jueves, abril 25, 2024

Ramón Alburquerque, ¿ruido o amenaza para la candidatura de Luis Abinader?

Por Osvaldo Santana

El lanzamiento formal de la precandidatura de Ramón Alburquerque en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ¿representa un mero ruido o una amenaza para la candidatura a la reelección del presidente Luis Abinader?

Dado el criterio o dicho popular de que en política no hay enemigo pequeño, y que en ningún caso debe ser desdeñado al extremo, por poco significante que pudiera parecer, una mirada hacia Alburquerque podría tener valor si se revisa la historia continental o global… 

Lo del ingeniero Alburquerque empezó prácticamente desde el inicio de la administración de Abinader, cuando al pasar los días se descubrió que había quedado fuera de los estamentos del nuevo poder. Desde entonces pudo percibirse una línea de oposición a su propio gobierno perremeísta, centrada en la figura del presidente y especialmente fundamentada en la afirmación de que los militantes de las bases y los mandos medios habían sido excluidos de los cargos públicos.  

Sin rodeos, sostenía que fueron privilegiados para los cargos los llamados “popis”, los blanquitos y los ricos, en desmedro de quienes cargaron con los trabajos y los riesgos de fundar el PRM y hacer la campaña del actual presidente.

Luego vendría un endurecimiento de las denuncias de cómo el gobierno concede los grandes contratos a unas cuantas empresas, sobre todo para la reconstrucción de la autopista Duarte y las grandes inversiones en Santiago, una de ellas concedida, según ha insinuado, de graciosamente, por más de 15 mil millones de pesos, más otras que estaban cedidas a la desaparecida empresa brasileña Odebrecht y que se las habrían transferido a su principal socio contratista en el país, por vía administrativa.

Alburquerque fue senador de la República y presidente del Senado, secretario técnico de la Presidencia durante la gestión de Salvador Jorge Blanco, y político de toda la vida, uno de los ejes en que se fundó el PRM tras la renuncia colectiva del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Presentó formalmente su precandidatura presidencial el domingo 16 de abril. Dejó claro que enfrentará a Luis Abinader en la campaña interna por la candidatura presidencial, adelantó a quienes están en el gobierno que se preparen porque “van a coger cajeta civilizada”.

Asimismo, le habló directamente a quienes puedan pensar que sus aspiraciones sólo buscan incordiar: “Mis críticas son de buena fe”, para que el gobierno cambie la que considera línea errática, pero que en todo caso, no cambiaría a Abinader por Danilo Medina o por Leonel Fernández, “que saquearon el país”.

Masas populares versus oligarquía

El dirigente perremeista apoyará su campaña mediante el recurso de las masas. Estimulará la acción de la movilización de las bases contra la oligarquía, que según afirma, ha sido la gran favorecida del gobierno de Abinader.  Es decir, un discurso de lucha de clases entre ricos y pobres. Habló en términos bien llanos y por momento coloquial, él, que es un profesional completo. Quizás lo hizo ex profeso. 

También plantea una confrontación racial, de un pueblo mayoritariamente mulato, mestizo y negro, que representa el 90 por ciento, según dice, de los dominicanos, frente a una élite de blanquitos que no son más del 9 por ciento de la población.

Aboga asimismo por un cambio de rumbo de la política exterior. Defiende la no alineación.  Rechaza la adulación a los Estados Unidos, lo que no significa, afirma, desafección hacia esa nación. Al mismo tiempo, cree necesario una potenciación de las relaciones con otros países, como China, la cual, afirmó, es tratada con sesgo por el actual gobierno. “Eso no tiene sentido”, en un mundo cambiante y multipolar como el que está en cierne.

Aunque no cree que el país debe seguir a pie juntillas la política exterior de Estados Unidos, tampoco se puede desconocer su importancia para República Dominicana, como gran mercado, y por la presencia de más de dos millones de dominicanos que aportan más de US$20 mil millones en remesas y otros tipos de envíos. 

Y respecto a China, una política de cercanía, pero fundada en mejores niveles de intercambios, porque ahora la balanza comercial es demasiado favorable a esa nación, que vende más de US$3,800 millones cada año y República Dominicana exporta menos de 300 millones de dólares. Eso tiene que cambiar, asegura.

¿Representa una amenaza para Abinader?

La precandidatura de Alburquerque difícilmente sea una amenaza para la campaña interna de un presidente en ejercicio como Abinader. Aunque se trata de una elección con el padrón del partido, cerrada, con el favor de la inmensa mayoría de la dirección, y probablemente de los mandos medios, resulta impensable que un presidente se deje derrotar de cualquier adversario interno. Sería una catástrofe para el gobernante.

Pero la convención con el padrón cerrado “iguala” las oportunidades para los participantes, aunque de ninguna manera respecto al manejo de recursos económicos. Para cualquier competidor más allá del presidente, convendría que la convención fuera una consulta abierta, con la participación del universo electoral, porque permitiría que otros jugadores entren en la competencia. Entonces, podría presentarse un imponderable. Opositores del presidente podrían sentirse animados en estimular un voto “castigo”.

De todas formas, un presidente enfrentado   con un precandidato con un discurso agresivo y denunciador como Alburquerque, que llama a sus adversarios internos a prepararse para recibir “cajeta civilizada”, sin duda que habrá disonancias y ruidos. Además, en una coyuntura así, un precandidato-presidente en ejercicio, tiene que vencer en el partido de manera abrumadora. Lo contrario podría computarse como derrota, o por lo menos, como victoria pírrica.

Habría que considerar la participación de los candidatos a senadores, diputados, alcaldes, vicealcaldes y directores de juntas municipales. Alburquerque abona el punto, y reclama la celebración de primarias plenas para la elección de dichos cargos, con la advertencia de que el partido solo debe reservarse el 20% de los cargos. El resto tiene que ser escogido mediante primarias. “¡Que Dios los libre de poner caras bonitas… La pela va”. 

En cualquier caso, si la convención se lleva en Santa Paz, la presencia de Alburquerque servirá para propiciar la activación de los miembros del PRM, de quienes disfrutan las mieles del poder y de aquellos que continúan oliendo muy distante de donde guisan.

Un discurso pobre

Para la trayectoria y experiencia de Alburquerque, su discurso improvisado en el acto de proclamación fue sencillamente pobre, en la oratoria y en el contenido. Quizás conecte con el público al que estaba dirigido, pero el nivel de elaboración y estructuración conceptual fue precario, lo mismo que vacío de contenido programático acerca de la sociedad dominicana que concibe para un período de cuatro años. Con su formación, sus ideas debieron ser más propositivas y prometedoras acerca de la creación de empleos, más allá de las expectativas de los perremeístas, su visión del modelo de crecimiento económico y de reforma de la sociedad y el Estado de estos tiempos.

Pero no hay que olvidar que el hombre hablaba a los perremeístas desempleados, a los morenos, mulatos, mestizos, negros, los wawawa, a los hijos de Machepa, a la masa azul y blanco a las que quiere conquistar. Es decir, no habló para la academia ni para la élite política, sino para la masa.

RAMÓN ALBURQUERQUE

Ramón Alburquerque es un calificado profesional de la ingeniería y político de carrera, y más allá de su famosa expresión de “entren tó, coño”, cuenta con una significativa hoja de vida:

Nacido el 6 de junio de 1949, Ramón Alburquerque es graduado de Ingeniería Química y Ciencias de las Computadoras
Universidad de Kansas, Lawrence, Kansas, EUA; en Diseños de proyectos en ingeniería química, en la Universidad de Bonn, Alemania.
Tiene una Maestría y doctorado en Minas y Energía en la Universidad de Colorado School of Mines, Golden, Colorado, EUA; Estudios en Planificación del desarrollo económico y social de la Universidad de Paris, Francia. También de planificación del desarrollo en la Universidad McGill, Montreal, Canadá.

Asimismo, estudió sobre administración pública y derecho administrativo en la Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM); Planificación estratégica situacional en la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela; Procesamiento de frutas tropicales en el Instituto Centroamericano de Tecnología Industrial  (ICAITI) y Procesamiento y comercialización del oro en la Refinería Valcambi y el Banco de Crédito Suizo, Suiza, 

Es un políglota, pues habla y escribe los siguientes idiomas: Italiano, alemán, inglés, francés.

Experiencia profesional:

-Maestro de secundaria en el Juan Pablo Duarte.

-Profesor de Ingeniería Química y metalurgia en la UASD y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PCMM)

-Profesor asistente en Colorado School of Mines, Golden, Colorado.

-Asesor en procesamiento de minerales en la DuPont de Nemour, Coahuila, México.

-Asesor minero en el Banco Central, en la secretaría de estado de Industria
y Comercio  y en la secretaría de Finanzas.

-Director del Instituto Dominicano de Tecnología Industrial (INDOTEC)

-Vicepresidente del Instituto Mundial del Oro, Toronto Canadá.

-Presidente de la Rosario Dominicana-

-Secretario Técnico de la presidencia.

-Presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo
(REFIDOMSA).

-Presidente de la comisión nacional técnica forestal
(CONATEF).

-Presidente de la comisión nacional de política energética
(COENER).

 -Presidente de la Organización Latinoamericana de la Energía (OLADE).

-Senador de la República por los periodos: 1990-1994, 1994-1998, 1998
2002 y 2002-2006.

-Presidente del Senado de la República, por tres períodos, 1998-1999,
1999-2000 y 2000-2001.

-Presidente del PRD del 2005 al 2009.

-Vice-Presidente de la Internacional Socialista.

Osvaldo Santana
Osvaldo Santana
Osvaldo Santana es periodista.

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