Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – “Cerrar el gobierno”. La expresión es preocupante, pero los efectos podrían ser nefastos para la economía, claro está, en unos sectores más que en otros.
La falta de un acuerdo entre demócratas y republicanos para aprobar la ley de financiamiento del gobierno federal es la causa de que se produzcan los cierres del gobierno.
Un trayecto amargo por el que ha atravesado el país más de una decena de veces, unos períodos más largos que otros.
Es la segunda vez que la administración encabezada por Donald Trump se enfrenta a esta situación, por demás difícil y desesperante.
El proceso
La constitución estadounidense es bien clara en cuanto a la separación de poderes. Cada rama del gobierno está bien definida y asume su rol sin intervenir en áreas que no le competen.
Es así como la asignación y el control de los fondos gubernamentales son de la estricta responsabilidad del Congreso. El proceso inicia cuando el Congreso propone un proyecto de ley donde establece la asignación del presupuesto para cada departamento federal, así como los distintos programas gubernamentales. En esta etapa, los congresistas someten el proyecto final a votación primero en la Cámara de Representantes y posteriormente al Senado. Luego que ambas cámaras lo aprueban, es enviado al despacho del presidente para la firma con la cual quedará listo para la promulgación. Es decir, convertido en ley. Pero puede ser que, aprobado por el Congreso, el Ejecutivo lo observe y deba ser conocido de nuevo por los legisladores.
Sencillo, ¿verdad? Pero ¿qué pasa si los congresistas no logran el consenso?
Sin acuerdo
Cuando los congresistas discuten las partidas presupuestarias y no lograr ponerse de acuerdo, antes de que finalice el año fiscal, se produce el cierre del gobierno. Además, ocurre también como se indicó, cuando el presidente lo veta y lo devuelve al Congreso.
Sin embargo, el cierre puede evitarse de manera temporal, mediante la implementación de una resolución continua, la cual permite extender la financiación del gobierno por un tiempo determinado. Durante ese período, los congresistas pueden seguir trabajando en un proyecto de asignación presupuestaria que satisfaga a todas las partes.
Lo que implica
Durante el cierre, el gobierno debe limitar las actividades y servicios de las agencias federales, las operaciones que se consideran no esenciales deben ser suspendidas. De igual manera suspende a todo trabajador que se considere no esencial, aunque esta parte es prácticamente una de las últimas medidas que toman los gobiernos en estos casos.
El cierre afecta a los gobiernos locales, porque el gobierno federal no les puede asignar los fondos que deben recibir. En casos extremos se puede producir el cierre de instituciones públicas y despido de empleados.
Varias veces
La historia del país registra 12 cierres de gobierno, la mayoría no ha pasado de 5 días, siendo el ocurrido durante el primer gobierno de Donald Trump el más largo, con 35 días de duración, seguido por el cierre de 21 días de 1995, durante la administración Clinton y el de 16 días registrado en 2013, durante la presidencia de Barack Obama.
Al cierre de esta edición de Pronosticamedia.com el gobierno federal arribaba al séptimo día de cierre.
Ahora, aun cuando las partes (republicanos y demócratas) no parecen entenderse del todo, se espera que el cierre no se extiende por mucho tiempo, pero son pocas las esperanzas, cuando el mismo presidente de la Cámara de Representantes reconoció que tiene ciertas dificultades para negociar con los demócratas y más aún cuando el presidente Trump se dedica a hacer "memes" o burlas de los demócratas que se negaron a aprobar el presupuesto con recortes a programas sociales, a través de su red social.