miércoles, diciembre 4, 2024

La batalla por el poder: La guerra comunicacional en Venezuela

Por Nelson Cuevas Medina

La batalla por el poder en Venezuela no solamente se libró en las urnas, sino también en el terreno de la comunicación. Es lo que podría decirse, la guerra de la palabra. ¿Quién controla la narrativa? ¿Quién está ganando realmente?

El tema de Venezuela sigue siendo relevante en el debate público, especialmente a medida que se acerca el 10 de enero, fecha que promete ser determinante. La incertidumbre que rodea este evento hace imprescindible seguir abordando la situación de ese país. Existen aspectos visibles y otros que permanecen ocultos en este complejo panorama, lo que resalta la necesidad de un análisis profundo y reflexivo.

Tras las elecciones del 28 de julio, estalló una intensa guerra de estrategias comunicacionales entre los bandos enfrentados. La disputa se intensifica cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclama la victoria de Nicolás Maduro, actual presidente. A partir de ese momento, comienza a construirse una narrativa en torno a la veracidad de ese triunfo, que no solo sorprendió a la oposición, sino también a numerosos actores que esperaban un resultado distinto.

La narrativa de la oposición

Los opositores, considerados los perdedores de las elecciones por el CNE, han denunciado reiteradamente un fraude electoral. Para sostener su postura, crearon una página web donde publicaron las Actas que aseguran le otorgan el triunfo. Han movilizado a sus seguidores en diversas manifestaciones y amplificado su mensaje utilizando redes sociales y medios internacionales. Desde el exilio, varios opositores se han convertido en figuras emblemáticas de la resistencia, enviando un mensaje claro de desafío a las políticas y del gobierno.

La defensa del gobierno

Por otro lado, el gobierno de Nicolás Maduro ha buscado consolidar su legitimidad a través de una estrategia comunicacional consistente. Funcionarios importantes del gobierno, como Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez, han utilizado todos los medios posibles para presentar al actual presidente como el vencedor legítimo, a pesar de las acusaciones de fraude. Además, el respaldo de las fuerzas armadas y el control de los poderes públicos han sido vitales para mantener la narrativa oficial dentro del país.

Diosdado Cabello, al referirse a militares sancionados por EE. UU., en una alocución desafiante sobre las mismas, expresó lo siguiente: "señores imperialistas, escuálidos, están pelados, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es en esencia, revolucionaria, socialista, samorista, antimperialista y profundamente chavista". ¿Mantendrá la Fuerza Armada de Venezuela esa lealtad al gobierno de Maduro, independientemente de lo que ocurra antes, durante y después del 10 de enero?

El contexto internacional

En este conflicto, los actores internacionales también han tomado partido, agudizando aún más la situación. Algunos gobiernos han reconocido la victoria de Nicolás Maduro, mientras que otros han respaldado a los opositores, reconociendo como presidente electo a Edmundo González, lo que ha creado un clima de tensiones internacionales que ha sumado incertidumbre a la situación interna.

La desinformación y el impacto en la población

Ambos lados han manejado las informaciones en su beneficio. Esto está sembrando confusión en la población interna y en actores externos. La oposición ha denunciado un clima de represión creciente, asedio a las instalaciones de la Embajada de Argentina, la detención de miles de personas y persecución de opositores al gobierno. Igual tildan de "régimen dictador y criminal", la actual gestión de Nicolás Maduro.

Por su parte, el gobierno ha utilizado términos despectivos contra los líderes opositores, llamándolos "traidores" y "cobardes", lo que ha agudizado la confrontación verbal.

Los hechos de julio y sus consecuencias

Después de las protestas y disturbios del 29, 30 y 31 de julio, que resultaron en más de 20 muertos y miles de detenidos, la situación en las calles se calmó. Las manifestaciones de las semanas posteriores se diluyeron sin mayores disturbios, y cuatro meses después, se convocaron nuevas protestas el 1 de diciembre, en un intento por revitalizar el movimiento opositor. El gobierno hizo lo propio con diversas manifestaciones que condujeron hacia el Palacio Miraflores.

La última jugada de la oposición

La oposición ha anunciado desde su "exilio" en España, respaldada por varios países que Edmundo González se juramentará como presidente el 10 de enero en la Asamblea Nacional de Venezuela. Este anuncio, junto con las reiteradas declaraciones de María Corina Machado, mantienen en vilo a los actores enfrentados y a los espectadores. A esto se agrega la aprobación en curso por parte de EE. UU. de la Ley Simón Bolívar, que agravará la situación interna de Venezuela y las sanciones de 21 funcionarios chavistas.

La respuesta del gobierno de Nicolas Maduro no se ha hecho esperar. Igualmente se mantiene en curso la aprobación de la Ley Libertador Simón Bolívar, cuyo contenido limitará las acciones de los opositores. Su contenido será objeto de otro análisis.

¿Qué pasará el 10 de enero? A medida que se acerca ese día, la incertidumbre se incrementa. ¿Logrará la oposición juramentar a Edmundo González en una asamblea dominada por el chavismo? ¿Qué harán los países que han reconocido su victoria? ¿Están dispuestos a involucrarse en un conflicto sangriento por un cambio de poder en Venezuela?

La guerra de estrategias comunicacionales continuará mientras el futuro de Venezuela sigue incierto. Lo único claro en el panorama es que mientras el país se enfrenta a una creciente polarización, la lucha por el poder no solo se librará en las medios de comunicación, sino también en las mentes de los venezolanos y posiblemente en las calles.

Nelson Cuevas
Nelson Cuevas
Periodista - Dirigente comunitario. Lic. en Educación, Lic. en Derecho, con Maestría en Derecho Civil y Procesal Civil Contemporáneo. Con estudios en Manejo de Areas Silvestrea y Areas Protegidas, en la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU.

1 COMENTARIO

  1. Sabemos de manera clara y consciente de que el problema de Venezuela, visto desde fuera, todos se oponen al Chavismo y al Madurismo.
    Hay dos Bloques, dos frentes, uno lo encabezan Los EE.UU, y un grupo de países, donde el nuestro fue involucrado por Luis Abinadel, otro más de centro y Sur Americanos y otros Europeos, aunque estos últimos lo han hecho de manera tímida.

    Un segundo bloque, Lo encabezan, Rusia -China, Irán y además otros de América Central y los del Sur-America.
    Solo recordemos a Guaido, que hasta se llego a proclamar Presidente de la República Bolivariana, ese ambiente fue asesorado por los EEUU, y otros cuantos, "esta acciones se esfumaron, así mismo pienso y es una posición personal, al Madurismo, de momento no los saca nadie".

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