Por Nelson Marte
En medio del desbarajuste que se produjo la pasada semana en la matriz PLD-FP, cuando la cúpula morada misma puso en duda la fortaleza de su candidato Abel Martínez, y en la encuesta Mark Penn/Stagwell a Leonel Fernández le subió el rechazo a 48%, mientras Luis Abinader subía hasta un 54% del voto efectivo (los electores que aseguran votarán).
En medio de la semana más oscura en todo el año para la matriz PLD-FP, y de claras proyecciones de que el PRM ganará ampliamente las elecciones municipales de febrero y Abinader ganará cómodo en la primera vuelta de las elecciones, Danilo Medina hizo, como sin querer queriendo, una revelación de otra evidencia de que los hechos de José Francisco Peña Gómez (JFPG) lo colocan como el líder dominicano que exhibió las mayores condiciones de grandeza en los tiempos contemporáneos
En una reunión celebrada el sábado con dirigentes del país, el presidente y líder del PLD dio a conocer, en un audio originalmente difundido por Saúl Pimentel, director de almomento.net, que:
Allá por 1997, el doctor Peña Gómez ya en la etapa final de su enfermedad de cáncer, Danilo fue a verlo de parte del entonces presidente Leonel Fernández para informarle que su gobierno había decidido otorgarle la más alta condecoración que la República Dominicana concede a uno de sus ciudadanos.
Dice Danilo que Peña Gómez le expuso que no podía recibirla, porque en esos momentos el gobierno peledeísta era objeto de huelgas y muchos otros ataques y que si él -tenido como el gran mediador entre el gobierno y el pueblo- recibía la condecoración, algunos podían creer que estaba traicionando su causa y colocándose del lado del gobierno.
Que, al mismo gobierno, le razonó Peña, según confiesa hoy Danilo, le convenía que él pudiera seguir operando como apaga fuegos, con lo cual demostró una vez más que colocaba el interés general por encima de su conveniencia política.
JFPG prefería no recibir un reconocimiento que tenía connotación de rectificación histórica de quienes un año antes le habían arrebatado el poder, acusándolo precisa y falsamente de representar una amenaza para la soberanía nacional.
Escribo que esta es una nueva revelación de la grandeza de JFPG, pues cuando comprobado el fraude de 1994 y presto un grupo de militares de recuperar su victoria por las armas, les dijo que si la acción implicaba derramamiento de sangre dominicana, prefería una negociación incierta con Balaguer.
Tras el golpe de Estado al gobierno de 1963, encabezó el liderazgo político de las conspiraciones para reponer al gobierno constitucional sin elecciones, coyuntura que coronó llamando al pueblo a respaldar el levantamiento militar de 1965.
En el duro período de los 12 años, llamado por algunos dictadura ilustrada, y por otros semi dictadura, fue el líder que día por día libró la batalla por la democracia y concertando las alianzas nacionales e internacionales necesarias. En 1978 llevó al poder al gobierno del PRD y del gran presidente Antonio Guzmán, cuando otros decían que no era posible derrotar a Balaguer por la vía electoral.
Libró después las jornadas por la democratización interna de los partidos; la cuota positiva de género en favor de las mujeres; la descentralización y el poder para los gobiernos locales; inclusión de la ecología en la agenda política; y fue el gran fomentador de la cultura de rechazo al providencialismo político y la ambición continuista, defendiendo la alternabilidad democrática en el ejercicio del poder.
Y hay, bajo el hilo conductor de todas sus hazañas políticas, y de toda su grandeza histórica, un ser humano ejemplar que, recogido en el monte, en el polvo, a fuerza de voluntad, disciplina y determinación de triunfar, alcanzó los más elevados reconocimientos que puede recibir un hombre del pueblo que supo ser líder de líderes.