POR SANTO SALVADOR CUEVAS
Los datos que viene dando el Misterio de Salud Pública y Asistencia Social (MISPAS), sobre la situación del cólera en República Dominicana, tiene un elemento incuestionable y es el hecho de que este virus va in crescendo, es decir, las autoridades no han podido controlar el desarrollo de esta amenaza latente.
El miércoles pasado el viceministro de Salud Pública encargado de la Salud Colectiva, dijo al país que "los casos de cólera en el país ascendían a 17 ya focalizados, de los cuales 13 casos eran de origen local y 4 de procedencia extranjera, pero que "todo estaba bajo control y con tratamiento focalizado". Parece que los controles se han disipado dado que el pasado lunes 23 de enero se anunció existencia de un total de 31 casos de personas contagiadas de cólera.
El caso debe ser preocupante, pues, lo que se inició con 1 caso en el sector la Zurza de Santo Domingo, hoy, su crecimiento ha marchado sin control hasta llegar, según las propias autoridades competentes, a 31 afectado.
En término particular, me da pánico, pues el cólera no es común, sino que se trata de una enfermedad contagiosa y de rápida propagación, que nace precisamente en los barrios marginados junto a la pobreza, el hacinamiento y la ausencia de servicios sanitarios.
Observemos que el primer brote no nació en el Naco, ni Arroyo Hondo, ni en las partes centrales del Gran Santo Domingo, sino en un suburbio: La Zurza.
El espejo mortífero más cercano dejado como huellas del cólera, se dio en Haití en año 2010, donde perecieron mucho más de 10 mil personas infectadas por esta terrible enfermedad.
Ahora bien, si la indiferencia y el tratamiento blando y timorato para combatir este bacilo provoca que el contagio se salga de control, de algo pueden estar seguros, las muertes serán por millares y en su expansión el cólera no va a mirar clases sociales, ni quienes son los Popis o GuaGuaGua, sino que se va a expandir dejando su secuela de muertes y terror por todo el territorio nacional.
Siendo así, debemos todos levantar las antenas y hablar claro: Los esfuerzos que hace el gobierno deben ser multiplicados al cuadrado, esto NO puede estar sujeto a una simple declaración ocasional que brinde el doctor Eladio Pérez en sus funciones de viceministro.
El señor presidente de la República Luis Abinader, sugerimos, debe priorizar como su tarea 1-1 colocar en su agenda el monitoreo a la situación de esa letal enfermedad.
Se está siendo timorato con el tratamiento del cólera y eso es inaceptable. Las fuerzas vivas (políticas y sociales) de todo el país, deben pronunciarse y sumarnos todos al monitoreo del cólera.
