Luis Fonsi y Daddy Yankee, dos talentosos artistas puertorriqueños, dieron una nueva identidad al barrio La Perla, en San Juan, Puerto Rico, a partir de su canción "Despacito", que aunque es una propuesta de galantería y éxtasis amoroso, algunas de sus letras pueden ser tomadas como recomendación para tareas tan volubles, como esa del enamoramiento. Se me ocurre que también se pueden aplicar sus letras a esto del cambio climático, su tratamiento y sus consecuencias por y para la colectividad.
La canción, que se convirtió en éxito mundial desde 2017, cuando la cantaron por primera vez, logrando tal impacto con el vídeo que sirve de soporte, y que muestra lo que era La Perla entonces, barrio que al poco tiempo el huracán María desgarró física y emocionalmente a éste y a lo largo y ancho de Puerto Rico, resultado de lo que según científicos, provocan esos fenómenos, a consecuencia del comportamiento humano sobre la naturaleza.
El pasado primer viernes de este mes, la capital dominicana y sectores enmarcados en el Gran Santo Domingo fueron afectados por una inusual cantidad de lluvia, que, a decir de expertos, fue más del 50% de toda la esperada para este noviembre, provocando muertes, destrucción y el dislocamiento total del tránsito y la cotidianidad en la parte final de ese día, demandando de autoridades y organismos de socorro un esfuerzo extra para restablecer la "normalidad".
Eso del cambio climático es todo "un combo" en el que la responsabilidad va más allá de los estamentos oficiales y multinacionales, que por su papel tienen la principal obligación, la que aguijonean y buscan hacer viables organizaciones de la sociedad civil, que entienden que la problemática desborda el referente oficial, y es necesario involucrar en las acciones y soluciones posibles a toda la humanidad, a partir de la asunción de estrategias, políticas y recursos oportunos y viables.
Ahora mismo, y hasta la próxima semana, están reunidos en Egipto representantes de gobiernos de más de 190 países en lo que se ha dado en llamar COP27, en referencia al número de ese tipo de reuniones, que desde 1992 promueve la Organización de las Naciones Unidas (ONU), espacio que junto a otras actividades sociales, científicas y académicas, han hecho del tema uno de los más presente y pendiente de la agenda global y los intereses particulares de cada actor con posibilidad de influir en el mismo.
Partiendo de "lo general a lo particular", y reubicándome en el contexto dominicano, retorno a la canción "Despacito", de esa que acojo como recomendación para entender parte de las respuestas que amplios sectores del país ofrecieron como posible causa de las inundaciones provocadas por la lluvia del viernes, y es que muchos/as apuntaron como causa principal esa consecuencia del cambio climático, y aunque mencionan otras insoslayables, es importante y esperanzador que se visualice esa causa.
En el tráfago de buscar respuestas y explicaciones algunos asumieron actitudes "episódicas", la realidad está demostrando que en eso de asumir lo del cambio climático, "pasito a pasito" parece que vamos "armando el plan" y aunque autoridades actuales y pasadas se puntearon responsabilidades, parece que el tema es serio y no importa que comediantes quieran hacer un chiste con el mismo.
