La toma improvisada no dio para mucho. El árbol centenario de anacahuita (anacagüita), en la parte frontal de la vivienda de la familia Lora de la Cruz, en Boca Férrea, Moca, ha sido testigo de las vivencias de cuatro generaciones, que lo siguen protegiendo como tronco de encuentro y unidad familiar. Un árbol portentoso, demasiado alto para “alcanzar el tronco”, para un fotógrafo de ocasión.