Por Alfonso Tejeda
Más que un símbolo, la presencia de Yeni Berenice Reynoso en la judicatura nacional es una evidencia que muestra los avatares, pero también una prueba que certifica los avances del proceso iniciado con la reforma Constitucional del 1994, que estableció entre sus propuestas crear el Consejo Nacional de la Magistratura, órgano a partir del cual se ha perfilado la Justicia actual en la que ocupa el más alto cargo: Procuradora General de la República.
Se inició como voluntaria Paralegal en la Fiscalía de Santiago, de la que fue la primera mujer en ocupar el cargo principal, “importada” desde allí para la misma posición en el Distrito Nacional, donde confronta uno de sus grandes desafíos: la querella por enriquecimiento ilícito, prevaricación y lavado de activos que presentó Guillermo Moreno contra Leonel Fernández y la Fundación Global y Desarrollo (Funglode), institución educativa que Narciso Isa Conde define como “cuerpo del delito”.
Presentada en febrero del 2013, pocos meses después de que Fernández cesara como presidente de la República, en su rol de Fiscal, Yeni Berenice, en apenas dos meses dispuso el archivo “definitivo” de la querella, decisión que para amplios sectores fue resultado de alegada presión política desde linderos afines al ex mandatario, quien ya había ejercido ese tipo de acción (lo revelaría el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa) en el caso Sun Land, que involucraba a Félix Bautista en el manejo del préstamo de 130 millones de dólares, parte de ellos supuestamente utilizados en la disputa por la candidatura presidencial peledeísta entre Leonel Fernández y Danilo Medina (2007) y la campaña para retener el poder en el 2008.
(Ya antes, con el expediente del caso Peme, por más de mil 400 millones de pesos, en el que se involucró como autor principal al ingeniero Diandino Peña, colaborador cercano de Fernández, y otros funcionarios peledeístas, programa que el expresidente dijo que se implementó ante la disyuntiva de “pagar o pegar”, también dispuso que fuera archivada la querella).
Esos dos expedientes fueron antes de Yeni Berenice ejercer en la fiscalía del Distrito Nacional hasta 2018, cuando pasa a ocupar otra función de mayor jerarquía en la administración judicial, y es a partir de agosto del 2020, designada por el presidente Luis Abinader en la Procuraduría General de la República, adjunta con Mirian German y Wilson Camacho, y un equipo que han sometido los más sonados casos de corrupción gubernamental de este siglo.
Ahora, la procuradora y su equipo están ¨emburujados¨ con otro expediente de corrupción de características descomunales por el monto robado -más de 15 mil 900 millones de pesos-, el principal autor, Santiago Hazim, promotor y recaudador en la campaña del presidente Abinader, por la fuente de los recursos, el Seguro Nacional de Salud, y los perjuicios provocados tanto a esa entidad, como a los más de siete millones de afiliados, beneficiarios de los programas de la institución.
Sin ningún arredro (como verbo en la segunda acepción de la RAE), Yeni Berenice comanda la incursión en los profundos y profusos vericuetos de un expediente que ha llevado al presidente Abinader a establecer una distancia radical con el involucrado principal: “tengo amigos, pero no tengo cómplices”, pronunciamiento que amplía y robustece la independencia que en su desempeño han demostrado las autoridades del Ministerio Publico, desde la procuraduría, a partir de agosto del 2020.
