POR SANTO SALVADOR CUEVAS
Hasta el pasado lunes, se esperaba y daba como un hecho, el que las cuatro organizaciones partidarias más connotadas y de arraigo popular, participarían solas en el certamen electoral del 2024.
El odio generado entre el PLD y la Fuerza del Pueblo desde el 2020, los choques por los sonsacamientos de dirigentes y militantes morados para que desertaran del PLD, todo ese proceder descartaba la posibilidad de acuerdos entre los seguidores del licenciado Danilo Medina y los abanderados del doctor Leonel Fernández.
Asimismo, se conocía de la decisión del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de transitar camino independiente con candidato presidencial propio.
A esto se le agrega el hecho, que hace apenas dos semanas, al ser abordado por los periodistas sobre los anuncios de pacto entre el PRD, FP y PLD, el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, dijo: "Yo estoy sorprendido, no he canalizado ninguna alianza, nosotros estamos trabajando para fortalecer al PRD".
Dejando "claro" que participarían solos de cara al 2024 pero, ya lo dijo el profesor Juan Bosch: "En política hay cosas que se ven y otras que no se ven, y a veces las que no se ven son más importantes que las de manejo público".
Este lunes, en rueda de prensa encabezada precisamente por el ingeniero Vargas Maldonado, quien sirvió de vocero y coordinador, anuncio al país el nacimiento de la Alianza Opositora Rescate RD, que integran el PLD, PRD y FP.
El pacto no se limita al nivel municipal y congresual, sino, y sobre todo, han pactado un compromiso presidencial de cara a la segunda vuelta electoral.
Esto último le da un viraje de 180 grados al panorama político nacional.
Los principales partidos del sistema (PRM, PLD, PRD y F.P) ya no van solos cada cual por su lado al torneo electoral del 2024, ahora tres han pactado contra uno.
El gobierno está acorralado y este hecho le obliga a rediseñar planes y estrategias.
Cuando las calles de Santiago mostraban un maremoto humano con Abel Martínez en una caravana regional, el presidente Luis Abinader, en un empeño para quitar impacto a lo que pasaba en Santiago, acudió entonces a anunciar al país la decisión de asumir la reelección presidencial.
Más ahora, los aliados lo agarran fuera de base y no creo que a la vista el oficialismo tenga otro As bajo la manga para quitar impacto a un anuncio que equivale a una declaración de guerra política, cuyo norte va dirigido a desalojar del poder a esta gente que tanto daño vienen haciendo al país.
El abanico debería ensancharse más y tratar de integrar a todo el campo opositor en un gran frente contra el gobierno.
Las mismas izquierdas deberían pactar y llevar al Congreso a figuras presidenciables y comprometidos toda la vida con las mejores causas y prefieren candidatearse a una regiduría en un municipio, en vez de pactar circunstancialmente para que así las izquierdas tengan voces en el Congreso Nacional.
Los aliados de la alianza opositora no deben limitar el abanico y abrir las puertas a todas las fuerzas que luchan por un mejor país.
