcista en mi zona. Y por eso me seleccionaron para ir a la guerrilla.

Es bien sabido que eso fracasó. ¿Cómo sobrevivió Usted?

A mí me enviaron al frente del Este porque la guerrilla se constituyó en 6 frentes guerrilleros, uno por Enriquillo, en Barahona; otro cerca de Constanza, otro en Nagua, ahí estaba Manolo en la Cordillera Septentrional, otro en la Cordillera Central y nosotros que estábamos en la Cordillera Oriental.

Algunos no tuvieron ningún entrenamiento, fueron como quien dice “verdecito” al combate. Porque la gente quería ir como sea.

A los participantes no les importaba si iban a morir o si iban a vivir. Eran personas muy valientes.

¿Usted, sintió miedo?

No, al contrario, nosotros obligábamos a los dirigentes, para que nos incluyeran. Había compañeros que decían: “si me dejan aquí me mato”. Ese mismo Adolfo Pérez Santos, que era un hombre de 6 pies de altura, que era miope, que tenía los pies planos, estuvo todo el tiempo decidido a pelear.

¿Cómo usted salió de eso?

Duramos 16 días en la loma. Estábamos ya muertos del hambre. Algunos no nos desmayamos porque encontramos en una parcela abandonada dos racimos de guineos maduros. 

Cuando nos formamos para poder comer algo y en una fila que ya iba por el número 8, sonó un disparo. Aquello fue terrible, pues algunos segundos más tarde las balas llovían por doquier. 

El jefe de nosotros sólo atinó a decir que nos tiráramos dando vuelta por una cuesta. Prácticamente hasta ahí llegó nuestro frente guerrillero, pues sólo tres de nosotros pudo abandonar el lugar. Los otros cayeron presos, Algunos murieron. 

Caminando por las noches llegamos al poblado más cercano que era el municipio de Juan López, en El Seibo. Ahí contactamos a un pariente de uno de los compañeros y logramos abandonar la zona en un carro que nos condujo a la Nunciatura, en Santo Domingo, donde recibimos protección para salvar nuestras vidas.

Ahí supimos la muerte de nuestro comandante Manolo Tavárez Justo. Eso fue algo duro, muy duro para nosotros. Manolo fue un hombre extraordinario, uno de los hombres más extraordinarios que ha tenido este país.

¿De qué valió este esfuerzo y otros que la izquierda ha empujado por el bien de la Nación?

Creo que aquí como en otras naciones la izquierda se dejó imponer la agenda de la oligarquía. 

Nosotros teníamos nuestra propia agenda con vocación de tomar el poder, dispuesto a dar nuestras vidas por esa decisión. Pero nos fuimos a donde se entendió que nosotros podíamos jugar otro papel. 

Después de la Guerra de Abril se fue perdiendo esa vocación, porque aún en medio del fracaso de la guerrilla del 14 de Junio, nosotros quisimos reagruparnos y organizar parte del país para retomar los combates. 

Y después de la Revolución de Abril, retornamos al campo, buscando organizar a la gente para preservar nuestros ideales. 

Yo pasé dos años trabajando en el campo, para que, si se daban las condiciones, volver a tomar las armas con más experiencias que cuando fracasamos. Pero no se pudo. Se perdió esa visión de poder. 

¿Y ahora de qué sirvió todo eso?

Si nosotros no hubiésemos combatido a Balaguer como lo hicimos en su tiempo, los reaccionarios de hoy fueran más fuertes. 

Ciertamente la izquierda no ha gobernado, pero la izquierda ha logrado con su lucha lo poco o lo mucho que hay de democracia y libertad en República Dominicana. 

Esta apertura que vivimos hoy es sobre la sangre y la lucha de nosotros.

¿No será eso un consuelo ante la falta de logros trascendentales de la izquierda?

No, no es un consuelo, es algo que logramos nosotros. ¿Tú crees que en 1965 los norteamericanos no barrieron en Ciudad Nueva porque no quisieron? Fue por la resistencia de este pueblo. 

La resistencia interna y la solidaridad internacional, pues es una confluencia de factores frente a nuestra actitud ante el Imperio, pues los pueblos del mundo se pusieron al lado nuestro.

Pero los movimientos de izquierda de esos países llegaron al poder, como en Cuba, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Chile, Uruguay, Brasil, México, Argentina, Venezuela, pero aquí ni por asomo han estado por el Palacio Nacional. ¿A qué se debe eso?

Tú sabes dónde está ubicada esta islita, refiriéndose a Republica Dominicana, dicen que en el mismo trayecto del sol. Pero es también en el trayecto donde Estados Unidos se ubica para controlar las rutas comerciales, las rutas de navegación marítimas, las rutas militares. 

Nosotros hemos echado la batalla contra los gringos, los franceses, los ingleses y sacamos a los españoles y luchamos por la Independencia Nacional contra Haití. 

Este es un pueblo luchador que ha resistido toda la vida y lo seguirá haciendo. 

Yo estoy seguro que vendrá el momento oportuno para que la izquierda llegue al poder. 

Por eso, este Movimiento Patria para Todos y Todas (MPT) está planteando a las organizaciones revolucionarias y a los militantes de izquierda que no están en partidos y a todos los que les duele este país, la formación de un bloque que pueda luchar para alcanzar la libertad y la democracia total del pueblo dominicano.

Lito Santana
Lito Santana
Nació en Tamayo. Locutor y periodista. Ha trabajado en distintos medios de comunicación. Aboga por la participación de todos los sectores en la solución de las dificultades por la que atrevieza el País.

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