Por Federico Pinales
“Le doblamos el lomo a Federico Pinales, un hombre conflictivo y lleno de odio”
Con esa expresión “celebraron” algunos de los adversarios del Movimiento Marcelino Vega que asistieron a la Asamblea Ordinaria de la Seccional del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), realizada el 27 de Julio del presente año, en un salón de la calle 125 de Manhattan.
Agradezco a los colegas que opinan así de mi, porque cuando le dicen eso a las personas que no me conocen y estas se me acercan y descubren lo contrario, son ellos quienes quedan expuestos como tales.
En mi vida nunca he odiado a nadie, ni tengo por qué hacerlo.
He sido y soy un hombre intensamente feliz, porque desde los 7 años he vivido y vivo del sudor de mi frente.
Nunca he sido sanguijuela ni siquiera de mis progenitores.
No tengo bienes materiales mal-habidos.
Siempre he tenido un nivel de vida acorde a mis ingresos producto del trabajo honrado.
Procedo de unas raíces familiares que nunca me han permitido ni me permitirán torcer la ruta que me trazaron.
Tanto es así, que mi madre ya pasada de los 90 años me vigila y me corrige hasta la manera de comer.
Siendo el primogénito de 15 hermanos, entre ellos 8 hembras, dos hijas y dos nietas que me adoran y viven pendientes de mí 24/7, además de la protección del Rey del universo, no tengo razones para almacenar odio en mi corazón.
Ahora bien, quienes están acostumbrados a que les celebren sus pocas vergüenzas, me llaman conflictivo porque les canto sus verdades a quienes intentan pasarse de listos inventando y difundiendo mentiras, ó intentando faltarme el respeto, sin yo haberle dado motivos.
A quienes se han atrevido a hacerlo, yo los he perdonado, pero sus hechos no los he olvidado para que no me lo repitan.
Si a eso le llaman odio, yo no lo entiendo así.
De todas maneras, prefiero que me digan odioso y conflictivo y no que me acusen de haberme apandillado con delincuentes comunes, políticos mafiosos, traficantes ó que he vivido pegado de la teta del estado cobrando en varios lugares sin trabajar, ni allá ni aquí, donde aún a mi edad, le sigo pagando impuestos al gobierno, para no tener que depender de nadie ni siquiera en los últimos días de mi vida.
Un hombre que saluda a sus enemigos con una sonrisa y mirándole a los ojos con un apretón de manos, no puede ser odioso ni conflictivo.
Que se revisen los “felices” los “conciliadores” y “pacifistas”.
Esos mismos que ya están promoviendo asambleas para destituir a la recién elegida, secretaria general del CDP, con el porcentaje de votos más alto de toda la historia de la Seccional del Colegio Dominicano de Periodistas, en la Ciudad de Nueva York.
Nosotros no participaremos de ese movimiento conspirador, en contra de la licenciada Mirtha Guerrero de Piña. Y lo estamos denunciando responsablemente.
