Rafael Aquiles Rivera Andújar
Aunque en los últimos años, la tensión política ha girado en torno a la guerra que se mantiene en Ucrania, el genocidio que Israel ejecuta sobre la Franja de Gaza y en las últimas semanas el arsenal bélico que los Estados Unidos ha concentrado en el Mar Caribe, frente a la costa de Venezuela, lo cierto es que, el foco del orden geopolítico mundial gira alrededor de la República Popular China.
Con la celebración de la 25ª cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), los días 31 de agosto y 1ro. de septiembre de 2025, esa nación se ha convertido en el centro del poder político, económico y militar del Sur Global.
Fue un evento donde participaron 20 países y líderes de 10 organizaciones internacionales, entre ellos: Vladimir Putin, de Rusia; Narendra Modi, de la India; Recep Tayyip Erdogan, de Turquía; Masoud Pezeshkian, de Irán, junto Xi Jim Ping, de China, en calidad de anfitrión y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Antonio Guterres.
Uno de los puntos importantes de esta cumbre fue el acercamiento que se produjo entre dos potencias rivales históricamente, la India y China, que, como consecuencia de la estrategia exterior del presidente Trump, basada en la política del garrote, contribuyó a que un aliado suyo, la India, se acerca a su principal rival geopolítico, China.
Si importante fueron los actores que participaron en esta cumbre, no menos relevante fueron las decisiones que se adoptaron. "Trabajar por un sistema de gobernanza global más justo y equitativo y avanzar hacia una comunidad con un futuro compartido para la humanidad". Además, el día 3 de septiembre en la misma China, se celebra el 80 aniversario de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la agresión Japonesa y la victoria de la Guerra Mundial Antifascista (1937-1945).
En esta majestuosa actividad estarán presentes, además de Xi Jinping, el presidente Putin, el líder norcoreano Kim Jong-un, y mandatarios de Vietnam, Laos, Camboya, Indonesia, Malasia, Pakistán, Kazajistán, Uzbekistán, Irán, Bielorrusia, Serbia y Cuba, Venezuela, entre otros. Es decir, lo verdaderos pesos completos del Sur Global.
Hay que subrayar que en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, el presidente chino, Xi Jinping, quien ha tomado la batuta al plantear la iniciativa de la “GOBERNZA GLOBAL” y un mundo más “justo y equitativo”, que viene a ser la antítesis de la plataforma de dominación occidental (EE.UU y EU), quienes han mantenido su hegemonía, recurriendo ya no a negociaciones ni a métodos de competencia justa, sino al chantaje directo, la presión, las sanciones y agresión militar en última instancia, se están definiendo los polos que dirigirán el mundo.
El presidente chino propuso cinco principios para garantizar la gobernanza global:
1ro. – Que los países deben adherirse a la igualdad soberana, donde todos los países por pequeños que sean, poder adquisitivo y riqueza, se beneficien por igual de la gobernanza global;
2do.- Todos los países deben respetar el derecho internacional;
3ro.-Promover el culturalismo;
4to.- Las naciones deberán impulsar un enfoque centrado en las personas, y para hacerlo tendrán que promover "una reforma y mejora del sistema de gobernanza global para garantizar que las personas de cada nación sean actores y beneficiarios";
5to.- Adoptar un enfoque sistemático e integral para coordinar las acciones globales, movilizar plenamente los diversos recursos y esforzarnos por lograr resultados más visibles.
El presiente Putin no sólo estuvo de acuerdo, sino que sostuvo que la OCS podría ser la institución que encabece estas iniciativas.
Ahora bien, que estas iniciativas vengan del presidente chino tiene una relevancia capital, por dos razones básicas: la 1ra. Porque es la primera economía del mundo, superando a los Estados Unidos; y 2do.- Por que la posición de China, respeto a la creación del orden multipolar ha sido un tanto pasiva y con una alta dosis de individualismo, más centrada en su desarrollo y crecimiento económico, que en la solidaridad con los pueblos del Su Global.
Pues si China hubiese asumido una actitud más integral y solidaria en el campo militar en la guerra que libra Rusia en Ucrania con toda la OTAN, hace mucho que esta hubiera terminado.
Para que estos principios aprobados en la cumbre de la OCS, se puedan aplicar se requiere de una articulación que vaya más allá de los acuerdos económicos, se requiere como condición sine qua non, de una alianza de naturaleza militar entre las principales actores que auspician el multilateralismo. Es decir, muchos conflictos bélicos que se producen en la actualidad sencillamente ocurren por la falta de este aparato.
Si China, Rusia, Irán, Corea del Norte y otros países tuvieran nucleado en el orden militar, no hubiera el genocidio en Gaza, hace mucho hubiese terminado la guerra en Ucrania, y hoy, los Estados Unidos, no tuvieran la amenaza latente y peligrosa contra Venezuela y su liderazgo político.
Esta cumbre de la OCS constituye un salto cualitativo y cuantitativo hacia un nuevo orden multipolar y multicéntrico.