Por Haivanjoe Ng Cortiñas
El slogan de campaña del candidato recién electo en la convención del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el presidente de la República, Luis Abinader, dice: “Sin Mirar Pa’Tras”. Sobre esta frase no creo que ningún mortal, sin importar su nivel de instrucción sea capaz de estar de acuerdo con semejante pretensión.
El mirar hacia atrás, siempre será un buen ejercicio comparativo, que nos ayuda a conocer el contexto del pasado, construir el conocimiento de hoy y puede evitar duplicar esfuerzos y repetir errores, de manera que, siempre será relevante conocer el pasado, porque sin él no hay presente ni podrá haber futuro. No hay historia sin los hechos del pasado.
El pasado puede ser en su balance positivo o negativo, cualquiera que sea el resultado, su conocimiento es clave, afirmaría, que no hay manera de concebir una visión de desarrollo integral y con el menor de los esfuerzos, si no se parte de un punto y justo ese es nuestro pasado. Cuando el pasado es auscultado, desprovisto de contaminación de valor, la hipótesis, su tratamiento y sus hallazgos no serán sesgados.
¿Por qué temerle a conocer el pasado, especialmente si estás seguro de que el presente es mejor?, la respuesta debe construirla el autor del referido slogan; mientras, en lo que sigue de este artículo, se limitará a presentar el pasado económico, el que dicen los números oficiales y la valoración se la dejaré al lector, que con su inteligencia sabrá tomar partido en la línea de su comprensión, apreciará la realidad de las cifras y probablemente, el imaginario social también se la valide.
En los dos últimos meses el país le dio seguimiento y fue testigo de la destacada participación del equipo nacional de baloncesto masculino en el torneo mundial de esa disciplina deportiva. Con más brillo, la campeona mundial de atletismo en 400 metros plano en Budapest, Marileidy Paulino, y luego, su primer lugar en la Liga Diamante. Ahora, la clasificación directa para las olimpiadas de Paris 2024 de las Reinas del Caribe, como se conoce al equipo nacional de voleibol femenino.
Estos resultados acontecen en un contexto en el que los recursos del gasto público dominicano se han comportado de la siguiente manera en los últimos años. En el 2012 se gastó en deporte el 4.7 % del total del presupuesto, en cambio, para el 2023 tan solo fue un 0.25 %, es decir, que, de cada 100 pesos gastado, antes se destinaba al deporte casi 5 pesos y ahora 25 centavos. Tres de las voleibolistas residen en el pabellón de voleibol, donde en los baños no hay agua para el aseo.
En materia del gasto público para el sector salud, la referida erogación en el 2012 fue de un 11.9 % del total y en el 2023 de un 11.0 %, mostrando una disminución de 0.9 puntos porcentuales. El gasto en salud pública acontece en un momento en el que cuando ocurrió el incendio de San Cristóbal, el único centro hospitalario con un área especializada para atender las afecciones por quemado en humanos permanece cerrada desde hace unos años por motivo de remodelación dilatada.
Ahora que el plátano se cotiza la unidad hasta en RD$ 40.0, dependiendo del tipo de comercio donde lo adquiera, el gasto público que se destina al sector agropecuario ha pasado de un 2.1 % del gasto total en el 2012 a un 1.21 % en el 2023, indicativo de una menor dotación de recursos financieros por el orden de 0.89 puntos porcentuales durante el periodo de tiempo referido.
A nivel de la promoción de los valores culturales en la República Dominicana, en el 2012 de cada 100 pesos que gastaba el gobierno, 0.31 centavos lo destinaba a ese sector, mientras que, al 2023 el destino de ese mismo tipo de gasto es de 0.26 centavos por cada 100 pesos erogado por el gobierno.
En los distintos medios de comunicación, tradicional o de redes sociales, los ciudadanos nos enteramos de los diversos hechos delictivos de los que son victimas la gente. No pasa medio día sin que no sepamos que algo le ha pasado a alguna persona. Pero resulta, que la entidad encargada de velar por la seguridad ciudadana en el 2012 recibía un 5.83 % del gasto público total y ahora en el 2023 solo se le entrega 4.77 %, es decir, que de cada 100 pesos que se gasta en seguridad ciudadana, antes se destinaba casi 6 pesos y ahora casi 5 pesos, a pesar del crecimiento de la población.
En lo referente al gasto público de capital, el que se dirige la inversión para la construcción de obras de infraestructura, compras de equipos y maquinarias, es el que eleva el patrimonio público y lo potencializa, en la composición del presupuesto nacional, en el 2012 se destinaba el 30.0 % a gasto de capital y para el año en curso solo el 12.5 %.
En cuanto al gasto social, excluyendo el destinado a educación, que tiene apropiado el 4.0 % del PIB por ley, para el año 2012 se erogó el 27.6 % del gasto público total, mientras que, para el 2023 es de un 24.2 %, para una diferencia de 3.4 puntos porcentuales hacia la baja. Recordemos que el gasto social es la expresión financiera de la voluntad del gobierno para asistir a los sectores sociales de menos nivel de ingreso monetario o los más vulnerables.
En materia del endeudamiento público, la deuda consolidada ha evolucionado hacia el alza, pasando de US$ 51,945.3 millones en septiembre de 2012 a US$ 72,153.1 millones a junio de 2023, para un incremento de un US$ 20,707.8 millones, equivalentes a una tasa de crecimiento de un 38.9 %.
Como resultado del aumento del saldo de la deuda del sector público consolidado, el servicio de la deuda, medido por la parte del pago de los intereses, ejerce una presión sobre el gasto público total de un 20.3 % en el 2023, cuando en el 2012 era de un 10.2 %.
En términos de los recursos presupuestarios gastados a través del tiempo, resulta que durante el periodo agosto de 2004 a agosto de 2012, el gobierno gastó en forma acumulada en 8 años el monto de RD$ 1.95 billones y en el lapso de tiempo que va de agosto de 2020 al 22 de setiembre de 2023 ha gastado un monto total de 3.45 billones de pesos y si se proyecta lo que habrá de gastar al 16 de agosto de 2024, las autoridades gastarían un monto de RD$ 4.16 billones en 4 años.
Ahora el lector, que ha podido estar en contacto con este artículo, se encuentra en mejor condición de poder forjarse su propia opinión, en cuanto a si vale la pena estar de acuerdo con el slogan “Sin Mirar Pa’Tras”. Usted tiene la palabra.