POR MANUEL LEMBA
Hace un año y 7 meses, que se instaló un campamento en Polvorín del Aguacatico, municipio de Tamayo, provincia Bahoruco, en reclamo de tierra y agua para sembrar plátanos y frutos menores.
Tras un proceso de lucha se firmó un convenio con el sector agropecuario del Gobierno central, con 13 puntos en los que se daba garantías de que se cumplirían con estas demandas de centenares de agricultores.
En febrero de este año, el presidente de la República, Luis Abinader, entregó 659 títulos de propiedad a igual número de futuros parceleros, entre ellos 229, de los que exigimos que las tierras de la Reforma Agraria se dediquen a producir alimentos.
De ese tiempo para acá se han celebrado más de 40 reuniones y muchos mareos.
El día 18 del mes de octubre, se trajeron equipos y maquinarias para el desmonte y nivelación de 2,000 tareas y para la limpieza y el dragado de la Laguna de Mister Coran, ubicada próximo a las comunidades de Batey Santana y Bayahonda.
El día 21 el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y la empresa arrendataria Consorcio Azucarero Central (CAC), enviaron militares, policías y seguridad privada de esa compañía para que siguieran esos equipos, porque a los futuros parceleros no se les ha informado de esos trabajos.
Previa a la llegada a la zona de esos equipos, Claudio Caamaño, encargado de los Sistemas de Riego de Alta Tecnología, adscrito a la Presidencia de la República, se reunió con ambas instituciones y dieron el visto bueno al inicio de los trabajos.
Estas acciones, a toda vista sospechosas, no la hicieron de manera consensuada con los actores de la zona, mantienen en vilo a los posibles parceleros, al movimiento campesino y a todos los sectores sociales de la Región Sur.
Entiendo como de alto interés que los medios de comunicación tengan conocimiento de esta situación, porque en cualquier momento puede ocurrir una masacre de una magnitud incalculable y antes de que esto ocurra queremos informarlo a todo el país y al mundo.
El autor es activista social en la Región Sur y defensor de los intereses de hombres y mujeres del campo.
