Tesla presentó el martes versiones más baratas de sus modelos más vendidos, el Model 3 y el Model Y, en un intento por recuperar impulso frente a la desaceleración global en la demanda de vehículos eléctricos y la creciente presión de competidores, especialmente de fabricantes chinos y marcas tradicionales que amplían sus líneas eléctricas.
Las nuevas versiones, denominadas Standard, recortan equipamiento y eliminan funciones como el sistema de conducción asistida Autopilot, con el fin de reducir los precios hasta un 13 %. El Model 3 Standard saldrá al mercado por 36.990 dólares, mientras que el Model Y Standard costará 39.990 dólares, alrededor de 5.000 a 5.500 dólares menos que las variantes más baratas disponibles hasta ahora.
Estrategia defensiva ante el enfriamiento del mercado
El recorte busca reactivar las ventas tras un año de crecimiento más lento y la pérdida de los créditos fiscales federales de hasta 7.500 dólares en Estados Unidos, que expiraron el 30 de septiembre. Sin esos incentivos, los precios de Tesla habían quedado menos competitivos frente a modelos más accesibles de BYD, Hyundai, Kia y otras marcas emergentes.
De acuerdo con Reuters, la empresa de Elon Musk intenta mantener su cuota de mercado en un entorno donde las ventas de vehículos eléctricos crecen, pero a un ritmo menor que en años anteriores. En el tercer trimestre, las entregas de Tesla disminuyeron, y los márgenes de beneficio se redujeron por la continua guerra de precios iniciada por la propia compañía en 2023.
Atraer a compradores sensibles al precio
Bloomberg informó que el movimiento representa un giro estratégico hacia consumidores más sensibles al precio, mientras que el segmento de lujo —donde Tesla había dominado— muestra señales de saturación. Analistas consideran que las versiones Standard podrían ayudar a la empresa a competir en el rango medio del mercado, aunque con un riesgo: canibalizar las ventas de los modelos más caros.
“Dado que se trata únicamente de un nuevo acabado y no aporta novedades, es más probable que reste ventas a los acabados de mayor precio que atraer nuevos compradores”, comentó Gary Black, analista del sector automotriz.
Rebaja menor a lo esperado
La reducción de precios fue inferior a lo anticipado por los analistas, que habían proyectado un recorte más profundo para compensar la pérdida de los créditos fiscales. Tras el anuncio, las acciones de Tesla cayeron más de 4 %, hasta 434,5 dólares, reflejando la preocupación de los inversores sobre el impacto de la medida en los márgenes de ganancia.
Innovación limitada y actualización del FSD
Aunque las nuevas versiones carecen de Autopilot de serie, los vehículos son compatibles con el sistema de conducción autónoma avanzada Full Self-Driving (FSD) Supervisado, disponible por 8.000 dólares adicionales.
De manera paralela, Tesla lanzó una actualización limitada del software FSD v14, la primera gran revisión en un año, que aumenta diez veces la capacidad de su red neuronal. No obstante, esta actualización solo está disponible para vehículos con el hardware más reciente, lo que limita su adopción inmediata.
Contexto global
Según el Financial Times, el ajuste de precios de Tesla se produce en un contexto de transformación más amplia de la industria automotriz, en la que los fabricantes están tratando de equilibrar rentabilidad y crecimiento frente a la saturación de los primeros mercados eléctricos. Con la expansión de las opciones de bajo costo, el modelo de negocio basado en innovación premium de Tesla enfrenta su prueba más seria en una década.