El combatiente revolucionario, dirigente empresarial progresista, militante de la sociedad civil y ex funcionario del gobierno, Tony Isa Conde llamó a la juventud dominicana a formar una masa crítica para rebelarse contra el clientelismo político y crear una visión de desarrollo sostenible que impulse la transformación del país.
Sus palabras, llenas de energía y entusiasmo, están contenidas en una entrevista concedida a Pronosticamedia.com, que publicamos a continuación:
Esta, más que en una entrevista, es una conversación con don Tony Isa Conde, una persona vinculada en todo el quehacer de la sociedad. Es un gran honor materializar esta primera entrevista para Pronosticamedia.com.
¿Cómo se siente Don Tony?
Bueno, yo me siento bien. A los 82 años todavía estoy activo y tratando también de aportar mi granito de arena a esa aspiración que tenemos muchos dominicanos de transformar el país, y yo aun con esta edad, no he renunciado a seguir luchando por construir mi utopía.
¿Cuál es esa utopía?
Un mejor país, un país donde la gente se sienta orgullosa de vivir, donde no falte el pan en ningún hogar, y no solamente el alimento, sino también la educación. Un país que no es capaz de generar y acumular capital social en educación, en salud, no se desarrolla y el desarrollo es algo distinto al simple crecimiento, porque implica algo más, porque implica al ser humano, su calidad de vida, su hábitat. Uno de los grandes problemas que tenemos casualmente es ese: el país ha crecido en los últimos 50 años de una manera extraordinaria. Es un ejemplo de crecimiento, pero con mucha desigualdad, con mucha pobreza.
¿Desde qué tiempo usted viene pensando y luchando para conseguir esa utopía?
Bueno, yo empecé con la lucha antitrujillista, sobre todo ya a finales de la tiranía, aunque yo provengo de una familia, y los amigos de mi familia, que eran todos antitrujillistas.
Las hermanas Mirabal vivieron en mi casa, imagínate que Manolo y Minerva “comían gallina” en la galería de mi casa.
Yo no tengo hermanas. Esas eran mis hermanas, junto a Sina Cabral, que aún vive y que la adoro, pues yo vengo de ahí y siendo un jovencito me embarqué en algunas actividades antitrujillistas.
Después que cayó el 14 de Junio, sobre todo, yo me involucré mucho con Máximo Bernal, que era uno de los integrantes que no cayó preso porque el contacto con su célula no lo denunció. Yo lo que era, como quien dice un muchachito de mandado de Máximo. Incluso, después de eso nos comunicábamos por clave con el exilio, que estaba en Argentina, sobre todo con Hugo Tolentino Dipp.
Pero nosotros comenzamos a desarrollar algunas actividades dentro de la Universidad e hicimos una manifestación, después de la muerte de Trujillo, Incluso cuando mataron a Trujillo yo estaba estudiando con un grupo de amigos cerca del Marión y yo era visitador médico y lo primero que hice por la mañana fue ir a ver, y no me dejaron pasar. Pero vi que lo que se rumoraba era cierto. Mataron a Trujillo el 30 de Mayo, y en Junio ya estábamos formando la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) que yo fui uno de sus dirigentes y luego cuando logramos a través de una lucha terrible, que nos acostamos hasta delante de los tanques de guerra, conseguimos la autonomía universitaria.
Asdrúbal Domínguez y yo fuimos los primeros estudiantes elegidos para formar parte de un Consejo Universitario, que era el Concejo Universitario provisional. Además de nosotros había tres profesores Julio César Castaños Espaillat que era rector, René Puig y Froilán Tavárez.
Froilán Tavares, votó en contra, Castaños Espaillat se abstuvo, que era igual que votar en contra y René Puig fue quien nos dio el voto para poder expulsar a Joaquín Balaguer y yo nunca me he arrepentido de eso.
Yo soy un antibalaguerista medular. Por eso, jamás he perdonado, como lo han hecho muchos, el daño que Balaguer le hizo al país.
Aunque eso nació cuando Trujillo, pero la ideología balaguerista penetró en el mundo político dominicano. El clientelismo, el rentismo político, y todo eso lo hizo para lograr atrasar el país y poder contar con gente incapaces de pensar para poder manipularlos y hacer que votaran por él.
O mantenerse en el poder, a parte de lo represivo y cruel que era, porque con esa carita que no mataba una mosca, había una crueldad tremenda. Una generación completa se perdió, yo soy uno de los sobrevivientes.
Doctor, lo escuché decir que no renuncia a su utopía, ¿cuándo sintió que estaba más cerca de alcanzarla, en un país libre, democrático, soberano?
La juventud de los 60 quiso transformar al mundo. Yo soy uno de esos jóvenes que les tocó estar en el lugar, en el momento justo y en el lugar apropiado para asumir alguna posición de dirección.
Pero hubo una convulsión mundial de la juventud, que se rebeló contra lo antiguo, no solamente en el plano político, sino en el plano cultural, la música…. en todos los países había un flujo positivo de transformación, de cambios, que dejó su huella, no fracasó. Pero cuando yo estudiaba marxismo, aprendí que había lo que se llaman los picos revolucionarios, que hay una onda que sube, pero después ocurre que baja, y así es que se van formando las ideas, los procesos. No se pierde todo, queda algo. Desafortunadamente uno se frustra, al ver que todos esos esfuerzos, todas esas muertes, todos esos ideales se han perdido. El mundo se ha transformado, la juventud no es la misma de hoy.
Aunque algunos comienzan a despertar, aquí en el país estamos en una trampa política. Cuando ustedes ven la clase política que nos gobierna, rentista, clientelar, gente sin principios, con algunas excepciones, y el movimiento social que tuvo hasta hace unos años muy activo, solamente en determinando acontecimiento como la Marcha Verde, que se manifiesta todavía, pero “¡concho!”, yo recuerdo en esa época que el país era pobre, pero la gente era muy distinta. Yo recuerdo al campesino dominicano, pobre, limpio, con principios, con educación, tu iba a su casa y lo sentía bien acogido, el obrero cómo luchaba por mejorar sus condiciones de vida, dentro del movimiento sindical de antes. ¡Pero ahora hay un abismo!
Usted estuvo en posiciones en el Estado, incluso de manera destacada, con todo ese sentimiento, ¿qué significaba estar en una función importante dentro del Estado?
Yo aprendí, después de estar tirando muchas perlas a los puercos o arando en el mar, que los cambios hay que producirlos desde adentro y yo nunca he buscado un cargo público, a mí me han buscado a mi casa, a veces hasta comprometiéndonos, diciéndome: “pero tú no te has pasado la vida luchando por eso, y ahora que tienes la oportunidad de hacer eso te vas a echar para atrás”, y yo fui subsecretario de Industria y Comercio cuando José Antonio Najri era el secretario, y casualmente tu hermano querido era el director de Comunicaciones de esa época y de ahí la amistad de esa época de los años 1983-84, Osvaldo y yo nos conocimos y ahí transformamos muchísimas cosas, por ejemplo, la ley 299 que se hizo, fue un movimiento de CEPAL (Consejo Económico para América Latina), para disque impulsar la industria criolla, pero realmente lo que se propició fue el ensamblaje, porque si la sobreprotección de la industria quita competitividad, ahora, también la falta de algunos niveles de protección también hace daño, o sea, hay que buscar el justo medio, y en aquella época era difícil competir en este país.
Entonces, en vez de bajar los aranceles que eran los que debían bajar, los aranceles generales que le daban una cuota más baja a la materia prima, y otra al producto terminado, semi terminado… comenzaron a inventar leyes de incentivo, leyes que propiciaron distorsiones tremendas, aunque dieron algunos resultados, como la Zona Industrial de Herrera, después Haina. Pero si tú te pones a ver, hubo tantas distorsiones de este tipo que ayudamos a corregir desde la Secretaría como se llamaba en ese entonces.
¿Cuándo usted estaba ahí, sentía que con esos cambios se estaba acercando a esa utopía soñada?
Yo estaba luchando. Porque te voy a decir, hubo veces, que a mi incluso me sacó el Ejército Nacional siendo yo subsecretario, que me había dejado Jose Antonio a cargo de la Secretaría, porque estaba fuera del país, porque querían que impusiera unos controles de precios absurdos. Imposición que nosotros nos opusimos porque creímos que eso le iba hacer daño a la nación, sobre todo a los sectores que se estaban afanando por crecer y por competir. Nos opusimos y nos sacó la guardia del despacho… sí, así mismo.
-Siendo usted un funcionario de primer nivel en ese momento…
Claro que sí. Pero también, yo en televisión pidiéndome por teléfono al presidente Salvador Jorge Blanco que fuera a un programa de televisión, después de la poblada de abril y ya se había establecido el programa de ajustes. Yo fui a la televisión y defendí mis principios. Al otro día fui a recoger mi escritorio. José Antonio Najri, que era el secretario, me apoyó, y me dice: -yo estoy contigo y te voy a defender, después, quien primero me llama es el presidente Jorge Blanco y me dijo: “Tony, lo que pasa es que ustedes ven las cosas desde un punto de vista, una visión técnica, y nosotros tenemos que pensar en la política”.
Una de las cosas que yo critiqué en aquel entonces, cuando el programa de ajustes, es que al diésel le subieran más que a la gasolina. La gasolina es directa, va al consumidor directo, pero el diésel es por ejemplo para la agricultura, que tiene un poder multiplicador. Si tú le aumenta un peso al diésel, ese peso se transforma a 2 cuando llega al consumidor, mientras que si tú le aumenta esa misma cantidad a la gasolina es directa al consumidor, no hay ese efecto multiplicador inflacionario que tiene un combustible que se usa para desarrollar los sectores productivos, cosas así…
Eso fue en el año 1984. Por ahí en aquellos tiempos del presidente Salvador Jorge Blanco, luego usted volvió al Estado y es el mismo Tony Isa Conde.
Yo era amigo de Juan Bosch y participaba en una tertulia que teníamos. Nos juntábamos todos los jueves, pero yo nunca milité en el PLD, yo nada más he militado en un partido, que fue en el Partido Comunista, yo desde ese momento, renuncié al fundamentalismo de todo tipo, incluso en la pelota, yo apruebo la buena jugada, no tengo un equipo particular, pese a que el Grupo con que trabajo es uno de los dueños del Escogido, ok.
Todo lo que es fundamentalismo y toda idea cerrada yo renuncié a eso hace mucho, porque tengo una mente abierta. En el primer gobierno del PLD, yo voté en la primera ronda por Leonel, porque era amigo de Bosch, no le hice campaña, pero voté.
Cuando la segunda ronda, me llevan “al viejo”, (se refiere a Bosch), “encaramao” y le levantan la mano con Balaguer. Yo me indigné y nunca he olvidado eso, y en la segunda ronda, porque hubo dos votaciones, no voté, me abstuve.
Parecía que rompía todo vínculo con el PLD
A los dos días de tomar el poder, o al otro día de tomar posesión el gobierno, yo salgo de Fertilizantes Químicos Dominicanos (FERQUIDO), que yo era vicepresidente y me están llamando en mi casa. La secretaria en FERQUIDO me dice que aquí estaba Danilo Medina, que quería hablar conmigo. Danilo, ya era secretario de la Presidencia, que quiere ir a tu casa, quiere explicarte. Le dije que viniera.
Cuando Danilo llegó le dije: mire yo no le perdono a ustedes el que me llevaran “al viejo” a subirle la mano con Balaguer, y no voté por la segunda vuelta.
Lo que me contesta e: mira, tenemos un problema en el CEA, el CEA está quebrado, solo una persona como tú puede hacer lo que se tiene que hacer. Nosotros te queremos como director del CEA.
Me negué, entonces, hazme un favor, me dijo Danilo, por lo menos háblate con el Presidente, dale ese beneficio de la duda.
¿Cómo manejó esa disyuntiva?
Yo fui donde Leonel… Leonel es un encantador. Oye, me dijo lo mismo que me dijo mi padre cuando fui al gobierno del PRD, tú te has pasado toda la luchando por tus ideales: es la hora de actuar.
Entonces le dije: Está bien, voy a aceptar por un año, para arreglarle eso.
Te voy a entregar un presupuesto de lo que se necesita y de lo que voy a hacer, pero un año y me voy, antes del 16 de agosto vengo con mi renuncia aquí.
Ahí llamó a la prensa sin haber emitido decreto para juramentarme, para que yo no me arrepintiera, efectivamente, logré rescatar el CEA. Tenía un subsidio de mil ochocientos millones y yo logré hacer la zafra y que sobrara dinero, con seiscientos cincuenta millones de subsidio.
¿Cómo continuó usted su participación política?
Yo, casualmente, cuando vino el proceso y la lucha contra la reelección, tomé la decisión de apoyar a quien entendía de los candidatos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que más podía garantizar un gobierno decente y basado en principios, en programas y proyectos, era Francisco Domínguez Brito y le hice campaña y mucha campaña.
Cuando seleccionan, porque eran varios candidatos, sacan debajo de la manga al “Penco” como le dicen. Yo me alarmé. Y digo: bueno, estos van a perder las elecciones. Porque esta persona no tiene el perfil para asumir las responsabilidades que se deben tomar en un país como este.
Y más arrastrando una serie de problemas que ya veíamos venir con la corrupción y otros temas claves. Necesitábamos un perfil diferente y ninguno, a excepción de Francisco, tenía ese perfil. Francisco sí lo tenía.
Pero ¿qué hizo tras tomar esa decisión?
Yo no estaba en contra de Abinader, pero la estructura política en que él se fundamentaba, yo le tenía miedo. Porque me acuerdo que yo creía en José Francisco Peña Gómez, cuando decía “que el peor enemigo del PRD (Partido Revolucionario Dominicano), era el PRD y ese PRM (Partido Revolucionario Moderno) era el PRD. Entonces, yo le tenía miedo que no fuera capaz de, aún con buenas intenciones, de hacer el trabajo.
Y así lo dije, porque todo esto que te estoy diciendo lo dije públicamente y está en mi Instagram y redes sociales. Afirmé que él no iba a tener el soporte para hacer los cambios y las transformaciones que necesitaba este país. Entonces, cuando el Penco gana en las primarias del PLD, le dije a Francisco, como tú hiciste un compromiso de apoyar al que saliera triunfante, es lógico, que tú cumplas. Pero tienes que cumplir, de una manera, que estén juntos, pero no mezclado, y se lo dije, y lo dije públicamente, en mi libro, búscalo ahí. Nada de lo que te estoy diciendo, es improvisado. (Se refiere a su libro “Relato de la vida de un desmemoriado”, que ya tiene dos ediciones). Recuerdo que le planteé que debía de defender su proyecto. Incluso conversando con Francisco le explicaba que le aclare, que lo asumiría sobre la base de programas y principios.
Y le dije: tú tienes un programa estructurado, bien hecho, fabuloso. Entonces, sobre la base de ese programa, y tú defendiendo tu propio proyecto, tú le vas a dar el apoyo que necesites, pero condicionado a eso. Y le repetí la famosa frase: “juntos, pero no reburujados”, muy claro.
Y entonces ¿qué pasó?
Pero no ocurrió así, prácticamente se entregó, se sumó de una manera incomprensible, para mí.
Yo lo quiero muchísimo todavía, pero ya no estaré, no estoy preparado mentalmente para ir juntos a la próxima fiesta con él.
Ahora mismo yo no tengo candidato presidencial, desearía que este gobierno hiciera lo mejor, desearía que no importe de quien sea, pues yo soy dominicano primero. Yo creo en la continuidad del Estado. Eso es lo que hace un país fuerte sí.
Yo vivía en Italia a principios de los años setenta y ahí cambiaban el gobierno cada diez días, pero había obras y proyectos que eran continuos. Y por eso Italia salió de un país como quien dice el menos desarrollado en Europa y mira donde se colocó.
A pesar de sus crisis, en un momento dado, Italia mantuvo las políticas públicas. Y yo creía que se podía mantener cuando oía las declaraciones de Luis Abinader, pero esas declaraciones se han vuelto mucha espuma y poco chocolate.
Hay muchas cosas de gestiones anteriores que es una mezquindad no reconocerlas.
Ahora, cuando yo digo que se hicieron cosas importantes, también digo que el gran problema es que los cambios estructurales que necesita el país tampoco se hicieron en el gobierno pasado, ni se están haciendo ahora.
Siento que se actúa pegando parchos sobre parchos.
Ahí está el tema de la reforma fiscal. Y cuando yo hablo de reforma fiscal no es de la reforma fiscal que se estaba mencionando por ahí. Porque tú puedes oír varias personas hablando de reforma fiscal y si tú te das cuenta no estamos hablando de lo mismo. Para mí una reforma fiscal es un proyecto desarrollista, que elimine una serie de distorsiones y la injusticia que tiene el régimen tributario dominicano.
Por lo pronto, este es el régimen más injusto y más regresivo. Aquí, el grueso de los impuestos los paga los pobres, pero aparte de injusto y regresivo todavía hay muchos niveles de evasión, que se podrían corregir.
Hay incentivos que son buenos, pero hay otros que hay que revisar, y si te sigo mencionando cosas vamos a concluir en que se necesita una reforma fiscal pensando en la gente, para la gente, y en el desarrollo del país.
Vamos a tener que pisar callos en este país y a los políticos no les gusta pisar callos, porque ellos lo que quisieran ser es una monedita de oro que le guste a todo el mundo. Pero sucede que el que no está con Dios, está con el Diablo.
Una diferencia entre un político y un estadista es que un estadista piensa primero en su país y toma las decisiones por duras que sean. Pero no siempre es así. El estadista invierte su capital político en medidas que, aunque al principio parezcan molestosas, a la larga serán efectivas y eso es lo que le falta a este gobierno.
¿Cómo proyecta su participación en los afanes políticos y sociales?
Yo. A favor de alguna causa siempre de acuerdo a aquella utopía. Yo lo que estoy haciendo ahora es tratar de llevar mi experiencia a otra gente.
Yo confío en que en este país haya un grupo de jóvenes, algunos jóvenes políticos, que pueden dar un salto, pero es un proceso difícil. Porque aquí desgraciadamente tenemos un problema, que el clientelismo te traga o te expulsa y es muy poco lo que se mantiene firme para no dejarse tragar, ni dejarse expulsar. Yo soy uno de ellos. Pero muchos jóvenes sin darse cuenta, aunque tengan buenas intenciones, se están dejando tragar por el sistema que ellos deben empezar a combatir. Y eso lo digo sin diferencias políticas, incluso yo haría una masa crítica de jóvenes políticos o jóvenes que están en la política e involucrar a otros que no están en la política para que comiencen a rebelarse contra el clientelismo político y creen una visión de desarrollo sostenible y luchen juntos, no importa dónde estén, por impulsar esa visión y por transformar este país.
Ese es un sueño que tengo. Y trato de contribuir con ese sueño. A cada rato me expreso en las redes, pero usted nunca me va a ver por las redes denigrando nadie, ni siquiera a mis enemigos. Yo lo que hago es tratar de educar por esta vía, de abrir conciencia, de crear conciencia y darle un poco de aliento, un espaldarazo a aquellos que tienen la intención de hacer cosas y no saben cómo hacerlo.
¿Eso incluye la posibilidad de militar de cara a las próximas elecciones en algún proyecto?
No, no, no creo. (risas) Yo lo que estoy dispuesto es a participar en un consejo de ancianos (risas), pero de ancianos con ideas desarrollistas e ideas modernas.
Esa experiencia puede ser importante para las nuevas generaciones.
Bueno, muchas gracias.
Tremendo ejemplo a seguir. Interesante entrevista. Es bueno siempre defender nuestros ideales.
Siempre a Tony le sobró el talento.Excelente entrevista. Me alegra muchísimo que siga pensando cómo ayudar al País👏👏👏👏
Excelente entrevista a un respetado ciudadano, de trayectoria clara. Felicidades a pronosticamedia.com, el cual promete desde ahora ser la diferencia en lo que a periodismo digital se refiere. En hora buena. ¡Adelante!
Excelente entrevista, mucho contenido para documentarse.
Excelente entrevista, sobre todo cuando un buen entrevistador. Saludo la puesta en línea de pronosticamedia.com
Muchas gracias por sus interesantes comentarios.