viernes, marzo 29, 2024

Una familia española bajo asombro. La basura acumulada avergonzó a sus acompañantes dominicanos

Solo hay que salir de cualquiera de los 158 municipios o de sus 235 distritos municipales o desde cualquier sección o paraje, para encontrarse con cúmulos de desperdicios de todo tipo prácticamente a lo largo de las diferentes vías.

El ambiente, enrarecido por la basura impacta la visual, dramáticamente, si los viajeros son extranjeros. El paisaje, la exuberancia de los bosques dominicanos, queda absorbido por los cúmulos a cada lado de las carreteras.

Para unos dominicanos que acompañaron a dos familias españolas que visitaron recientemente la República Dominicana, y que enfilaron su brújula hacia el sur, interesados en presentarles diversidad que la caracteriza, resultaron avergonzados con los comentarios que los extranjeros no pudieron callar. 

Lo mismo se repitió cuando cambiaron de destino, y se dirigieron hacia el Este, con la mente puesta en Punta Cana, provincia La Altagracia, y surgieron las mismas quejas: ¿Pero por qué tanta basura alrededor de la vía, incluso en esta superautopista?

La basura, un mal de siempre

Y es que la basura ha devenido en un problema que definitivamente el país no puede superar, sea en su recolección o en su disposición final.

Según un documento colgado en la página del Observatorio Político Dominicano, titulado “Los desechos sólidos en la República Dominicana: su proceso y destino final”, desde el año 2000, cuando se promulgó la Ley General núm. 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, y varios años después, la núm. 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, “empezaron establecerse varias competencias relacionadas con la preservación del medio ambiente y la gestión de los residuos sólidos, tales como normar y gestionar el uso de las áreas verdes, la higiene y salubridad públicas, así como la limpieza y el ornato público, al igual que la recolección, tratamiento y disposición final de residuos sólidos”.

Hoy día, después de un largo período en que la basura era responsabilidad del gobierno central, esa misión es competencia de los municipios, que suelen decir que no la cumplen de manera eficaz por falta de recursos económicos. 

Según el documento del Observatorio, en el país  para el 2011 “se han identificado 348 botaderos de basura y tres vertederos semi controlados, los cuales reciben una producción global diaria de 7,891 toneladas de residuos a cielo abierto, según estudios realizados por el Programa de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) para la Protección Ambiental (USAID, 2011)”.

“Un diagnóstico realizado en 2012 por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales con el apoyo de la Federación Dominicana de Municipios, el Consejo Nacional de la Reforma del Estado (CONARE) y la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ, por sus siglas en alemán) localizó ‒con un sistema GPS‒ 237 vertederos de unos 354 que para ese año calcularon en todo el país. Si se divide la superficie nacional, 48,442 kilómetros cuadrados, entre los 354 vertederos, el resultado es un vertedero por cada 136 kilómetros cuadrados, una cantidad muy elevada para un país insular y de superficie reducida (Alcántara, 2012)”, añade el Observatorio.

Afirma que “de todos los vertederos identificados en el territorio nacional, el de Duquesa es el más grande: recibe un promedio de 3,750 toneladas de basura diariamente, provenientes del Distrito Nacional, el Gran Santo Domingo (Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste), Los Alcarrizos, Pedro Brand y los distritos municipales Palmarejo-Villa Linda, Pantoja y La Guáyiga.

Municipios más afectados por la basura

El observatorio registra que “las provincias Santo Domingo, Santiago, La Vega, San Pedro de Macorís, Monseñor Nouel, La Romana y la frontera entre Haina y Santo Domingo Oeste aparecen como los puntos y demarcaciones con más altos niveles de contaminación atmosférica, de acuerdo con un diagnóstico realizado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales en 2003. Sin embargo, los niveles de contaminación atmosférica se mantienen vigentes, según la dirección de calidad ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales”.

Factor contaminante

Es real que la basura es un factor degradante del aire, la tierra y el agua, y que la salud colectiva. Suele convertirse en foco o agente de multiplicación de enfermedades.

Cuando llueve, las aguas arrastran los desperdicios a las cañadas, arroyos y ríos, para terminar en el mar.

Lo daña todo

También daña los entornos, no solo como contaminante, sino como agente que interfiere la visibilidad y el disfrute de la riqueza forestal y los entornos en las vías públicas, pueblos y montes. La basura se presenta ante quienes viajan a República Dominicana, como los las familias españolas que quedaron negativamente impactadas y los criollos avergonzados.

La basura invisible

La más dañina de todos los desperdicios es la basura invisible, aquella que la gente se acostumbró a ver y soportar en todos los contornos habitables, en los ríos y bosques.

La basura que forma parte de las viviendas, los patios y calles, la basura con la que convive la gente y ni siquiera percibe. La basura que es parte de la suciedad y que refleja la sociedad dominicana hace décadas, quizás siglos.

Esa basura, acaso inherente al alma, a los sentidos, a las formas, la que marca incluso el sentido de la dominicanidad, esa basura, una cuestión a superar, y volver a nacer. 

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