Antonio Isa Conde
En una época como la que estamos viviendo, administrar crisis se convierte en la principal tarea de un gobernante.
El arte de priorizar es lo que definirá los resultados.
En mi humilde opinión, estos son los temas más sensibles:
1. El soborno extiende su raíz como modalidad de corrupción que socava los esfuerzos del gobierno en su lucha contra las malas prácticas. Se ha vuelto una táctica común en las interacciones con el sector público. Hay funcionarios que ponen dificultades para ofrecer facilidades.
Para abordar este problema es fundamental que el gobierno tome medidas como una mayor supervisión de las interacciones entre el sector público y privado, leyes más estrictas contra el soborno y sistemas de denuncia seguros para quienes deseen informar sobre actividades corruptas sin temor a represalias.
2. Apagones: Los problemas de suministro eléctrico, como los apagones, afectan la vida cotidiana de la población y la economía en general. Para abordar esto, es necesario invertir en la mejora de la infraestructura eléctrica y garantizar una gestión eficiente en las EDES.
3. Dengue: La gestión del dengue es otra preocupación crítica. La gestión eficaz de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue requiere una estrategia sólida que abarque la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. La educación pública sobre la prevención y una respuesta rápida a los brotes son esenciales para controlar esta enfermedad.
Hay mucha desconfianza en las informaciones y medidas que plantea el gobierno, no obstante las explicaciones públicas del bombero mayor.
Estos temas son críticos y requieren atención prioritaria por parte del gobierno para mantener la confianza pública y mejorar la calidad de vida de la población.
