Por Melton Pineda Féliz
Después que sacamos al profesor Lebreault, al día siguiente, con pancartas, decidimos ir a ocupar, y como tal lo hicimos, la Intendencia de Educación en la calle Anacaona, frente a los almacenes de Café de Américo Melo.
Una vez allí, volteamos los archivos, para que el Intendente supiera que nuestra actitud y acción eran firmes, y le planteamos que el profesor Lebreault no podía volver al liceo, y que había que designar otro en su lugar, y los estudiantes, teníamos la solución al problema.
Le planteamos que sería el profesor Virgilio Peláez o su hijo, el profesor Publio Peláez, que era el secretario del liceo durante muchos años.
El intendente dijo que esa decisión era potestad de la secretaria de Educación. “-Pues llame a la doctora Altagracia Bautista de Suárez y dígale de esta crisis, porque queremos clase en el liceo, no problemas”, le respondimos.
Éste llamó a la secretaria Bautista de Suárez y le planteó la situación que confrontaba y le informó que habíamos tomado sus oficinas.
En medio de estas negociaciones ocurrió un incidente y fue que estas oficinas de la Intendencia de Educación estaban al lado de la casa de la Gobernadora Provincial, la fanática balaguerista Arminda Prats de Gómez.
No nos habíamos percatado, que esta señora a cada momento amenazaba con llamar a la Policía, “balsa de comunistas”.
Cuando nos enteramos, salimos, le pedimos a la gobernadora, que no nos provocara. Esto la enfureció y siguió voceando: “comunistas, comunistas, hasta que bajé al contén y tomé dos piedras. Le lancé una que solo escuché decir: “-Hay Luis, corre que me matan esos comunistas…”
Mantuvimos la ocupación. Y luego la secretaria preguntó si había en el grupo algún vocero o líder de los estudiantes, para que se lo pusiera al teléfono. El intendente preguntó, y a una sola voz los estudiantes gritaron: Melton, Melton, Melton.
Este funcionario nos conocía de nombre y nos llamó para negociar con la secretaria Bautista de Suárez.
“-Como es su nombre bachiller”, inquirió la secretaria, y yo respondí: “-Melton Pineda”. La titular de Educación preguntó: “¿y qué es lo que pasa ahí, ¿qué es lo que ustedes pretenden?
Pasé a explicarle el incidente con el profesor Lebreault, y que el liceo iba a entrar en una crisis si no designaban un nuevo director provisionalmente y le garantizamos que no habría problemas.
Esta nos contestó si sugeríamos algún nombre. Le informé que podría ser el profesor Virgilio Peláez o su hijo Publio Peláez, que era el secretario del liceo.
“-Déjenme pensar ese planteamiento de ustedes, pero desocupen esas oficinas y váyanse a sus clases”, nos dijo.
“-Así lo haremos, pero tenemos una asamblea de profesores y estudiantes mañana donde daremos solución al problema”, le dije. Y ella: “Esperen, esperen mi decisión”.
Al día siguiente, convocamos a una asamblea estudiantil con la presencia de los profesores para decidir sobre lo planteado a la doctora Bautista de Suárez.
Al inicio tomé el control de la asamblea mixta, de profesores y estudiantes, con un punto único: “designación de un nuevo director del liceo. Algunos profesores plantearon que el director era el profesor Lebreault.
Llamé a la atención y que atendieran lo conversado con la secretaria de Educación Bautista de Suárez, y quedaron sorprendidos.
Planteé que no era asunto de discutir, “porque el profesor Lebrehaut no volverá a este plantel, ok, ok”.
De inmediato planteé a la asamblea una solución provisional a la crisis, y era la colocación en la dirección del profesor Virgilio Peláez, la mayoría de pie, aclamó afirmativamente.
El profesor Virgilio Peláez reaccionó y planteó que a su edad lo que deseaba era continuar dando clases y que nosotros le habíamos planteado que podría ser su hijo Publio Peláez.
Tomé de nuevo la palabra y propuse sin nuestra objeción que fuese el profesor Publio Peláez el nuevo director del Liceo Federico Henríquez y Carvajal de Barahona.
La inmensa mayoría se levantó de los asientos con un sí aprobatorio, y el profesor Publio Peláez se convirtió en el nuevo director del Liceo Federico Henríquez y Carvajal.
La secretaria de Educación admitió la decisión de esa asamblea mixta y ratificó nuestra propuesta que vino a ser una resolución.