Por LITO SANTANA
Con sus palabras, y mirándole a los ojos al juez Deybi Timoteo Peguero, el señor Francisco Pagán, ex director de la disuelta Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) no sólo se metió en el pozo, sino que puso al borde del abismo a sus compañeros de faenas, en el escandaloso caso de corrupción denominado “Anti-Pulpo”, que se ventila en los tribunales.
“Sí, me declaro culpable”, dijo Pagán, con una admirable actitud, dentro de las circunstancias, como tiene que hacer cada hombre responsable de sus actos.
Su admisión de los hechos pone en situación muy delicada a todos los implicados en este caso, que incluye al hermano del honorable expresidente de la República Danilo Medina Sánchez, Alexis Medina Sánchez.
Al lado del señor Pagán estaban Domingo Antonio Santiago, Julián Esteban Suriel y Lewin Ariel Castillo, que admitieron su culpabilidad, como parte del entramado societario creado por Alexis Medina Sánchez, para estafar al Estado dominicano, según el Ministerio Público.
Esta aceptación de culpa, negociada con las autoridades de la Procuraduría General de la República, les permitirá a los fiscales solicitar condenas más suaves para los acusados.
“Esos acuerdos consisten en un criterio de oportunidad, una suspensión condicional del procedimiento, y dos procedimientos penales abreviados”, puntualizó el magistrado y líder persecutor del caso, Wilson Camacho.
La cosa va tan en serio que a cambio de estos convenios el Estado recuperará más de 200 millones de pesos en bienes, muebles e inmuebles, que se decomisan como parte de estos, además, dinero en efectivo.
“Es la primera vez, incluso, que en un caso de corrupción de esta naturaleza y en la audiencia preliminar, una persona física admite los hechos de la acusación y acuerda con el Ministerio Público. Esto es una cuestión trascendente dentro de este proceso, que evidentemente, confirma la contundencia y la fortaleza de la acusación del Ministerio Público”, destacó Camacho.
Este funcionario ha dicho que con relación al acusado Alexis Medina, hay que recordar que actuaba de manera directa a través de sus empresas y de otras personas que eran parte de su entramado.
Por donde van las cosas en este proceso denominado “Anti-Pulpo” y viendo las contundentes admisiones de estos acusados, ha de suponerse que la Procuraduría General de la República tendrá ganancia de causa al final del camino.
Muchas personas creen que, por las variaciones en las medidas de coerción impuestas a los principales acusados, las supuestas negociaciones con parte de sus familiares y el escepticismo que reina en la población cuando se juzga a los “tutumpotes”, estos procesos quedarían truncos y nunca llegarían las condenas.
Pero después de arribar a estos acuerdos, en que gente de envergadura admiten su culpabilidad, los que todavía no aceptan la suya, están en la orillita del charco.
“¿Sabrán nadar?”, como diría el célebre narrador de las Águilas Cibaeñas.
