Por Santo Salvador Cuevas
En 2018, a propósito de su primer mandato, el presidente Donald Trump invocó el retorno de la "Doctrina Monroe", evidenciando con ello el deseo colonialista de "América para los americanos".
Esta doctrina surgió por primera vez en 1823 cuando el presidente de Estados Unidos de América describía ante el Congreso de la Unión, su deseo de que "ninguna potencia Europea (Francia, España, Holanda, etc.) pudiera colonizar a ninguna de las naciones que en este continente habían logrado su independencia.
Tan elocuente y envolvente fue la visión expuesta por el presidente James Monroe, que generó el apoyo del mismo libertador Simón Bolívar y de líderes de México, Perú, Argentina y otros países.
Igual que esa jugada de Monroe no se hizo esperar la postura hipócrita y engañosa postura de los monarcas de Inglaterra, quienes se adhirieron y expresaron su apoyo a la "Doctrina Monroe".
Por su puesto, a esta máscara "americanista" de James Monroe y los ingleses, se les "tambaleó el telón y su encanto" desde el momento en que para 1833 los ingleses ocuparon en Argentina las Islas Malvinas, sin que los gringos reaccionaran contra la Monarquía Inglesa que, además de Las Malvinas, ocuparon Jamaica, se apoderaron de San Juan de Nicaragua, y, a sangre y fuego, los británicos tomaron Barbados, esclavizaron sus habitantes e hicieron de su territorio una cuna inmensa productora de caña de azúcar.
Ante la ocupación en América de los ingleses, Estados Unidos no solo no hizo resistencia, sino que fue su cómplice.
Esto evidenció que la "Doctrina Monroe" no era más que manejo de palabras bien coordinadas cuyo norte central se dirigía a una política internacional de ocupaciones y saqueos en las naciones de este continente, tal se vio a la largo de toda la historia con la cadena interminable de ocupaciones militares en los países independientes.
México fue ocupado, bombardeado y agredido en reiteradas ocasiones por los marines gringos.
Los norteamericanos en estas guerras de ocupación y saqueo, le robaron a México más del 55% de su territorio.
Ocuparon a inicio de siglo XX Haití y República Dominicana, estableciendo en ambos países gobiernos títeres y traidores a la patria.
En 1927, invadieron Nicaragua, y bañaron en sangre su territorio.
En 1954, derrocaron el gobierno popular de Jacobo Árbenz, en Guatemala, estableciendo un régimen proimperialista.
El 25 de septiembre de 1963, derrocaron al gobierno democrático de Juan Bosch, y el 28 de abril de 1965, los marines ocuparon el país con 42 mil hombres.
En 1973 derrocan en el Palacio de la Moneda en Chile, al presidente Salvador Allende, y los soldados carabineros del asesino traidor Augusto Pinochet torturaron y asesinaron a más de 10 mil chilenos, incluido el cantante Víctor Jara.
Es decir, para los gringos, americanos solo son ellos, y cuando hablan de "América para los Americanos" se refieren a este continente para los gringos, como su propiedad; es decir, es como si Estados Unidos haya sido bendecido con todos los poderes del Creador para ser los amos del mundo.
Entonces, lejos de imitar al presidente Jimmy Carter, el señor Donald Trump, en una política delirante, contraria a la diplomacia mundial y la democracia, está invocando la "Doctrina del Garrote o Monroe" y el saqueo.
Es decir, Donald Trump, al pretender ocupar por la fuerza territorios de países soberanos, no hace más que blandir las armas para iniciar una carnicería humana en cada pueblo agredido.
El señor Trump, con los aplausos de decenas de Guacanagarix a lo largo del Continente, se prepara para anexarse Canadá, el Golfo de México con todo y su petróleo, el Canal de los Panameños, la isla de Groenlandia, actual posesión de Dinamarca, Cuba, Nicaragua, Venezuela, para solo citar las Naciones señaladas por el presidente Trump como blancos de ataques.
Lo que se ve venir es un panorama sombrío cargado de muchos escombros; y la resistencia de los pueblos agredidos.
Es el reflejo de un imperio en decadencia, el que pretende resurgir, no ganando la guerra tecnológica y comercial a sus competencias globales, sino haciendo uso de la fuerza y la prepotencia contra "países chiquitos".
Me pregunto:
¿Qué va a pasar con los Panameños, cuando se resistan a la toma de su Canal?
¿Qué va a pasar con el pueblo de México, cuando los gringos pretendan apoderarse de su petróleo por que a Trump se le metió en la cabeza que ese Golfo es de "América"?
¿Qué va a pasar con Honduras, al retornar los inmigrantes desde los EE. UU. y la presidente Xiomara Castro exija la salida de la base militar gringa de su territorio?
Me parece que con Donald Trump el mundo retorna a la Edad de Piedra.