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martes, enero 21, 2025

A 22 años del 'Tulilazo': La historia oculta que sigue sin contarse

Por Nelson Cuevas Medina

A pesar de que las Águilas Cibaeñas no lograron avanzar a las finales en el presente torneo de béisbol invernal, siguen siendo uno de los equipos más aguerridos y exitosos de la liga de béisbol dominicano. Con un legado, que incluye ser el segundo equipo con más campeonatos ganados, -un total de 22 títulos nacionales,- su historia está marcada por momentos memorables, entre ellos el famoso "Tulilazo", un evento que, aunque ampliamente comentado, tiene una faceta menos conocida.

El 22 de enero de 2002, el estadio de béisbol del Cibao en Santiago, fue escenario de uno de los momentos más dramáticos del deporte nacional: el "Tulilazo". Anddy Abad conectó un jonrón de tres carreras en el noveno inning, llevando a los Tigres del Licey a la victoria en un séptimo y decisivo partido contra las Águilas Cibaeñas, coronándose campeones de la temporada 2001-2002.

Aunque el cuadrangular de Abad ha sido recordado con fervor, hay un aspecto importante de ese juego que a menudo se omite: el fallo de Tony Batista en el mismo noveno inning. Con los Tigres a solo un out de la victoria y el marcador 9-8 a su favor, la tensión era palpable. Las Águilas llenaron las bases con su mejor bateador, Tony Batista, en una situación crítica que podría haber cambiado el rumbo del partido.

En ese momento, las Águilas y su fanaticada se encontraban en el umbral de lo imposible. Era una situación que, si se hubiera resuelto a favor de las Águilas, hubiera pasado a la historia como una de las remontadas más épicas del béisbol dominicano. Las Águilas Cibaeñas, con una base de fanáticos apasionada, "vivieron" esa noche la ilusión de obtener una victoria que parecía alcanzable hasta ese momento. Para ellos, la historia estaba a punto de reescribirse. 

Por otro lado, el Licey, "su eterno rival", estaba en la recta final para sellar su triunfo. Ese choque de emociones, entre la esperanza de las Águilas y la seguridad de los Tigres, representaba la rivalidad más feroz del béisbol de invierno en la República Dominicana.

El estadio estaba al borde del colapso. Los fanáticos aguiluchos mantenían viva la esperanza de una remontada histórica en el marcador. El ruido y las banderas de color mamey se alzaban con fuerza, apoderándose del ambiente. Sin embargo, la presión también pesaba sobre el dirigente, los peloteros y los fanáticos de los Tigres del Licey, quienes dejaron atrás sus celebraciones para concentrarse en el desarrollo del juego. El dirigente de los Tigres, el extranjero Bob Geren, realizó ajustes estratégicos para frenar la ofensiva rival, cambiando lanzadores en busca de la combinación perfecta.

Con las bases llenas y la carrera del empate en tercera base, Tony Batista se enfrentaba a uno de los momentos más decisivos de la noche. Todos los ojos estaban sobre él. Sin embargo, en lo que parecía ser una oportunidad de oro para las Águilas, Batista conectó un fly al jardín central, dejando escapar la última esperanza de su equipo. Ese momento, tan fundamental como el "Tulilazo", es uno de los giros más olvidados en la historia del campeonato.

La historia del noveno inning no debe ser opacada por el dramático jonrón de Abad. De hecho, muchos podrían argumentar que este fallo merece su propio reconocimiento como el "Tonynaso", un recordatorio de que cada jugada tiene su peso en el béisbol. La derrota de las Águilas se selló en ese instante, dejando desmoralizada a una fanaticada que ya se veía celebrando.

Hoy, a más de 22 años después del "Tulilazo", este evento sigue siendo celebrado en redes sociales y plataformas como YouTube. Sin embargo, es igualmente importante recordar el "Tonynaso", un batazo que estuvo tan cerca de cambiar el curso de la historia deportiva.

¿Por qué ese fallo de Tony Batista ha sido tan fácilmente olvidado? ¿Qué dice esto sobre la percepción de los aficionados y los medios de comunicación?

En cada aniversario de este acontecimiento, es justo honrar tanto la victoria de los Tigres del Licey como el fallo de Tony Batista, resaltando así la complejidad y emoción del béisbol. Además, ese final dramático, llevado a un séptimo juego decisivo profundizó la rivalidad ya existente entre ambos equipos.

 

Nelson Cuevas
Nelson Cuevas
Periodista - Dirigente comunitario. Lic. en Educación, Lic. en Derecho, con Maestría en Derecho Civil y Procesal Civil Contemporáneo. Con estudios en Manejo de Areas Silvestrea y Areas Protegidas, en la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU.

1 COMENTARIO

  1. Compa:
    Muy interesante, que haga suya esta fecha histórica de una final, llena de emoción y algarabías.
    Lo mejor que en aquel choque entre los Azules y las Águilas ganamos nosotros..
    Espero que en esta final, aunque he perdido la emoción de seguimiento, sigo siendo del Licey..

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