Por Osvaldo Santana
Para ganar las elecciones en 2024, la oposición no solo tendrá que alcanzar mayores niveles de aprobación de la población mediante un discurso asertivo sobre los grandes problemas nacionales, sino buscar fórmulas que superen su fraccionamiento, y de manera muy particular, pelear en condiciones de extremada desventaja frente a un presidente hiperactivo, en la calle, que sigue ofreciendo obras, inaugura aquí y allá, y orienta los gastos sociales con proyección de su figura.
Ha sido la constante durante los años y meses al frente de gobierno, sea con la ampliación de las contribuciones a las familias a través del programa Supérate o mediante ayudas directas, en dinero efectivo, a cientos de miles de ciudadanos, como ocurrió a fines de 2022, cuando fueron entregados bonos a ciudadanos “carenciados”, con motivo de Navidad.
Desde el año pasado, precisamente, los actos de inauguración de obras han devenido en plataformas de promoción de la reelección presidencial, abiertamente. El presidente tiene derecho a optar por la reelección en atención a la norma constitucional, pero una rutina durante las inauguraciones deviene en un uso aventajado frente a sus competidores, limitados a promoverse mediante concentraciones públicas. Al margen de que no tienen la capacidad de movilización que facilitan los instrumentos del Estado durante los actos oficiales
Es el recurso del poder con fines proselitistas tradicional en la República Dominicana, denunciado por los opositores, pero olvidado cuando asumen los controles del gobierno, aunque en la discursiva formal se niegue.
El poder político como tal, maximiza su capacidad operativa durante las competencias electorales, cuando los resultados pueden darse o producirse con márgenes muy estrechos.
Ampliar las simpatías entre los ciudadanos es clave para mantener la preferencia, sobre todo, cuando persistentemente las encuestas indican que todavía no se avizora de una manera tan cierta la posibilidad de que el presidente Abinader gane la elección en la primera vuelta.
La fragmentación de la oposición
El gobierno, por no decir Abinader, tiene a favor la fragmentación del voto opositor, distribuido en las principales fuerzas después del PRM. Sin embargo, el hecho de que las encuestas lo continúen presentando con un porcentaje cercano al 50%, algo por arriba, algo por abajo, es un riesgo latente.
Lo favorece, de todas formas, la fragmentación opositora, que en algunas configuraciones sus componentes aparecen con aprobaciones que en conjunto sugieren un resultado de más de 45 %, pero que, separadas, en ningún caso superarían la reelección de Abinader.
La inflación y el poder
Más allá de lo que pudiera hacer la oposición para vencer a Abinader, el factor que más debe inquietar a su entorno es el persistente incremento del costo de la vida, y según los indicadores, esa tendencia difícilmente se atenúe hasta el día de las votaciones.
Quizás ahí resida el empeño de Abinader y su gobierno por tratar de contener las tendencias inflacionarias, o dicho de otra manera, continuar estirando el gasto social para disminuir la inconformidad de los sectores de más bajos ingresos.
Es lo que explica el acto del pasado lunes, cuando el presidente Abinader anunció “un cariñito para las madres dominicanas”. Un donativo de 1,500 pesos a propósito de la celebración del Día de las Madres.
Cientos de mujeres fueron llevadas al club San Carlos, en esa barriada, donde el presidente y la vicepresidenta anunciaron “un cariñito para mamá”, programa que alcanzará un millón de mujeres.
El gobierno informó que cientos de mujeres llenaron las gradas del club San Carlos y “recibieron con júbilo al jefe de Estado y a la vicemandataria”, donde se puso en marcha el programa “Un cariñito para mamá”, con el cual el gobierno dará ayuda a un millón de madres.
El propósito: “contribuir con el bienestar económico de hogares en condición de vulnerabilidad que han enfrentado situaciones de necesidad por el alza de los precios a nivel internacional”.
“Nuestro compromiso es con la gente, con quienes más lo necesitan, y en especial con las mujeres, con las madres dominicanas que con tanto esfuerzo trabajan para sacar adelante a sus familias”, dijo Abinader.
La acción la encasilló dentro del propósito de actuar “con total transparencia en el manejo de los fondos públicos para que la redistribución de las riquezas alcance para todos y todas”.
Pagos y selección de beneficiarias
Gloria Reyes, directora de Supérate, explicó que, del millón de madres seleccionadas, 500,000 fueron identificadas a través del programa Supérate y los 500,000 restantes, a través de otras plataformas como las del SIUBEN, INAIPI y PROPEEP.
Se realizarán transferencias bancarias a través del BanReservas a quienes ya posean cuentas, mientras que a quienes dispongan de la tarjeta Supérate, se les realizará un depósito adicional por 1,500 pesos.
“Las que no cuenten con ninguna de las dos vías mencionadas, recibirán un código a través de mensaje de texto en el celular, con el cual podrán dirigirse a un subagente bancario o sucursal del BanReservas para retirar los fondos; de igual forma se utilizará la cuenta digital MIO BanReservas. Los bonos estarán disponibles a partir de este miércoles 24 y jueves 25”, dijo.
Los programas sociales del Gobierno
Abinader hizo un recuento de los diferentes programas implantados para las familias dominicanas, “para mejorar sus condiciones de vida, creando empleos, más acceso a agua potable y saneamiento; mejores viviendas, educación de calidad, salud universal y gratuita. Al respecto destacó que, a la fecha, República Dominicana es uno de los países de América Latina y el Caribe con una de las mejores coberturas de la seguridad social y de salud”.
“En Supérate se duplicó el monto de las transferencias y la cantidad de beneficiarios; se creó el bono de Apoyo Familiar como entrega única a personas que no eran favorecidas, la tarjeta Bono de Navidad para llegar a 2 millones de familias en el mes de diciembre, el bono de emergencia para 40,000 hogares afectados por el Huracán Fiona y el Bono Vivienda para que miles de familias pudieran saldar sus deudas de más de 40 años con el Estado.
“También, el Fondo Nacional para la Niñez y Adolescencia con Discapacidad, que garantiza el acceso a servicios y apoyos para la atención de sus necesidades básicas; la implementación gradual del transporte escolar; el programa 14/24 para jóvenes que ni estudian ni trabajan”.
En paralelo, a través del Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE), el gobierno enfatiza su política de atenuar el impacto de la inflación. Iván Hernández, su director, anunció el inicio de un plan de venta de huevos a 130 pesos el cartón de 30 unidades. El propio presidente Abinader dijo que serán comprados 20 millones de unidades para facilitar el acceso a las familias carenciadas y apoyar al sector avícola.
En el plano político, el gobierno, se asegura nuevas adhesiones de opositores, sobre todo, alcaldes y una política de alianzas con partidos minoritarios. Tiene por delante alcanzar el 50% más uno. En las elecciones de 2020 Abinader obtuvo un 52.52%.
La economía y la política
La oposición concurre a las elecciones con un fraccionamiento de las dos principales fuerzas, que, según las encuestas, no tienen posibilidad de vencer a Abinader en una primera vuelta. De hecho, parecen apostar a la segunda.
En los últimos tiempos, su aprobación popular viene creciendo, lo que podría atribuirse a los desencantos sociales por los altos precios de los alimentos.
El desempeño económico será en consecuencia un factor clave para las elecciones próximas. Un reto para quienes detentan el poder, y una oportunidad para sus contrarios.
El informe del FMI
El informe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que recién visitó el país, sugiere, según su jefe técnico Fernández-Corugedo, que la economía dominicana ha sido una de las más dinámicas y resilientes del continente americano en las últimas dos décadas. “Las reformas y las sólidas políticas monetaria y fiscal aplicadas han afianzado los marcos macroeconómicos -destacándose el régimen de metas de inflación y la introducción de un marco fiscal a mediano plazo- así como el sistema bancario, y la consiguiente estabilidad macroeconómica ha atraído considerables flujos de inversión extranjera directa (IED) lo cual ha permitido que el ingreso per cápita haya aumentado en más del doble y que la pobreza se haya reducido a la mitad”.
Según el FMI, el desempeño de la economía dominicana de hoy es un resultado del esfuerzo compartido de los gobiernos de las últimas “dos décadas”.
Agrega que “gracias a políticas y fundamentos económicos sólidos, las perspectivas económicas son favorables, pero están sujetas a un alto grado de incertidumbre, principalmente global”.
“Tras registrar un fuerte repunte, la recuperación posterior a la pandemia se ha moderado, y se proyecta que el crecimiento disminuya levemente de 4.9 por ciento en 2022 a alrededor de 4 por ciento en 2023, facilitando así el retorno de la inflación a la meta fijada por el Banco Central.
“Se prevé que en 2024 el crecimiento vuelva a situarse en torno al nivel potencial conforme se recupera el crecimiento mundial. Se proyecta que el déficit en cuenta corriente se reduzca en el mediano plazo debido a los menores precios de los commodities y a mejoras constantes de las exportaciones y de los ingresos por turismo en vista de la recuperación mundial.
“La incertidumbre global en torno a las perspectivas es elevada: a corto plazo predominan los riesgos a la baja- como un mayor endurecimiento de las condiciones financieras internacionales y una desaceleración más pronunciada del crecimiento global.
“En el mediano plazo, los riesgos están más equilibrados, con algunos de estos que son importantes -la mayoría de índole domestica- e implicarían mejores resultados, tales como mayores oportunidades para la inversión y la cristalización de las reformas en curso que podrían reducir las primas de riesgo y estimular el crecimiento potencial”.
“A corto plazo, las prioridades de las políticas deben seguir procurando garantizar que la inflación retorne al nivel fijado como meta, mantener la trayectoria descendente de deuda pública mientras se sortea la moderación del crecimiento y se salvaguarda la estabilidad financiera: …”