Ciudad de México, 21 de enero de 2025 – Un reciente estudio científico liderado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México ha revelado preocupantes efectos de las ondas electromagnéticas emitidas por el WiFi y los celulares en la salud. Según los resultados, la exposición prolongada a estas frecuencias podría causar daños irreparables en el cerebro, así como otros problemas físicos y neurológicos.
El experimento: efectos nocivos comprobados en ratones
La investigación, realizada durante cinco años, expuso a más de 300 ratones de laboratorio a campos electromagnéticos similares a los que generan los dispositivos móviles y los módems de conexión WiFi. Los ratones fueron divididos en cinco grupos y sometidos a frecuencias de 860 MHz (equiparable a celulares 2G) y 2.5 GHz (frecuencia de los módems), con potencias variables.
Los resultados mostraron un incremento en el estrés oxidativo, daños en el ADN, muerte celular y efectos neuropsiquiátricos. En los ratones machos, se detectaron además daños testiculares y dificultades en el desarrollo motor y físico.
Relación con el cáncer y otras enfermedades
El líder de la investigación, el Dr. Roberto Linares, explicó que los hallazgos son consistentes con investigaciones previas que asocian la exposición a campos electromagnéticos con riesgos a largo plazo. En particular, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado estos campos como potencialmente cancerígenos para los humanos.
Implicaciones para la sociedad conectada
En un mundo cada vez más dependiente de la conectividad, los hallazgos del estudio plantean un desafío importante para la salud pública. Las redes WiFi y los dispositivos móviles, esenciales en la vida diaria, podrían estar contribuyendo silenciosamente a un deterioro de la salud global.
El estudio también sugiere que es necesario investigar más a fondo los efectos a largo plazo de estas tecnologías en humanos y desarrollar protocolos para mitigar los riesgos.
Recomendaciones preliminares
Aunque el estudio no concluye que sea necesario abandonar completamente el uso de WiFi y celulares, los expertos sugieren reducir la exposición prolongada, especialmente en menores de edad, y fomentar el desarrollo de tecnologías más seguras.