sábado, julio 27, 2024

La reelección de Nayib Bukele en El Salvador parece inminente 

Por Evelyn Irizarri Santos

NUEVA YORK, Estados Unidos. – Cuando el primero de junio del año 2019 el empresario Nayib Bukele asumió la presidencia del El Salvador, un país secuestrado por las pandillas que imponían su imperiio del terror, pocos podían pensar que se iniciaría la gran batalla contra el crimen, y de qué manera.

Desde sus días de campaña prometió acabar con ese cáncer, promesa que reiteró en su discurso de toma de posesión y que finalmente llevó a la práctica con medidas aplaudidas por la mayoría de los salvadoreños y cuestionadas por menos.

Los ojos del mundo 

Tan pronto comenzó a implantar sus medidas en contra de las pandillas,  todo tipo de criminalidad y la corrupción, los ojos de la comunidad internacional se voltearon en dirección a la pequeña nación y su joven mandatario.

Los tatuajes

Algunos se alarmaron cuando incluyó entre las acciones investigar a las personas con tatuajes para establecer su vinculación a las pandillas. Sin embargo, esta medida tuvo sentido para los salvadoreños que sabían que cada tatuaje no solo indicaba a cuál grupo delincuencial pertenece quien lo porta, sino, la clase de crímenes cometidos o la cantidad de personas que ha asesinado.

Licencia

Ahora, casi cuatro años después y con un elevado porcentaje de aprobación de la población, según las encuestas, un 68, 4 en la más reciente, Bukele, se embarca en un proyecto reeleccionista, en procura de que los salvadoreños le concedan la oportunidad de gobernar durante un segundo mandato.

Anunció que tomará licencia como presidente, acogiéndose al mandato constitucional, que establece que ninguna persona que ocupe la presidencia puede aspirar a esa posición, lo que a todas luces es un impedimento, una prohibición de la reelección, que sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral ha obviado, al aceptar la candidatura del presidente.

El reemplazo

Lo que molesta a los opositores y ha motivado discusiones entre abogados constitucionalistas es que sea el mismo presidente, quien elija a la persona que le  reemplazaría en el cargo, pues tan pronto el mandatario anunció que la nueva presidenta interina sería su secretaria privada,  Claudia Juana Rodríguez de Guevara, comenzaron las críticas.

A todas luces, Bukele seguirá ejerciendo el poder, solo que a través de Rodríguez de Guevara, quien desde comienzos de diciembre se ha convertido en el brazo ejecutor de sus disposiciones. Estará en el cargo hasta el día 31 de mayo del próximo año. 

Día elecciones 

Será el próximo día 4 de febrero del 2024 cuando los salvadoreños acudirán a las urnas en un proceso electoral que a juicio de lo que indican las encuestas, supondrá una cómoda victoria para el presidente Bukele. 

Según una investigación del Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia, un 68,4 por ciento de los ciudadanos votaría por él, mientras que los otros contendientes, Joel Sánchez y Manuel Flores, apenas alcanzan un 4,3% y 2,8% respectivamente. 

Polémicas 

Uno de los momentos más difíciles de la presidencia de Nayib Bukele fue cuando introdujo la reforma a la Constitución. También ha tenido que enfrentar críticas por su modelo carcelario, y ahora, al presentarse a una reelección, unido a la designación como presidenta interina a una persona de su entorno más cercano, vuelve a colocarse en en el centro de la controversia. Todavía así, dentro y fuera de El Salvador, Bukele es uno de los presidentes mejor valorados de América Latina, por lo que se da por un hecho que los salvadoreños le darán su respaldo para otros 5 años. 

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