Por Julio Díaz Campusano
En todas las elecciones nacionales, presidenciales y municipales, celebradas en nuestro país en los últimos 40 años, el ingenuo pueblo dominicano ha castigado al partido y gobierno de la oligarquía y el imperialismo norteamericano que esté gobernando, apoyando las candidaturas de esa misma oligarquía e imperialismo que estén en la oposición, pues el partido gobernante incumplió sus promesas de cambio y de bienestar de las grandes mayorías del pueblo. Es decir, porque se burló de él, porque lo traicionó.
El doctor Salvador Jorge Blanco y el PRD ganaron las elecciones generales de 1982, tanto las presidenciales como las congresuales, con el apoyo del pueblo antibalaguerista.
Sin embargo, al burlarse del país y del pueblo que lo favoreció, al incumplir sus promesas programáticas, ese mismo pueblo ingenuo lo castigó votando por el trujillismo encarnado en el doctor Joaquín Balaguer y el PRSC, quienes ganaron las elecciones de 1986. De esta manera, el brutal dictador de los 12 años volvió a gobernar por 10 años más, en detrimento del pueblo, y a favor de la oligarquía y el imperialismo norteamericano, si bien es cierto que fue él quien le dejó caer más migajas.
En el 1990 el doctor Balaguer volvió a ganar las elecciones presidenciales y la mayoría congresual, siempre usando los más diversos métodos de fraude.
Y aunque en el 1994 ganó las elecciones el doctor José Francisco Peña Gómez y el PRD, el doctor Joaquín Balaguer les hizo un monstruoso fraude, y les robó dos senadores, a través del “Vinchazo”, para tener mayoría en el Senado de la República, y por tanto dominar el Poder Judicial, de serias consecuencias para la gobernabilidad oligárquica, lo que produjo una crisis política de grandes magnitudes que hizo tambalear la democracia representativa del sistema, lo que obligó a acortar el período presidencial a dos años y a celebrar nuevas elecciones presidenciales en el 1996, para lo cual se tuvo que realizar una reforma constitucional, jugando un rol importante para tales fines la presión internacional y los poderes fácticos, entre ellos la Iglesia Católica y los medios de comunicación.
A partir de entonces comenzó a tomar más carácter, incluso abiertamente y generalizado, “el castigo” de las grandes mayorías populares al partido de la oligarquía que estuviese gobernando para darle la victoria al que estaba en la oposición. En ese juego reaccionario quedó atrapada una parte de la izquierda y de las fuerzas progresistas.
En esa perspectiva el doctor Balaguer, con su odio visceral contra Peña Gómez, dijo que “el camino malo está cerrado”, y propició la victoria en las elecciones del 1996 del doctor Leonel Fernández, candidato del PLD, a través del llamado “Frente Patriótico”, quien incumpliendo sus promesas de bienestar popular y golpeado por la corrupción, fue derrotado en las elecciones del 2000 por el ingeniero Hipólito Mejía, candidato del PRD. En ese entonces comienza a dibujarse con más claridad la estrategia, llamada “táctica”, o la vergüenza de aliarse al sector de la oligarquía y el imperialismo que esté en la oposición contra el que esté gobernando.
Igualmente ocurrió con el gobierno de Hipólito Mejía, que le dio la espalda a las grandes mayorías nacionales, incumplió sus promesas de bienestar general del pueblo, comenzó a privatizar las empresas del Estado, e incluso se puso descaradamente del lado de la política internacional de Washington, al enviar tropas dominicanas a pelear en Irak contra del presidente Sadam Husein.
Esos errores del presidente Mejía, facilitó que el Leonel Fernández y el PLD ganaran las elecciones del año 2004.
En esas elecciones las fuerzas de izquierda y progresistas apoyaron, unos al candidato de la reelección perredeista Hipólito Mejía, y otros al Fernández.
En las elecciones del 2008 volvió a ganar el doctor Fernández, con el apoyo de una parte de los partidos de izquierda y fuerzas progresistas. Y el ingenuo pueblo dominicano siguió siendo burlado y olvidado por los “comesolos” peledeistas. Mientras otra parte de esa izquierda y fuerzas progresistas apoyó al ingeniero Miguel Vargas Maldonado, del PRD.
En ese período del gobierno peledeista se desbordó el flagelo de la corrupción, teniendo como uno de sus principales exponentes al ingeniero Félix Bautista, secretario de organización del PLD, Senador de la República y miembro prominente de su equipo de colaboradores, quien recibió en los tribunales un “no ha lugar”, obteniendo su libertad de inmediato. Pero también se fortaleció el funesto narcotráfico, de gran calamidad social para nuestro país.
Para tratar de evitar que el PLD se hundiera en el fango del descrédito, ese partido llevó a la presidencia de la República al licenciado Danilo Medina (2012-2016), enfrentándose y ganándole al presidente Mejía, quien intentó reelegirse.
En esas elecciones, el PRD pactó una alianza con ocho partidos, que fueron el PHD, el PNVC, la ASD, MODA, PRSD, el PDI, el PRI y el PDP. Ninguno de son de izquierda.
Mientras el PLD rubricó alianza con 14 partidos: el PTD, FNP, PLRD, BIS, PDP, CR, PAL, PPC, PRSC, UDC, PASOVE, PQDC, PRI y PDP. De esos partidos sólo se podría tipificar de progresista al PTD, que en su época pretérita de origen fue marxista-leninista.
Cansado de tanta burla del presidente peledeista Fernández y del PLD, finalmente lo castigó en las elecciones del 2016, votando por el candidato también del PLD, Medina, quien le siguió en el flagelo de la corrupción, y también del narcotráfico.
En las elecciones del período 2016-2020, volvió a ganar Medina al candidato del PRM, Luis Abinader, partido surgido de la división del PRD, y con menos de dos años de existencia. En el gobierno 2016-2020 siguió aumentando el flagelo de la corrupción, y también del narcotráfico.
Para esas elecciones se constituyeron dos bloques de derecha, uno encabezado por el PLD, e integrado por otros 14 partidos, que fueron el PRD, MODA, BIS, PASOVE, PTD, UDC, PCR, PAL, PNVC, PDP, PPC, PLR, PDI y el PRI. Todos de derecha, excepto el PTD, otrora marxista-leninista, pero que se ha transformado en un grupo que se había acomodado al bienestar placentero de la burguesía, es decir, en un partido de esquiroles.
Y el otro, dirigido por el PRM, e integrado además por los partidos PRSC, PHD, Frente Amplio (PCT) y D X C.
Las elecciones presidenciales del 2020-2024 las ganó el PRM, que junto a sus aliados obtuvo el 52.52%. Fueron parte de ese frente Dominicanos por el Cambio (DXC), Humanista Dominicano (PHD), Frente Amplio (PCT), País Posible, Revolucionario Social Demócrata (PRSD y Alianza por la Democracia (APD).
La izquierda, representada por el Frente Amplio (y el PCT), siguió apoyando a una parte de la derecha, la que estaba en la oposición contra la otra parte que estaba gobernando, lo cual es una política oportunista de búsqueda de alguna migaja del poder, como realmente ha acontecido.
Ahora, en la elecciones del 2024, vuelve estar en boga la manoseada táctica, convertida en estrategia, donde una parte de la izquierda y fuerzas progresistas apoyan al desgraciado PRM en el gobierno, representante de una fracción de la oligarquía y del imperialismo, permeado por la corrupción y el narcotráfico, donde algunos legisladores y funcionarios han sido acusados de narcotraficantes en Estados Unidos, mientras otra parte de la izquierda y fuerzas progresistas apoyan a la otra fracción que está en la oposición.
La izquierda y fuerzas progresistas que apoyan al PRM, y la alianza de que han pactado, lo hacen argumentando que esa Convergencia por un mejor país es una clarinada “contra el retroceso” que representa Alianza Rescate RD, del PLD, PRD y FP, como si el PRM y los 21 partidos que han suscrito alianza en lo municipal y los 19 que han pactado a nivel presidencial, a través de la Convergencia por un mejor país, no representaran “el retroceso” de la anti-dominicanidad. “¡Cosas veredes, Sancho!”
Mientras que la Alianza Opositora Rescate RD que encabeza la FP (que surgió como partido legalmente constituido, al PTD venderle su franquicia), el PLD y el PRD, e integrado además el PQDC, el PDI, el BIS y OD, por su parte, dice que su acuerdo unitario se concretiza en 360 localidades del país.
Conclusiones
Como ha quedado demostrado en esta analítica electoral desde el 1996 hasta el 2024, se configuró el fenómeno político electoral de la alianza de una parte de los partidos de izquierda, progresistas y democráticos, con el partido de la oligarquía y del imperialismo que esté en la oposición, para enfrentar y derrotar a la fracción de la oligarquía y el imperialismo que esté gobernando, una “táctica” para, según ellos, “acumular” fuerzas.
Esta “táctica” es muy extraña, porque ellos saben perfectamente que la verdadera táctica es una política coyuntural, variable, no prefijada de antemano, que “cambia si en 24 horas cambia la realidad”.
Esta táctica no sólo se ha tragado a la estrategia, sino que se ha hecho un peligroso modo vivendi de contemporización con el sistema de los grandes ricos. Realmente esta “táctica” se ha convertido en su estrategia que tiene como objetivo ganar alguna regiduría, algúna curul del poder congresual, o como funcionario de segunda o tercera categoría del partido que gane el gobierno
Ese círculo vicioso que ha servido para para fortalecer el poder oligárquico-imperialista, confundir a las grandes mayorías populares e impedir la formación de una gran coalición de partidos y fuerzas políticas de izquierda y progresistas que los enfrente, y gane el poder en los niveles Ejecutivo, Congresual y Municipal, hay que superarlo, castigando a esos partidos de derecha y pro imperialistas, y a sus aliados de izquierda y progresistas, votando 27 por la única opción verdaderamente del pueblo, el Partido Patria para Todos y Todas (PPT), el partido que representa la dignidad electoral 2024, y la esperanza de aplicación del proyecto de Juan Pablo Duarte, que es apoyado por la Unidad Democrática y de Izquierda (UDI), integrada por el PPT, el PUC, el Movimiento Político REDES, el PC-ML, el Frente Unido de Salvación Nacional, el Espacio de Reflexión M-L y la Coalición de Partidos y Movimientos (CPM).
El 18 de febrero, en las Elecciones Municipales, castiguemos al PRM y su Convergencia por un mejor país, y también castiguemos al PLD, FP y PRD con su Alianza Opositora Rescate RD, votando 27 por el PPT y la Alianza Electoral de la Dignidad Nacional.
Igualmente debemos repetir la dosis el 19 de mayo, votando 27 por el doctor Fulgencio Severino a la Presidencia de la República, y por la licenciada Francisca Peguero a la Vicepresidencia.
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(El autor es economista escritor y poeta, miembro de la Comisión Política del PPT, candidato a Diputado al PARLACEN en las Elecciones 2024-2028.
Teléfono y whatsaap (809) 492.8787.