viernes, julio 26, 2024

La visita de Blinken a China baja las tensiones

Aunque poco publicitada, la noticia internacional más relevante de estos tiempos es la visita del secretario de Estado de Estados Unidos a China, porque baja las tensiones acumuladas en el curso de 2023 entre las dos primeras potencias económicas y militares.

Las tensiones se elevaron de tono después de la aparición en cielo norteamericano del ya famoso “globo chino” y el espectacular bombardeo y derribo que protagonizó Estados Unidos. Pero ya el nivel de confrontación era alto, tras la visitas de Nancy Pelosi y otros responsables a Taiwán, alimentadas por un discurso de doble sentido sobre las pretensiones separatistas del liderazgo de la isla y la firme determinación de China sobre la misma: es parte integrante del territorio continental.

Pero mucho antes, desde la administración de Donald Trump, las relaciones entre los dos países estaban agrietadas con la progresiva imposición de barreras arancelarias a productos provenientes de China, que eran igualmente replicados. Fue la guerra arancelaria que sorprendentemente fue seguida por el presidente Joe Biden, pese a que había declarado que la competencia con el gigante asiático tenía que fundamentarse en la competencia en los mercados, en el campo tecnológico, la ciencia y el crecimiento. 

La invasión de Rusia a Ucrania estimuló viejos temores de Washington a la idea de una réplica china frente a Taiwán, lo que condujo a un discurso de confrontación y desmarcamiento que definitivamente condujeron incluso a la creación de “bloqujes estratégicos”, incluso en la región de Asia, en los mares cercanos a China y Japón, dentro de lo que parecía una estrategia de confrontación entre Occidente, que arrastraba a la Unión Europea, ya envuelta en la guerra en Ucrania y Oriente, con el protagonismo de Rusia y China.

Ese discurso condujo a países como Alemania a hablar de China como un peligro estratégico pero como un socio inevitable. El mundo se proyectaba inestable, toda vez que continuaran acrecentándose la conflictividad.

Pero la actitud china, de desmarcarse del conflicto entre Rusia y Ucrania, y por el contrario, abonar la línea de la mediación, y persistir en la búsqueda de soluciones negociadas a los problemas, aparentemente fue ganando adeptos entre quienes en Washington alimentan el guerrerismo.

La visita de Blinken viene a recoger los contenidos de la reunión de Biden y Xi Jimping acerca de la necesidad de priorizar una gobernanza responsable para impulsar la paz y el progreso entre las naciones, en un marco de respeto.

Tras este encuentro es inevitable que haya un replanteamiento en los términos de las relaciones entre EE. UU. y China y obviamente, descarga totalmente la idea de una confrontación. Demasiados intereses de por medio, de ambas naciones, que tienen economías complementarias, en muchas direcciones, inversiones e intereses cada parte.

Varios ejes clave empujaron a esta movida: Taiwán, la guerra en Ucrania, las inversiones y los mercados. Especialmente, el interés norteamericano, de que no haya ayuda china a Rusia. Probablemente, es uno de los grandes propósitos del repentino viaje.

Detalles

La visita de Blinken empezó el domingo y  la misma disminuyó el nivel de las tensiones entre los dos países. Originalmente se reuniría solo con Qin Gang, el ministro de Asuntos Exteriores, y luego con Wang Yi, máximo responsable de la diplomacia del Partido Comunista chino. Finalmente, Blinken fue recibido por el presidente Jinping, acto que no formaba parte de la visita. El ministerio de Exteriores chino definió la reunión de Blinken con Jinping como una mera “cortesía”.

Los discursos

“Los dos hemos estado de acuerdo en la necesidad de estabilizar nuestras relaciones”, dijo el jefe de la diplomacia de Joe Biden tras su encuentro con Xi. “No queremos desacoplarnos, queremos reducir los riesgos”.

Xi Jinping expresó a Blinken que su país “respeta los intereses de EE. UU. y no retará o buscará reemplazar a EE. UU.”

Respecto a Taiwán, Wang dijo que Estados Unidos debe oponerse a la independencia de Taiwán y que China no tiene espacio para otra manera de enfocar la cuestión. 

"Espero que esta reunión pueda ayudar a que las relaciones entre China y Estados Unidos vuelvan a lo que los dos presidentes (el presidente estadounidense Joe Biden y el chino Xi Jinping) acordaron en Bali", dijo el viceministro chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, en

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó el mismo lunes que Estados Unidos y China tienen la obligación de manejar su relación de manera responsable, y que el compromiso directo es la mejor manera de garantizar que los desacuerdos no se conviertan en conflictos.

 Blinken dijo que tuvo conversaciones sinceras y sustantivas con el presidente chino, Xi Jinping, y el alto diplomático chino, Wang Yi.

Blinken dijo que planteó las preocupaciones de Estados Unidos sobre las acciones chinas de provocación en el Estrecho de Taiwán. Blinken indicó que reiteró que Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán y que continúa esperando la resolución pacífica de las diferencias entre ambos lados del Estrecho de Taiwán.

Compromisos

En el encuentro se habló de compromisos que incluyen acuerdos de trabajo conjunto para lidiar con la emergencia climática y abordar también cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria mundial. También sobre el control de producción de fentanilo, el opioide de uso masivo en EE. UU., muchos cuyos materiales brutos se producen en laboratorios chinos.

Además, sobre la necesidad de incrementar los vuelos comerciales entre los dos países y fomentar más intercambios para estudiantes, académicos y empresarios.

 La visita de Blinken permite allanar el terreno para más reuniones de alto nivel entre los dos países. Qin, el ministro de Asuntos Exteriores, aceptó tras su reunión del domingo con Blinken una invitación para viajar próximamente a Washington.

Se espera también que el acercamiento permita contribuir a incrementar viajes a China de la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen (una visita que busca Pekín), y de la de Comercio, Gina Raimondo, así como de John Kerry, el enviado especial de Biden parar asuntos del clima.

China y Alemania

Mientras se producía la visita de Blinken a China, el primer ministro Li Keqiang de ese país se desplazó a Alemania, y posteriormente viajaría a Francia. Una iniciativa dirigida a desalentar la fórmula que presenta al país asiático como una amenaza.

En Berlín destacó que China está dispuesta a cooperar con Alemania para desempeñar un papel constructivo en la promoción de la estabilidad y la prosperidad en el mundo.

Fue recibido por Frank-Walter Steinmeier, presidente de Alemania, quien dijo su país se opone a cualquier forma de confrontación, y está dispuesta a reforzar la comunicación con el gigante asiático para realizar esfuerzos conjuntos en favor de la paz y el desarrollo.

El encuentro ocurre en el contexto de la creciente presión por parte de EE.UU., que busca imponer en la Unión Europea su más reciente política casi abiertamente hostil a China. El bloque comunitario formuló a finales de marzo su propio enfoque económico y de seguridad respecto a China, centrándose en la "reducción de riesgos" y no en la "desvinculación", un camino que fue compartido por Washington a principios de mayo.

Osvaldo Santana
Osvaldo Santana
Osvaldo Santana es periodista.

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