jueves, abril 18, 2024

Servio Tulio Castaños Guzmán: “La mayor presión en mi carrera vino del Gobierno pasado cuando quería modificar la Constitución de la República”

SANTO DOMINGO.El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) Servio Tulio Castaños Guzmán reveló que uno de los momentos en que ha sentido mayor presión en su carrera, vino al final del Gobierno de Danilo Medina, cuando éste quiso reformar la Constitución para tratar de reelegirse en el año 2020.

Preguntado por Pronosticamedia.com sobre los días más difíciles que ha vivido al frente de la FINJUS, no vaciló al decir: “en el gobierno anterior, en la última etapa, por el tema de la reelección”

A continuación, la entrevista completa:

¿Doctor cuántos hermanos son ustedes los Castaños Guzmán?

Somos seis hermanos, dos hembras y cuatro varones.

 Los cuatro varones, no quiero ser discriminador, pero los cuatro varones Julio César Castaños, Julio Amado, Tulio Miguel y Usted. Todos con nombres que han sonado mucho en el proceso político y académico de la República Dominicana. ¿De dónde viene eso?

De la formación que nos dieron en la casa. A nosotros nos formaron sobre la base de un compromiso con este país y pudimos habernos dedicado a otra cosa que pudieron ser más lucrativas. Esa es la verdad y hemos decidido hacer el sacrificio porque creemos en este país. Por eso es por lo que usted ve que cada uno de nosotros, en diferentes áreas, estamos permanentemente aportando en lo que entendemos que puede ser provechoso para este país.

Esa es la realidad. Cuando salí a estudiar yo me pude quedar fuera, en el extranjero, pero no lo hice. Mi hijo, por ejemplo, que está casado con una norteamericana, quiso que su hijo naciera aquí, o sea, esa fue la formación que a nosotros nos dieron. El mayor se fue a hacer una especialidad en Europa. La menor fue a la Universidad de Stanford: Incluso, pronunció el discurso de graduación y terminó economía con índice 4 plus. ¿Qué, qué más se puede pedir? Son trabajadores, les enseñamos a trabajar desde pequeños y parece que les gustó. 

Por eso tú ves que nosotros, los cuatro varones que somos hermanos, permanentemente uno, dos, tres y a veces los cuatro Castaños Guzmán estamos en posiciones académicas, o sociales muy visibles. 

¿Qué tuvieron que ver sus padres con esto?

Bueno, yo soy hijo de educadores. Mi padre fue tres veces rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, pero no solamente eso, él fue secretario de Estado de Educación. Mi hermano Julio Amado fue rector de una universidad. Julio César fue presidente de la Junta Central Electoral en dos ocasiones y fue vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia.  Nosotros estamos muy liados al ambiente académico.

Pero a veces esas posiciones son conflictivas

Sí, porque, a fin de cuentas, tú lo que tienes que asumir es el compromiso. Inclusive, eso es parte de tu personalidad. En la vida tú tienes que asumir esas responsabilidades, independientemente de que lo que tú hagas genere algún tipo de ruido. 

La independencia es cuando tú haces lo que tu entiendes correcto sin reducirte por las críticas y lo que estos cuestionamientos pueden generar. Por ejemplo, yo he sido objeto de muchísimas críticas, y yo entiendo a los demás. Ahora, yo me he dado cuenta, que al final el trabajo se impone.

Como decía el apóstol San Pablo. Él decía: “tú puedes esperar hasta 400 años, pero un día el que tiene la razón se la van a dar”. Entonces yo creo que es sobre esa base que tú tienes que actuar, no sobre la base del temor ni sobre la base de lo que el otro pueda decir.

¿Cómo siente usted en una institución como Finjus, que está impulsando una iniciativa gubernamental, y de repente tiene que apoyar un reclamo popular al Gobierno? 

Esa es la democracia. La gente me pregunta, que cómo aguanto tanta presión por esos temas conflictivos, pero yo entiendo que el que no está emocionalmente preparado para este tipo de cosas, debe de quedarse en su casa. 

Es que las cuestiones de Estado siempre van a generar conflictos. Y estos encontronazos pueden venir desde el mismo Estado, desde la sociedad y de otras, instancias. Son presiones del que administra, del que controla al administrador y otro que es imparcial, el Poder Judicial.

Cuando tú juntas esos tres poderes, evidentemente que ahí se dan situaciones de tensión. Y desde la sociedad eso se refleja también. No hay una cosa más controversial, más expuesta al debate, más expuesta a la crítica, que las personas que son hacedoras de opinión.

Entonces, uno lo que tiene es que estar preparado emocionalmente para eso. Pero en el fondo, tú lo que tienes es que asumir la responsabilidad y hacer lo correcto, y punto, se acabó.

¿Cómo ha ganado esa experiencia?

Bueno, lo que pasa es que yo vengo desde el Estado.

Cuando el presidente de la República Joaquín Balaguer yo estuve como asesor legal de la Dirección General de Normas y Sistemas, oye eso, una cosa viejísima que desapareció. Después, cuando el presidente Leonel Fernández, fui embajador de la República, consultor jurídico de la Cancillería. Cuando el presidente Hipólito Mejía fui el consultor jurídico del Congreso. 

Luego, regresó el presidente Leonel Fernández y fui procurador general adjunto, primer sustituto de Procurador, y luego vine a la Fundación Institucionalidad y Justicia, donde llevo ya 18 años.

Eso te da la oportunidad de tener una visión holística de cómo funciona el Estado.

Por ejemplo, la Finjus es una institución de la denominada Sociedad Civil, pero aquí nosotros tenemos una visión de Estado. Soy miembro del consejo académico de la Escuela del Ministerio Público, miembro del Consejo Nacional de la Defensoría Pública; me tocó coordinar el Grupo para la Transformación y Modernización de la Policía, tenemos un vínculo muy estrecho con la Escuela Nacional de la Judicatura, muy estrecho; cada vez que el Congreso de la República necesita una consulta técnica de un proyecto, ahí estamos y los medios de comunicación, permanentemente, nos solicitan consultas.

¿Cuál ha sido el momento en que usted ha sentido más presión durante su gestión en la FINJUS?

En el gobierno anterior, en la última etapa, por el tema de la reelección. Como Finjus desde su creación es antirreeleccionista, desde cuando Milton Ray Guevara era el vicepresidente ejecutivo. (Se refiere al hoy presidente del Tribunal Constitucional que durante 5 años fue vicepresidente ejecutivo de Finjus).

El discurso de la Fundación es que hay que respetar el texto constitucional, entonces como se pretendió en un momento modificar la Constitución para otro período, evidentemente que eso generó momentos de tensión.

Pero eso es normal, eso es totalmente normal y esto es bueno, porque a fin de cuentas es el debate, ese es el concurso de ideas, eso es rico.

¿Se conoce a la Finjus por esos temas en debate, pero que más sucede aquí?

Tenemos aquí la Mesa de los Constitucionalistas, o sea los más connotados constitucionalistas de la Nación, cuando te digo “los más connotados constitucionalistas”, son “los más connotados constitucionalistas”: tenemos la “Mesa de los Administrativistas”; somos miembros del “Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo, y los administrativistas se sientan aquí, los penalistas, los civilistas.

Entonces hay que ver en los debates que se dan alrededor de esas mesas, en donde yo he tenido que jugar un rol, y se lo digo a ellos, que me ha tocado ser una especie de animador de talento, tú ves.

Ya somos un centro de estudios reconocido, un “Things Time”. Para que tengas una idea, nosotros somos el “Things Time” número 78 de América Latina. Estamos ranqueados por el Centro del Pensamiento en la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, en dónde ranquean los “Things Time” de América. Nosotros como la número 78, eso generalmente no se conoce.

Lo he visto en misiones difíciles, como ser coordinador vocero del Grupo para la Reforma de la Policía Nacional ¿qué se siente?

Yo veo eso como una gran oportunidad y te voy a decir por qué.

Uno también tiene que desmontar mitos. Yo he visto en todos estos procesos gente que no le gusta disque arriesgar su vida.

Gente hablándote en sentido llano, que no se la quieren jugar.

Usted no se puede pasar la vida desde una esquina diciendo y proponiendo cosas. Usted tiene que ser parte de los procesos. Esa es la realidad.

Usted no le puede salir huyendo a los retos que le den la oportunidad de asumir. Una de mis grandes experiencias fue ese proceso de reforma policial. Había 20 personas y de los más jóvenes era yo.

Déjame decirte: nos comisionaron para que un plazo de un año entregáramos un informe, nosotros lo entregamos en ocho meses, pero más aun, este trabajo nosotros lo hicimos con la participación también de la Policía Nacional.

¿Cuando trabajaron con ese tema no hubo algún temorcito?  

Este fue el proceso en donde yo menos presión he recibido, porque a fin de cuentas creo que esa es una institución que está consciente de que se tiene que transformar. Es decir, ellos ya llegaron a esa conclusión. Lo que pasa es que generalmente a los cambios todos nos resistimos, todos. Hasta para el cambio de un presupuesto familiar, hay resistencia. Imagínate tú, desmontar estructuras y unas prácticas como las que existen ahí en la Policía. Eso no es fácil. Eso se va a ver en el tiempo, pero el trabajo se hizo.

Se nota satisfecho con esta labor…

Te voy a dar una primicia y te la voy a decir con mucha humildad.

Ese trabajo fue elegido modelo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se ha convertido en referente, para que el proceso se viva en otros países. Es un gran aporte como país. Eso nos lo comunicó la embajadora Laura Faxas. Comenzando por ahí, ya se ganó. Y vuelvo a decirte: fue un proceso interesantísimo, porque éramos 20 profesionales, imagínate tú periodistas, escritores, historiadores, juristas… el trabajo está ahí.  

¿Con qué país usted sueña al dedicarse a estas actividades?

Este es un país que se tiene que someter al imperio de la ley, eso es lo que yo opino y ya más nada, a que se someta al imperio de la ley.

¿Qué se necesita para eso? 

Voluntad política primero, y segundo, hay que aumentar los niveles de formación, porque aquí muchas veces le reclamamos a la clase política, pero yo creo que desde la sociedad también se está fallando.

Hay una serie de descomposiciones sociales, que lo están alterando todo y eso se ve en los niveles de violencia.

En FINJUS hacemos levantamiento mucha información. En cuanto a los niveles de criminalidad, el 67% de la criminalidad se está cometiendo desde la sociedad. No desde la delincuencia tradicional. Esos crímenes vienen desde colmadones, de la violencia intrafamiliar, transeúntes armados, que por falta de tolerancia intercambian disparos. Y también desde el mismo hogar. Los padres no podemos estar justificándoles “sinvergüenzadas” a los hijos.

Cuando yo estudié en la UASD fui detenido tres veces. La tercera vez quien me metió preso fue mi Papá, 

¿Cómo así? 

No había Código Procesal Penal y me dejó cinco días preso.

¿Y en qué condición?  

Ahí estaba preso también Roberto Santana, para que tu veas.

Pero ¿cuál era la función de su Padre en ese momento?

Secretario de Estado de Educación. 

¿Y podía ordenar el apresamiento?

 No. Pero mi padre era amigo del jefe de la Policía.

“Déjamelo ahí hasta que yo te avise”, le dijo al jefe de la Policía.

Yo viví mi perestroika ahí mismo, se acabaron mis bellaquerías.

Entonces, a los hijos tú no puedes estarles justificando cosas. Tú sabes lo que está mal y lo que está bien. Yo sostengo la tesis de que hay dos tipos de pecados. Uno que tú antes de cometerlo lo sabes. Pero hay otro que tú lo vives justificando, ese es el pecado más grande.

Entonces, yo he visto que padres les justifican muchas sinvergüenzadas a los hijos frente a los demás. Y lo que está mal está mal. Por eso es por lo que tú ves que esos muchachos comienzan a confundir lo blanco con lo negro y comienzan a verlo todo gris y ahí es que viene el problema.

¿Has pensado alguna vez optar por un puesto de elección popular, presidente de la República, por ejemplo?

No. Nunca he pensado aspirar a nada. Yo siempre quise ser un buen abogado. Ver mis hijos crecer, darles una buena formación a mis muchachos. Creo que ya eso se logró.

Pero yo como que nunca he aspirado políticamente a nada.

Todas las posiciones que yo he ocupado, no sé por qué, me han ido a buscar a mi casa.

Hay países que la gente se ha cansado y aparecen líderes como Usted, sin partidos.

Ojalá que eso aquí no pase, porque a la larga las experiencias no han sido positivas.

El Estado es muy complicado. Una de mis críticas a personas que ocupan posiciones políticas es que llegaron ahí sin los niveles de formación.

Tú me dirás, ¡pero tú lo tienes! Sí, pero yo lo tengo desde el punto de vista de la visión académica.

Yo respeto mucho a la clase política independientemente de sus desaciertos.

No te creas que desde la Sociedad Civil todo es color de rosa, también hay sus desaciertos.

Entonces, tenemos que cuidarnos con ese tema, porque si a esta clase política le pasa algo, nos va a llevar de encuentro a todos, a todos.

Yo llevé a la mesa del consejo de directores de la Finjus esa inquietud y para nosotros es uno de los principales puntos de la agenda, fortalecer al sistema político, el sistema de partidos. Nosotros no desprestigiamos al sistema político, nosotros estamos apostando al fortalecimiento de ese sector, porque estamos viendo lo que está pasando en Colombia, en Chile, en Bolivia, en Honduras, lo que está pasando en El Salvador, en Perú, Venezuela, Nicaragua, Haití. Es muy probable que los que mejor estamos en América Latina, seamos nosotros. Entonces, esto hay que fortalecerlo. (Se refiere al sistema democrático).

Muchas gracias.

Lito Santana
Lito Santana
Nació en Tamayo. Locutor y periodista. Ha trabajado en distintos medios de comunicación. Aboga por la participación de todos los sectores en la solución de las dificultades por la que atrevieza el País.

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