El caracol que ha sido preservado en sedimentos rocosos durante un largo período de tiempo, a menudo millones de años. Estos caracoles pueden ser encontrados en formaciones rocosas antiguas y proporcionan evidencia del pasado geológico y biológico de la Tierra. Dependiendo de las condiciones de preservación, los caracoles fósiles pueden mostrar detalles de su estructura interna y externa, lo que ayuda a los científicos a entender la evolución de estas criaturas y los cambios en el medio ambiente a lo largo del tiempo.