Este lunes 20 de enero, Donald Trump juró como el 47º presidente de los Estados Unidos, marcando un regreso histórico al poder que promete transformar la política nacional e internacional. En una ceremonia celebrada bajo la cúpula del Capitolio, Trump juró proteger la Constitución con una mano sobre una biblia heredada de su madre, consolidando un hito que genera expectación y divisiones en igual medida.
Una toma de posesión atípica
En lugar de las tradicionales ceremonias al aire libre, Trump optó por realizar la investidura en el interior del Capitolio, decisión motivada por el intenso frío invernal en Washington. El evento contó con la presencia de altos funcionarios, legisladores y miembros del poder judicial, así como de su familia y aliados cercanos. Su predecesor, Joe Biden, participó en un gesto de cordialidad que incluyó un breve encuentro entre ambos líderes y sus equipos.
Desafíos en el horizonte: Migración y deportaciones masivas
Trump dejó claro desde su primer discurso que su administración priorizará una ofensiva contra la inmigración ilegal. Prometió implementar una “gran operación de deportación” que ha generado temor en comunidades migrantes y críticas de organizaciones de derechos humanos, que alertan sobre posibles violaciones a los derechos fundamentales.
La agenda migratoria del nuevo presidente, que incluye medidas extremas para reforzar la frontera, ha generado un ambiente de incertidumbre tanto en Estados Unidos como en los países de origen de los migrantes, especialmente en América Latina.
Reacciones económicas: El peso mexicano se aprecia
A pesar de las tensiones políticas, los mercados reaccionaron positivamente al anuncio de que Trump no impondrá aranceles en su primer día de gobierno. Esta decisión impulsó la apreciación del peso mexicano, que cerró en 20.56 pesos por dólar, registrando un alza del 1.05%. No obstante, las políticas comerciales a largo plazo del presidente continúan siendo un tema de especulación en los mercados internacionales.
Celebraciones y polarización
Tras su discurso, Trump se dirigió al Capital One Arena para reunirse con sus seguidores, quienes celebraron su retorno con eventos festivos y bailes que destacaron la división ideológica que prevalece en el país. Mientras sus simpatizantes festejan, sus críticos observan con cautela los primeros pasos de su nueva administración.
Un futuro incierto
El regreso de Trump a la Casa Blanca plantea interrogantes sobre el rumbo de Estados Unidos en áreas clave como la migración, la economía y la política exterior. Su administración promete ser tan polémica como su primera, con decisiones que impactarán no solo a los estadounidenses, sino también al equilibrio global.
