El 22 de mayo ha sido el día seleccionado por el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para que el expresidente de la República Danilo Medina, arranque con una serie de juramentaciones de nuevos miembros de esa organización.
La medida fue adoptada tras una reunión de más de cinco horas del Comité Político del PLD, el 19 de abril, que aprobó que las juramentaciones sean encabezadas por Medina.
Ni siquiera puede suponerse si esta acción lo beneficia a él como líder, pues más bien su presencia lo que haría es sangrar algunas heridas que no terminan de curar como los casos mencionados.
El secretario general del PLD, Charlie Mariotti, informó que la presencia del exmandatario "fue pedida por la gente".
Por la forma en que se hizo el anuncio, tras terminar una reunión del Comité Político, puede interpretarse que se trató de un anunció, que si no era para variar la tendencia política del momento, pretendía crear una especie de revuelo que marque la agenda política.
Pero no ha sido así, la proclamación apenas ha provocado la reacción de en los medios de comunicación de Danilo Díaz delegado técnico del PLD ante la Junta Central Electoral, quien en el programa matutino El Despertado del 21 de abril pronosticó el éxito de esta decisión.
Ni siquiera los precandidatos a la Presidencia de ese partido, Margarita Cedeño, Abel Martínez y Francisco Domínguez Brito, se han referido a ese tema.
Su mutismo podría interpretarse como que esta decisión no impacta, de manera alguna, sus proyectos futuros.
De ser así tendrían razón. Medina no puede aspirar a la Presidencia de la República, pues constitucionalmente está impedido y su figura no está en el mejor momento por razones obvias, que van desde la forma en que fue derrotado su candidato presidencial Gonzalo Castillo en las Elecciones del 2020, hasta el drama que vive su familia y varios de saus funcionarios más cercanos, con los casos de corrupción en que se ha visto envuelto. Entonces, a quién ayudaría Danilo Medina tirado en las calles.
A simple vista no se puede apreciar. Ni siquiera puede suponerse si esta acción lo beneficia a él como líder, pues más bien su presencia lo que haría es sangrar algunas heridas que no terminan de curar como los casos mencionados.
Esta creencia podría tener asidero si se escuchan las palabras del dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) Ramón Alburquerque cuando dijo en su cuenta de twiter el 21 de abril: “Si el PLD sale a las calles encontrará tantas reacciones negativas y agresivas de la gente, enterada por los juicios de Miriam Germán de los robos multimillonarios de sus gobiernos, que no se atreverá a salir otra vez”.
De manera parecida se expresó el secretario general del PRM en Santiago Andrés Cueto, quien aseguró ese mismo día que el presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina tendrá que salir a las calles con una «careta» para que el pueblo no lo reconozca debido a que su imagen está empañada por sonados casos dolosos, que involucran a sus familiares.
En la rueda de prensa donde fue anunciado el bazucazo de la próxima salida de Medina, el secretario general del PLD, Charles Mariotti afirmó: "Arrancan a partir de mayo, específicamente el día 22 de mayo, arrancan las juramentaciones con la presencia del presidente de nuestro partido, en Azua. Lo pedían y lo querían en las calles, va para las calles". A quién beneficiará esta decisión.
Danilo el árbitro
Antes de que el Comité Político del PLD anunciara el nuevo rol de Medina en el proceso político que vive la Nación, el alcalde del municipio de Santiago y aspirante a la Presidencia de la República por ese partido, Abel Martínez expresó durante un programa especial de la emisora la Z-101 en una transmisión desde esa ciudad el 13 de abril, que el presidente de ese partido, refiriéndose a Danilo Medina, debería ser un árbitro en el proceso de selección de la candidatura a la Presidencia de la República.
