POR SANTO SALVADOR CUEVAS
Lo que se ha visto en octubre en todos los partidos del sistema al asumir el calendario de la Junta Central Electoral (JCE), es el trato abusivo que dan las cúpulas al derecho de ciudadanía que les asiste a sus militancias.
Establecen reglas para escoger a sus respectivos candidatos que ellos mismos desde la cúpula alteran y violentan para favorecer a "los suyos".
Quedó evidente en las primarias y encuestas del partido oficial PRM. Los números para decidir los ganadores no salieron de la voluntad popular desde su militancia, sino lo decidieron en "los cuartos fríos" donde pernocta la burocracia que se cree estar por encima de toda regla establecida por el Congreso Nacional.
Lo que identificamos no es único del PRM, las cúpulas en todos los partidos se están repartiendo las posiciones entre tendencias internas y por provincias y municipios.
Lo que ha primado en esta etapa electoral no es el respeto al derecho ni al debido proceso, las cosas se deciden en las cúpulas que no respetan ni sus mismas reglas o criterios establecidos.
Ese manejo abusivo que se da al proceso electoral interno en cada partido, es lo que ha generado el grito y la deserción en masa, de gente que NO resiste tanta vulgaridad y atropello al derecho de ciudadanía.
Ese producto que nace de un proceder irresponsable y antiético es muy peligroso, pues es el germen de un cáncer que va creciendo en la democracia y que dejará como resultado la desconfianza y el desprecio por las estructuras partidarias.
Cuando eso muera, cuando ya la gente no crea ni en partidos ni en líderes irresponsables, entonces y solo entonces, vamos a otro estadio con nuevos métodos y otras vías para llegar al poder en busca de una democracia que niegue y se trague la cúpula y la burocracia enquistada en todos los partidos del sistema.
Se creen los amos y pretenden abusar amparados en el silencio y la complicidad de los incondicionales y subordinados.
La sociedad está atrapada y estafada sin que a nadie le importe ni diga nada.