lunes, abril 29, 2024

¿Está siendo el dominicano condicionado para no ir a votar?

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la Fuerza del Pueblo (FP) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) no convencen ni yendo de aliados.

Si la proposición anterior es falsa, justifíquela.

Las elecciones municipales dominicanas este 2024 sufrieron la mayor tasa de abstención a nivel general desde la dictadura, 53.33%.

Tan bajo fue el interés que suscitó la oposición que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) declaró que sobrepasaron sus propios pronósticos. En otras palabras, sorprendidos, con el éxito de sus resultados.

Históricamente las municipales generan menos interés que las presidenciales. Sin embargo, este proceso de 2024 en particular convocó a menos personas que las de 2020, cuando el 52 % no fue a votar. Entonces se argumentó que la república estaba aterrada por el COVID-19. Esas elecciones se realizaron literalmente horas antes de que el país cerrara por casi 18 meses debido a la pandemia.

Para el pasado 18 de febrero estaban convocados a votar 8,089,347 dominicanos, de los que 3,775,587 sufragaron, alrededor del 46.67%. Sin embargo, en las principales ciudades del país, principalmente el Gran Santo Domingo y Santiago, el 60% del ciudadano decidió no ir a las urnas.

A nivel nacional en los municipios la abstención fue de 55.94%, y en los distritos municipales, los campos, fue mucho menor con un 41.97%.

PRM exitoso
Por ahora, el PRM y su alianza de 22 partidos se conformarán con las 130 plazas ganadas.
Unas 117 alcaldías para el PRM, seis para el Reformista Social Cristiano (PRSC), cuatro para el debutante Justicia Social (JS), una para País Posible (PP), Liberal Reformista (PLR) y Cívico Renovador (PCR), respectivamente.

La Alianza Opositora Rescate RD
La cacareada, pero no compacta, Alianza Opositora Rescate RD, perdió lugares que tenían bajo su mando, inclusive, donde la tasa de aceptación de sus candidatos era buena, como Santo Domingo Norte y Santiago.

Antes del 18F, Rescate RD contaba con 52 alcaldes, terminó con 25: 16 del PLD, 6 de la FP, y tres del PRD. Pueden cantar victoria, no obstante, en Dajabón, donde fue derrotado, por ahora, el favorito y oficialista Santiago Riverón, por un voto, y en San Juan de la Maguana, venciendo a la tránsfuga Hanoi Sánchez.

La hecatombe política del partido morado no es de ahora. Inició al día siguiente de las primarias del 1 de octubre de 2019, cuando Leonel Fernández quemó las naves y formó tienda aparte. Ha empeorado en cada proceso electoral desde entonces. El acuerdo firmado con su exlíder no bastó para convencer a esos peledeístas sentimentales para ir a votar.

Entre ambos partidos había más de cuatro millones de empadronados, supuestamente. ¿A dónde se fueron?

La Fuerza del Pueblo, por otro lado, empezó a elaborar un discurso extraño la semana antes de las elecciones municipales. Su líder máximo, Leonel Fernández, dio la siguiente explicación a Diario Libre:

“La Fuerza del Pueblo tiene tres alcaldes, ¿Sacaremos de nuevo tres alcaldes? Imposible. Las proyecciones es que tengamos un crecimiento exponencial porque solo sacando seis, ya estaríamos duplicando nuestro resultado anterior”.

Efectivamente, seis alcaldes consiguió la Fuerza del Pueblo. Lo que le basta para el 3.79% de las 158 plazas disponibles. ¿Duplicó su presencia? Sí. ¿Pero qué partido político mayoritario puede decir que ganar menos del 5% de los escaños disponibles es exitoso?

Mientras el León se lame las heridas con el doble de alcaldes obtenidos, su aliado el PLD no podrá decir eso al ver reducida a un tercio su presencia municipal.

El PRD, por otro lado, pudo al menos conseguir tres alcaldías.

¿Por qué este desplome en la votación?

A los partidos siempre se les echará en cara la culpa de la abstención: ¿Descreimiento de la clase política? ¿Los transfugas? ¿Malos candidatos? ¿Ausencia de competencia? ¿Falta de propuesta? Todo eso se cuestiona y es probable que sea verdad.

Pero es necesario evaluar otros elementos, como el protagonismo de los medios de comunicación en estos procesos. Se supone que los periodistas tienen la responsabilidad de contribuir al bienestar de la sociedad mediante la difusión de información relevante, útil y significativa y ello incluye desempeñar un papel importante en la educación cívica al proporcionar información objetiva y fomentar el pensamiento crítico entre el público. El fin es ayudar a fortalecer la democracia y la participación ciudadana.

¿Están ayudando los medios periodísticos en esa dirección?

Es preciso cuestionar otros elementos nuevos. Desde el escándalo de Cambridge Analytica sabemos que las elecciones a nivel mundial han estado bajo el influjo de sectores desconocidos que operan para impactar en las elecciones de cada país. En la República Dominicana los medios, en general, han replicado con interés sensacionalista las metidas de patas de Facebook, Instagram y Twitter, ahora X, cada vez que surge un caso. Pero no nos hemos preguntado si existe la posibilidad de que en las redes sociales que alcanzan el país se desarrollan estrategias similares a la de Trinidad y Tobago en el año 2010 con la intención de aumentar la apatía electoral en una parte específica de la población. ¿Está siendo el dominicano condicionado para no ir a votar?

Mientras los medios periodísticos procuran ser virales, son sustituidos por influencers que cada vez se convierten en interlocutores más importantes para los políticos. De no ser así, la Junta Central Electoral (JCE) habría intervenido en la burda provocación del empresario mediático Santiago Matías al publicar por quién votó durante las pasadas elecciones municipales.

Al mismo tiempo, en la República Dominicana se eleva un sentimiento favorable hacia los líderes autoritarios. Ya no sorprende escuchar a intelectuales, gente de a pie, profesionales y personas con estudios avanzados, justificar las medidas autoritarias del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Antes que Bukele, está el estadounidense Donald Trump, que al parecer volverá al poder en 2025, o el filipino Rodrigo Duterte. El fin justifica los medios. Lo que importa son los resultados.

Sin investigaciones al respecto, es muy difícil obtener las respuestas. Tampoco ayuda la ausencia de estudios de campo a boca de urnas: ¿En cuáles colegios se votó más? ¿Fueron los mayores o los jóvenes los que sufragaron? ¿Votaron los hombres o las mujeres? ¿Qué porcentaje de esa gente tiene puestos en el Gobierno? La manipulación con fines políticos de las encuestas a boca de urnas ha desprestigiado este método de investigación, a pesar de su utilidad en el estudio social.

Lo cierto es que cada vez menos gente vota y nos imaginamos por qué, pero no lo sabemos.

1 COMENTARIO

  1. Saludo. Muy buen analices que usted realiza. Ahora bien ellos hay cosas que serán difícil de comprobar y me quiero referir a la compra de votos y las nuevas modalidades . Por ejemplo es de voz popoli que el gobierno a través de un depósito compraba los voto, con los votos de ayda sociales y unos bonos que se inventaron hace par de meses, por ejemplo a mi casa que no somos del PRM llegó un par de bonos de eso. Otra modalidad es que ese trabajo se viene realizando hace varios meses ese dinero que recibió el que vendió su cédula se lo comió desde hace tiempo tres y 4 meses atrás.

    Ahora lo grande viene para mayo, yo que me ven como un dirigente medio de la fuerza del pueblo ya alguien me dijo que me invitaría a una reunión para que trabajemos por uno de los partidos pequeños específicamente por Dominicano por el cambio que van a dar mucho dinero y que podría conseguir hasta 20,000 pesos. Así que el cambio has salido peor el pasado.

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