martes, abril 23, 2024

Un mundo alienado y sumiso

POR SANTO SALVADOR CUEVAS 

Para la invasión militar a Ucrania, el argumento más contundente de Rusia fue que "se acude al uso de la fuerza para evitar que Ucrania cumpla la amenaza de pedir su ingreso al Tratado del Atlántico Norte", conocido también como la OTAN. Es decir, la decisión rusa podría no ser justificable, pero tenía sentido, toda vez que el artículo 5 de la OTAN es preciso en cuanto a la decisión a tomar de conjunto cuando uno de sus países miembros es objeto de ataques externos.

Siendo más preciso, el artículo 5 de la OTAN dice lo siguiente: "Las partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque a todas las naciones que integran la OTAN y, en consecuencia, es obligación de todas acudir en defensa de la parte atacada y/o agredida”.

Por ello, Rusia invade a Ucrania en un momento en que ésta no es parte integrante de la Alianza Militar del Atlántico Norte, lo que deja desarmado desde el punto de vista jurídico a los Estados Unidos de América y su brazo armado, la OTAN, es decir, como Ucrania no es miembro de la OTAN, entonces ningún artículo o reglamento le da cabida ni derechos, por tanto, el artículo 5 del reglamento que rige esta alianza militar no es aplicable a Rusia en tanto potencia militar que invade el territorio de un país (en este caso fronterizo) al que denominan Ucrania.

Más, sin embargo, aún sin contar con esta razón legal en el orden internacional para embarcarse en una guerra directa usando como pretexto la "agresión" a Ucrania, los EE.UU junto con la OTAN han decidido participar de manera directa en este conflicto aportando recursos millonarios, pertrechos militares, armamentos de alto calibre y brindando el propio territorio de su país para la asesoría y adiestramientos militares.

Polonia, Francia, Alemania, el Reino Unido, etc., todos de manera franca, se disputan quién aporta más pertrechos para la guerra que libran Estados Unidos y Rusia en territorio de Ucrania.

Nos preguntamos, ¿qué va a suceder cuando a Ucrania lleguen los tanques alemanes y gringos y se inicie la línea intensa de ataques y contraataques de las partes envueltas en esta locura que libran las superpotencias de una guerra loca por los controles de mercados, de riquezas de pueblos ajenos, y por la hegemonía territorial en el mundo?.

Lo que se ve venir es mucho más peligroso que lo acontecido cuando la guerra de Vietnam, solo que en la década del 60 y 70, momentos en que los Estados Unidos de América ocupan ese territorio asiático, la respuesta de la humanidad fue distinta a lo que hoy vivimos, pues en la ocasión surgieron los Martin Luther King, los Hippies, los soldados opuestos a la guerra, las campañas de 'Flores contra Fusiles', 'Hacer el Amor y no la guerra, el grito oponente del boxeador Mohamed Alí, y una juventud rebelde que, desde el seno de los propios Estados Unidos, expresó su oposición a la guerra de Vietnam y así  las protestas constantes de más de 500 mil personas, 300 mil, 200 mil gentes que tomaron las calles, se plantaron frente al Capitolio, la Casa Blanca y el Pentágono levantando a gritos y banderas por la Paz y No a la Guerra. Para 1971, en oposición a la guerra y por la Paz, se contabilizó un 7% de soldados de EE.UU que rechazaban el conflicto bélico, así como más de 250 mil cartas de soldados y marines demandaban el fin de la guerra de Vietnam.

En Vietnam se contaron por miles y miles los muertos civiles y militares de ambos bandos, los aviones y barcos repletos de cadáveres de soldados muertos en Vietnam alimentaron las protestas juveniles y sociales, y así creció el desprestigio y la condena a la Guerra en todas las Naciones del mundo. Por supuesto, los muertos de la guerra en Ucrania no se quedarán en ese país y Rusia, pues cuando crezcan las impotencias y se desvanezcan las metas y estrategias militares, entonces acudirán al uso de las armas atómicas y quien va morir será toda la especie del globo terráqueo.

 Lo lamentable de todo es que rodo ese fin ha de venir frente a una población mundial que, en vez de banderas y gritos por la Paz y No a la guerra, han preferido ser simple espectadora del exterminio que de manera aventurera e irresponsable van construyendo las potencias imperialistas.

Digamos No a la guerra.

Santo Salvador Cuevas
Santo Salvador Cuevas
Quien escribe es militante social de larga data, egresado con honores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) licenciado en Filosofía y Letras, con residencia en el municipio de Tamayo, al Sur del país.

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