Por Yancen Pujols
Estos son otros tiempos y hay que hacerlo saber. La historia registra periodos dominantes y espectaculares.
Está la “Era de Julio César”, “la de “Aníbal Barca”, por ahí mismo cabe la de “Alejandro Magno”, y de seguir así no terminamos.
El deporte también las tuvo. Basta con pensar en Alí, Michael Jordan, LeBron James, entre muchas otras.
Una mirada al panorama de la NBA nos dice que ya James va de salida y en poco tiempo lo harán Stephen Curry y Kevin Durant.
Esta postemporada del mejor baloncesto del mundo es una prueba irrebatible. Dominan Shai Gilgeous -Alexander, canadiense, el MVP de esta contienda, Nicola Jokíc, serbio, aunque fue eliminado por el OKC de Shai, pero ha ganado tres de los últimos cinco premios al Más Valioso de la NBA.
Giannis Antetokounmpo, dos veces recipiente de este galardón, es griego, y es una de las fuerzas dominantes de la liga. Indiana, guiado por Tyrese Haliburton, a quien le corre líquido de frenos por sus venas debido a su eficacia en los momentos apremiantes, compite en la final y muy probablemente ni sus familiares creían que eso pudiese pasar. Pero ahí están los Pacers “dando carpeta”.
Al Horford, campeón en la pasada edición con Boston, está en el ocaso de su bonita carrera. Karl Towns Cruz, uno de los mejores centros a nivel ofensivos del espectáculo, brilla con los Knicks y la República Dominicana simplemente lo adora por sus espontáneas manifestaciones de cariño hacia la tierra de su difunta madre.
Continuando con suelo quisqueyano, en los ‘90 y hasta buena parte del 2000 se disfrutó de fenómenos como Pedro Martínez, Sammy Sosa, Manny Ramírez, Albert Pujols y Alex Rodríguez. Junto a Pedro, entraron al Salón de la Fama los no menos talentosos Vladimir Guerrero Jr., David Ortiz y Adrián Beltré.
Hoy contamos con Juan Soto, Vladimir Guerrero Jr., Fernando Tatis Jr., Rafael Devers y Elly De La Cruz. ¿Quién será el mejor? Lo sabremos en una década mientras otros se preparan para apoderarse del escenario.
El pasado domingo, el español Carlos Alcaraz hizo un regreso de 0-2 para ganar tres sets en línea y alzarse con la corona del Abierto Francés de Tenis, el famoso Roland Garros, la tierra batida en la que su compatriota Rafael Nadal fue amo y señor.
Alcaraz derrotó al italiano Jannik Sinner y juntos se han adueñado de los últimos seis torneos grandes de su deporte, disciplina en la que solo queda Novak Djokovic, serbio, el más triunfador de todos los tiempos (24 diademas de los torneos grandes), de esa época dorada junto a Nadal y Roger Federer.
Dicho sea de paso, Alcaraz obtuvo su quinto campeonato grande con 22 años, un mes y tres días de nacido. Eso mismo hizo Nadal en 2008.
A los grandes los persigue la historia, que nadie lo dude.
El tiempo, el juez de las causas y pieza clave de la historia, nos recuerda una vez más que todo pasa, pero es mejor con atletas de dimensiones extraordinarias.