Por Federico Pinales
El estrés es el peor enemigo de una relación matrimonial, porque mata pasiones, provoca frigidez en las mujeres, disfunción eréctil en los hombres, dolores de cuello y de espalda, dolores de cabeza, intestinales y una cadena larguísima de situaciones orgánicas que inciden negativamente en cualquier relación donde la comunicación y la confianza son escasas.
No se puede olvidar que el cerebro es la caldera que enciende a todo el cuerpo y si no está motivado nada funciona de los hombros hacia abajo.
Pocos médicos orientan a sus pacientes correctamente sobre este tipo de malestares.
Raras veces van al fondo de los problemas, desviando su atención a otros factores que nada tienen que ver con las causas de sus malestares.
Lo primero que aflora a las mentes de las parejas sentimentales, cuando una de las dos empieza a fallar, son los celos, lo cual empeora la situación, porque no hay una cosa más dolorosa y estresante que las falsas acusaciones procedentes de un ser amado, a quien usted ama y le está siendo fiel al 100%.
Cuando el hombre es inteligente y va al médico en busca de ayuda, difícilmente el facultativo se tome el tiempo para hacer una investigación profunda y orientar correctamente al paciente disfuncional.
Si este no encuentra una orientación profesional que lo ayude a combatir las causas del estrés continuará fallándole a su pareja, se acomplejará, empezará a celarla y a fastidiarle la vida, hasta empujarla a solucionar sus problemas biológicos hormonales por otros lados o a plantearle la separación, aun amándolo.
Cuando los casos de frigidez y disfunción eréctil son provocados por el estrés, no hay pastillas verdes o de cualquier otro color que valga.
En mi opinión, solo se necesita una buena dosis de comprensión y relajación, además de una buena alimentación y una excelente comunicación, dentro de un marco de mutua confianza y sinceridad.
Excelente análisis!!! Me encanto sabía algo pero nunca tan claro
El mejor comentarista y analista que conozco
Buenos entiendo que es una combinación con de todos un poco la cuál no debe faltar ningunos de los mencionados, por qué por uno que farte se queda coja la relación.