Por Alfonso Tejeda
Cleveland, Texas, y Mella, Duvergé, están separadas por miles de millas y otras realidades económicas y sociales pero tienen en común falencias que la desgracia catapulta con sus mortales cifras a resultados que reprueban la irresponsabilidad de las autoridades y hacen lamentable la conducción ciudadana.
En la comunidad texana, volvió a ocurrir lo que en Estados Unidos ya tiene características de una epidemia: los tiroteos masivos, definidos así cuando en esos hechos mueren y/o salen heridos cuatro o más personas. La cantidad que saldó un múltiple accidente de tránsito en Mella, Duvergé, que ya es una calamidad que otorga República Dominicana el triste galardón de país líder.
Paradójico que, en la facilitación de ambas tragedias, el cumplimiento de la ley sea determinante, en uno garantizándolo (la segunda enmienda constitucional que en Estados Unidos aprueba el uso de armas de fuego), y en otro sea por la desidia irresponsable de quienes tienen a su cargo la aplicación de las normas legales.
Los 174 tiroteos masivos ocurridos este año en Estados Unidos han sacudido la conciencia de ciudadanos/as, que con el presidente Joe Biden a la cabeza consideran que es tiempo de frenar esa pandemia y buscar correctivos legales alternativos a un (supuesto) derecho , del que se beneficia una industria armamentista que incentiva fervores fanáticos convertidos en propuestas políticas y trabas culturales.
Las muertes de cuatro jóvenes y la herida de otra en Mella, Duvergé, engrosan las cifras que hacen víctimas mortales al 62 por ciento de los motociclistas de entre 15 y 39 años, y que junto a los fallecidos en accidentes de otros vehículos colocan a República Dominicana como el país donde más personas pierden la vida por esa causa, unas 65 por cada 100 mil habitantes.
Ese alto número de motoristas dominicanos que mueren en accidentes de tránsito supera por 15 la cantidad de japoneses que mueren al año víctimas de accidentes de tránsito, siendo Japón el país fabricante de motocicletas y otros vehículos, que como "plaga de langostas" congestionan las calles, avenidas, carreteras y caminos vecinales de Republica Dominicana.
Las cifras de muertes por accidentes de tránsito ocurridas en Japón (4 por cada 100 mil habitantes), y las del país se explican en condicionantes sociales como la educación, la aplicación de las leyes y el respeto ciudadano a estas, la relación gente/ciudad, resaltante entre los nipones, y cuasi inexistentes entre los/as dominicanas/os.
En el país existen leyes y reglamentos que plantean el manejo prudente y correcto de los vehículos, pero son "letras muertas" , que han matado la falta de educación vial y ciudadana, y que incentivan la informalidad económica, el medalaganerismo del " na’e’na'", las complicidades, y sobre todo la actitud inconsecuente de las autoridades que obvian la necesaria y urgente atención que demanda esa calamidad que son los accidentes de tránsito y sus consecuencias.
Mortality caused by road traffic injury (per 100,000 population):
Dominican Republic 🇩🇴: 65
Zimbabwe 🇿🇼: 41
Venezuela 🇻🇪: 39
Saudi Arabia 🇸🇦: 36
Thailand 🇹🇭: 32
Vietnam 🇻🇳: 31
Iraq 🇮🇶: 27
South Africa 🇿🇦: 22
Nigeria 🇳🇬: 21
Armenia 🇦🇲: 20
China 🇨🇳: 17
Brazil 🇧🇷: 16
India 🇮🇳: 16…— World of Statistics (@stats_feed) April 28, 2023
