jueves, abril 18, 2024

Cada 12 de octubre y siempre, recordemos a Cristóbal Colón

El día 12 octubre del año 1492, arribó a tierras de nuestro continente, que luego los conquistadores llamarían América, un grupo de navegantes financiados por la corona española, encabezados por un aventurero y marinero genovés llamado Cristóbal Colón.
Tenían como misión buscar una nueva ruta de España hacia Las Indias en el oriente del planeta, para conseguir especias y otros productos, de consumo regular por los habitantes españoles.
Pero Cristóbal Colón, que se había vendido como un experto navegante para conseguir el financiamiento de su empresa, no llegó a Las Indias orientales; donde terminó perdido como una cabra loca y sin horizonte, fue a nuestras tierras, llamándoles indios a sus habitantes.
El 5 de diciembre del año 1493 regresa Colón desde España junto a sus expedicionarios en su segundo viaje y llega a una isla, cuyos aborígenes llamaban Quisqueya, Babeque o Haití
A partir de esa fecha fatídica, la gente de este lugar del planeta empezó a sufrir los estragos de un terrible proceso de colonización, cuando Colón, al mando de un contingente armado de arcabuces, sables, perros, caballos y con La Biblia, impuso un régimen de horca y cuchillo, contra una población indefensa que hasta entonces vivía en paz, disfrutando de una exuberante naturaleza y de su riqueza cultural.
Con la llegada de Cristóbal Colón en nombre de la corona española, empieza un viacrucis sangriento y de espanto, en el que los indígenas (y posteriormente los esclavos africanos) fueron sometidos al más salvaje régimen de explotación.
El propio Colón, en una búsqueda insaciable de oro y otras riquezas, se puso al frente de la barbarie, ordenando asesinatos masivos, torturas, decapitaciones, lanzándoles hombres, mujeres y niños indígenas a los perros para alimentarlos, cercenamiento de narices y orejas a quienes huían de las plantaciones y las minas que establecieron, degollamientos de niños arrancados de los brazos de sus madres, asesinatos de mujeres embarazadas, encarcelamientos y hambrunas indescriptibles.
Y cuando el oro y otros productos que debían enviarle a la corona no alcanzaba la cuota establecida, Colón y el poder colonial la completaban mandando nativos para ser vendidos como esclavos.
Eran tan insoportables los sufrimientos a que Colón y el poder colonial sometían los habitantes originarios en esta isla, que estos llegaron a reunirse en grupos para suicidarse colectivamente para no continuar padeciendo tanta brutalidad y abusos. Es decir, que preferían quitarse ellos mismos la vida, antes que seguir viviendo bajo ese estado de terror.
Fue tan brutal y desgarrador el tratamiento de Colón y la corona española a los nativos, que estos fueron totalmente exterminados.
Por esos hechos y por muchos más, todos los días 12 de octubre debemos recordar a Cristóbal Colón, como el primer genocida que hizo correr ríos de sangre de los primeros habitantes conocidos hasta hoy en nuestra isla.
Nunca olvidemos a Cristóbal Colón; no por las calles que llevan su nombre en casi todos los pueblos del país, sino por sus crímenes abominables.
Recordemos a Cristóbal Colón y también al sanguinario Nicolás de Ovando, no por las estatuas en parques y plazas erigidas en su honor; ni por las mentiras contenidas en los textos escolares, sino por la perversidad que caracterizó sus actos en estas tierras, pero donde también fueron enfrentados y posteriormente derrotados, en la gloriosa Guerra Restauradora de 1863-1865.
Y recordemos a Colón y a sus amos del imperio español, no con la óptica de los entreguistas y lacayos que siempre han vivido rindiéndole pleitesía a los poderes extranjeros y cantándole loas, porque al igual que ellos, han sido y son, cómplices y beneficiarios del saqueo de nuestras riquezas y responsables también de los grandes sufrimientos de nuestro pueblo.
Oportuno es el día 12 de octubre para rendirle tributo de respeto y admiración al ejemplo de grandeza de nuestros aborígenes y de los miles de africanos que supieron levantarse en armas contra la esclavitud y contra toda clase de opresión; al tiempo de sugerirle al movimiento democrático y revolucionario del país, poner en marcha en todo el territorio nacional, un amplio movimiento cultural que saque a flote las grandes verdades de nuestra historia para que figurillas nauseabundas como la de Cristóbal Colón pasen definitivamente al zafacón de la historia.

Francis Santana
Francis Santana
Amauris Santana es un comunicador social con vínculos en el movimiento popular en busca de un mejor País.

1 COMENTARIO

  1. Felicidades mi querido y admirado Francis Santana, esa es la gran verdad de unos 500 mil aborígenes a la llegada de Colón y ya en unos 10 año, solo quedaban unos 60 mil, increíble.

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