Construido después de 1615, fue ampliado en 1729. De la obra primitiva sólo se conserva el ábside. Su fachada es muy interesante ya que presenta una preciosa talla (obra de escultura) en ladrillo, que rodea el portal principal barroco, sobre la que un pequeño nicho acoge una imagen de la Virgen del Carmen tallada en piedra. Cabe destacar la existencia de las rejas exteriores que datan del siglo XVIII y son únicas en Santo Domingo.